Si en las últimas ediciones del E3 éste ha visto como su mastodóntica propuesta se veía diezmada a causa de la imposibilidad de las grandes compañías por conseguir atraer la suficiente atención a sus lanzamientos más importantes a causa del gran número de novedades presentadas en tan poco espacio (físico y temporal), ahora parece que el gigante herido – esperemos que no de muerte – es el CES, la feria de entretenimiento que se venía celebrando desde hace 31 ediciones en Las Vegas.
Los organizadores han hecho público el malestar de muchos expositores, los cuáles se quejan de los altísimos precios que tienen que pagar por hospedarse en la ciudad de los casinos durante esas fechas, que llegan a quintuplicar los habituales. Es por ello que el CES podría estar estudiando el cambiar de ubicación para los próximos años. Llamar la atención nunca es barato, ya sea en Los Ángeles o en Las Vegas, pero parece que en estos tiempos las compañías prestan más atención que nunca a sus bolsillos, algo que va en detrimento del espectáculo ofrecido… Y la cantidad de carne enseñada…