Desde hace un tiempo me encuentro con una situación que cada vez soporto menos en el mundo de los videojuegos. Especialmente en los juegos multijugador en línea, ya sean MMORPG, MOBA, juegos deportivos, FPS… Cada vez entiendo menos la obsesión (sí, obsesión) de insultar y menospreciar que tienen muchos jugadores, demasiados en mi opinión.
Es imposible aventurarse en un nuevo juego sin recibir al menos un «noob» o similar. Al poco de estar jugando ya eres la causa principal de que el equipo pierda y no tardan mucho en llegar comentarios vejatorios e insultos. Es verdad que existen tutoriales, partidas contra la IA, emparejamiento por nivel, etc., pero para bien o para mal, siempre habrá gente de diferentes niveles o con distinta experiencia jugando en el mismo escenario.
Extrapolemos esto al «mundo real». Imaginemos que estamos jugando un partido de balonmano y en nuestro equipo hay alguien que no está muy acertado o no es muy ducho con las manos (por utilizar un eufemismo). Creo que nadie vería lógico que se le comenzase a insultar, a recalcar lo malo que es y que, además, defendiésemos públicamente que esa persona debería ser penalizada por «no saber jugar».
No sé si alguno ya os habéis dado cuenta, pero he usado varias veces la palabra clave: juego. Podréis decirme que es muy normal presenciar la situación que acabo de describir, pero para mí alguien que actúa así tiene un grave problema, no es consciente de que vive (o tiene que vivir) en sociedad. Esto no tiene nada que ver con la competitividad. Yo soy el primero al que no le gusta perder, ni al parchís. Sin embargo, comprendo que son juegos (y que tienen un componente pedagógico, tema que daría para una tesis doctoral). Si a la palabra videojuego le quitas «juego», no te queda nada.
¿En eso se han convertido realmente los videojuegos en línea? ¿Gente ansiosa por devorar un título lo antes posible para poder jugar a un alto nivel, normalmente cuasi mecánico, que ha olvidado todo lo que se aprende a través de la experiencia del juego? Sé que no, pero no dejo de ver cada vez más ejemplos que me preocupan.
Comencé a escribir esta reflexión en el viaje de vuelta a casa para pasar estos días festivos. Una tarde, mientras jugábamos a la PS3, mi hermano empezó a contarme (sin que yo le comentase nada sobre este artículo) cómo recibía insultos cuando tenía rachas buenas en varios juegos en línea. Le insultaban en español, pero también en inglés, italiano… Mi hermano solo se entiende la lengua de Cervantes, por lo que todo eso no respondía a provocaciones o a nada por el estilo.
Señor jugador «profesional», ¿no ve que si me insulta, en lugar de cooperar conmigo, no ganamos nada ninguno de los dos? A mí me jode mi experiencia y mi ratito de ocio y usted se frustra por no conseguir la partida perfecta… Deberíamos dejar el YO de lado y empezar a pensar más en el NOSOTROS, porque pocos juegos multijugador en línea conozco que se puedan jugar sin otras personas.