Que Red Dead Redemption es uno de los más firmes aspirantes a GOTY de este 2010 es algo que ya nadie duda. Lo impresionante de la información que distribuyen, lo genial de los vídeos que cuelgan, y las partidas que algunos privilegiados hemos podido jugar así lo atestiguan.
Pero si bien todo lo visto nos dejaba babeando y pidiendo más, había algo que aún faltaba, una parte crucial para todo gran juego: el multijugador. Y casi por sorpresa nos pilló la invitación de Rockstar para probar este modo en Londres, mi ya segundo hogar.
El viaje fue algo cansado (ida y vuelta en el mismo día, con problemas en el aeropuerto tanto al ir como al volver), pero mereció la pena. Siento no tener apenas fotos, pero no estaba permitido hacerlas, ni siquiera en los alrededores de las oficinas. Las pocas instantáneas son de la estación de London Victoria, que me dio por sacar porque ahí estuve hace dos años en mi primer viaje a Londres.
Tampoco es de extrañar tanto celo con las imágenes teniendo en cuenta que prefieren llevarnos a Londres a jugar en vez de montar aquí el tinglado, poniendo a un segurata esposado a las copias del juego 24 horas para evitar su filtración.
El cuartel general de Rockstar London está en el barrio de Chelsea, hacia el sur de Londres, en un edificio difícil de identificar si no conoces la dirección exacta. Para más inri, nos hicieron pasar por la puerta de atrás…
Pero ya estábamos allí, y tras un refrigerio en el recibidor (y rapiñar como «recuerdos» las postales que había), por fin llegamos a la sala que nos tenían preparada, con un montón de consolas en red, con sus fuentes de alimentación, sus cables, y sus teles de todos los tamaños. Imaginar el calor que desprendían todos esos cacharros. Eramos 9 pseudo-periodistas, y David, el enlace de Take-Two Interactive España. Tuvimos un par de anfitriones locales, pero entre el nerviosismo por jugar, el ruido ambiente, y su acento inaccesible, no cogí sus nombres. (Los muy *** desequilibraron completamente las partidas, al tener el juego muchísimo más catado, evidentemente.) En total 12 jugadores, con un máximo de 16. No se dijo si se permitirán bots.
Creo que la partida se jugó en red local, por lo que no puedo hablar del rendimiento online. De cualquier modo, el juego se movía fluido incluso cuando nos juntábamos en pantalla todos los jugadores, cada uno con su caballo (o burro). Tampoco se apreciaba una diferencia de calidad técnica con el modo individual, ni siquiera en la distancia del horizonte. Podemos personalizar nuestro personaje, eligiendo como mínimo ropa y cara, pero como nos cargaron un perfil ya existente, tampoco hay detalles de esto. Sí, podía haber preguntado, pero con el vicio que tenía, ¿tú lo hubieras hecho? 😉
En el multijugador se incluye un sistema de experiencia y niveles (máximo 50), que asemeja la jugabilidad a la de títulos recientes como Modern Warfare 2. Es decir, según progresemos tendremos acceso desde el comienzo de la partida a mejores armas, y en este caso, caballos (algunos de nuestros compis tenían los mencionados asnos en vez de jamelgos, y como imagináis, son más lentos).
En cuanto a modos de juego propiamente dichos tampoco hay mucha novedad, contando con el habitual todos contra todos, y el captura la bandera (o mejor dicho, los sacos de oro), ambos con variantes individual y por equipos. Todas son modalidades ágiles, con la misma vulnerabilidad a los campers (qué cerdos), pero en general muy divertidos de jugar, preferiblemente cuando el nivel es similar (por lo que es lógico que se incluya un sistema automático para ello).
Igual que en el modo principal, el Dead Eye marca la diferencia, aunque en multijugador no ralentiza el tiempo, solo nos permite apuntar automáticamente. Claro está, la habilidad se gasta y hay que buscar en los cofres los items que la recargan. Los mapas de estos modos competitivos son de tamaño normal, ni grandes ni pequeños, aunque por lo visto en la demo, son específicos de cada tipo de partida, no pudiendo elegir el decorado deseado.
Aparte, como hall de espera disponemos de un mundo abierto muy parecido al del modo campaña, donde podemos liarnos a puñetazos, bailar, o participar en diversos retos cooperativos como caza, supervivencia, puntería, o los de forajidos y hombres de ley, que incluyen una especie de hordas de bandidos y asalto a la colina-mansión. El anfitrión de la partida puede incluso crear listas de modos, con las que iremos saltando de un modo (y localización) a otro automáticamente.
Por lo que he escrito hasta ahora, todo parece del montón, y no encaja con la tendencia de hype que lleva consigo este RDR. Todos sabemos que innovar en este aspecto no es fácil, y que lo realmente importante es que los modos disponibles ofrezcan diversión a raudales, algo que el juego consigue. Pero he querido dejar para el final la característica más destacada, y que en mi opinión (y en la de la mayoría -si no todos- de los compis que lo jugamos) supondrá todo un plus fugaz para este buen multijugador.
Antes de empezar la partida elegida, tendrá lugar un minijuego al más puro estilo del oeste americano: para decidir qué equipo o jugador comienza antes, o con algún beneficio, nos batiremos en un duelo a muerte totalmente cinematográfico. Uno frente a otro cuando sea por equipos, o todos en circulo cuando vayamos por nuestra cuenta, esperaremos al 0 de la cuenta atrás, y nos acribillaremos unos a otros intentando salir vivos, o al menos, que el que lo consiga sea de nuestro bando.
Con frases tan hilarantes como «Dentro de poco estarás muerto. Llévate al jugador Tal contigo.», este corto «precalentamiento» ofrece un método ideal para liberar tensión, ademas de montones de carcajadas aseguradas; una vez que lo probamos, todos los presentes deseábamos que se acabarán las partidas para volver a jugarlo, y concluimos que si se ofrecía como juego independiente en descarga digital, tendría 9 compras aseguradas desde el primer segundo. Ojalá sus desarrolladores se den cuenta del potencial, y configuren un modo de juego que solo contenga rondas de estos enfrentamientos, uno tras otro.
Quizás el mayor inconveniente de este multijugador es el lapso de tiempo de carga que hay entre muerte y respawn, algo molesto cuando estas con la adrenalina a tope tras haber muerto a manos del camper de turno cuando llevabas tropecientos asesinatos seguidos.
Otro detalle que, aunque al principio resulta gracioso, acaba por incordiar, es la tendencia de nuestra montura a ponerse delante de nuestra arma después de llamarla, y justo en el momento en que apretamos el gatillo. Maté más de uno, dos y tres caballos de esta manera, incluso con el rifle de francotirador. No es solo ver al pobre animal desangrarse en el suelo por tu culpa, sino que el próximo tarda un rato en aparecer.
Aparte, se echa en falta el típico indicador de por donde te están viniendo los tiros y así saber a donde huir, aunque todavía hay tiempo para que solucionen todo lo mencionado.
Y hasta aquí las 3 horas de vicio que nos metimos. No hay nada más que contar, salvo que si ya íbamos con tiempo al aeropuerto para evitar problemas con la vuelta, no os podéis imaginar lo que supuso descubrir que se había cancelado el vuelo de vuelta, únicamente para sacar más pasta porque otros viajeros lo pagaban más caro por la cancelación (por huelga) de su vuelo, y que la única solución que nos ofrecía la aerolínea era volver el viernes 2 de abril (fuimos el lunes 29 de marzo), y ni hablar de hotel o comida. Vamos, a la mierda las vacaciones de semana santa. Y no sólo a nosotros, sino a un montón más de españoles, franceses, y otras personas que volaban por la zona.
Imaginaros como estaban los ánimos en el aeropuerto de Gatwick. Afortunadamente, después de plantearnos asaltar los mostradores o atacar a algún responsable de la aerolínea, Rockstar compró otros billetes, dejándose un buen dinero para pudiéramos volver a casa, apenas una hora más tarde de lo previsto. En fin, prefiero no recordarlo.
Gracias a la gente de Take-Two (creo que ni ellos mismos saben para quién trabajan) por la oportunidad que nos ofrecieron, y que de verdad disfrutamos. Y a aquellos de vosotros, insensatos, que aún no estuvierais decididos a haceros con Red Dead Redemption, sólo puedo deciros que rectifiquéis: será, sin duda, uno de los juegos del año, si no el mejor.