Dicen que los ordenadores son estériles. Que las máquinas no tienen moral. Que son ceros y unos. De esta afirmación se llegan a conclusiones que algunos consideran rotundas. Las máquinas deberían decidir en los asuntos importantes de los humanos ya que, al no tener un discernimiento del bien y el mal, ni juicios ni prejuicios, debería ser justo. ¿No?
AVISO: Este análisis puede contener spoilers aunque intente no desvelar muchas cosas, si quieres una experiencia completa, juega primero, y luego puedes volver a leer el análisis. También, por aclarar, este texto es una opinión de mis experiencias. Cada partida es distinta. Disfruta la tuya.
Primero, algo de contexto.
Contexto
En esta historia encarnaremos a Fortuna, una bruja vidente que, por “predecir” la caída del aquelarre, es exiliada 1000 años por su líder, Aedana, a un asteroide en el espacio exterior. Un cosmos de soledad en el que caben todo tipo de situaciones, personas e historias. De hecho, nada más empezar, ya hemos invocado a un ser más antiguo que el propio vacío sobre el que flotamos, un behemot llamado Ábramar. Un ser prohibido que deberemos mantener oculto ahora que, después de 200 años, nos dejan recibir visitas de otras brujas.
Este ser, ahora compañero y socio de Fortuna, es el que nos va a proporcionar la fuerza y poder necesarios para seguir adelante y poder crear nuestras propias cartas. Ahora a través de un sistema de puntos elementales, podremos elegir esferas (fondos), arcanos y accesorios para fusionar conceptos y potenciarlos. Los conceptos que van desde Liderazgo hasta Ambición, nos van a ayudar decidir los distintos futuros (y pasados) posibles dentro de la intención de la carta que hemos creado.
Ahora, armada con nuevas posibilidades, las nuevas visitas nos van a pedir consejo, a través de las cartas y de la interpretación que nosotros le demos (también con una animación muy goodfeelish para barajar). Y no quiero espoilear mucho, pero la mecánica toma nuevos significados, las cartas se convierten en cosas inesperadas y acabamos descubriendo que nuestro poder no es el de leer el pasado o futuro de las personas que nos preguntan, sino escribirlo.
Emociones
Esta nueva realidad sobre nuestros poderes nos hace ser realmente conscientes de las palabras que decimos cuando echamos las cartas. Y eso va a lograr que nuestra creatividad se dirija hacia los destinos que busquemos. Todes queremos una buena run, o no, pero queremos algo, y este deseo es lo que mantiene el rumbo hasta que, por otras personas o nosotres, se crean nuevas piedras en el camino que deberemos sortear o decidir si nos acompañarán.
Así, una retaíla de brujas se nos presenta a lo largo de este descubrimiento de Fortuna y sus poderes. Todas distintas, todas con una historia detrás y todas diferentes en cuanto a diseño y carácter (también todas muy hot, pero eso es para otro análisis).
Estas brujas nos traeran noticias de lo que ha pasado en nuestro exilio y, sobre todo, compañía, risas, orgullo, ira y otras emociones que nos completan como oráculo y, al tener un componente humano (o el que yo quise darle en mi run), nos completan como ser para tomar las mejores decisiones posibles (si es que las hay).
También nuestra prisión es parte de Fortuna. Si bien tenemos el sitio dónde echamos las cartas, también tenemos lugares dónde crear y destruir partes de esta baraja y mejorar como vidente con nuestra experiencia y nuevos elementos que desbloquearemos cuando nos relacionemos de cierta forma con las brujas del aquelarre.
Otro detalle importante es la cama. En ella podermos descansar o acceder a una serie de historias interactivas que incluyen nombres conocidos e increíbles como el propio creativo de la narración. Pero, debido a mi conflicto con como manejé el ritmo, no pude leer todas. Mal jugador, Miguel (jaja).
Además, también podremos estudiar las lecciones de nuestras maestras y comprender más a fondo como los elementos y la magia funcionan y aplicar estos conocimientos en la creación de nuestra baraja.
Fuerza
Este conocimiento adquirido de mentora a novata se retroalimenta haciendo a cada bruja más poderosa que la anterior. Y también, al hacer de guía, poder influir en como ver el mundo y cómo interactuar con él.
Es por eso y por estos redescubiertos poderes que tenemos la responsabilidad de usarlos no solo para nuestro bien sino para el de los demás. Es por eso que a mitad tendremos que luchar por mejorar el aquelarre junto a nuevas alianzas. Este nuevo brete en el que nos metemos nos hará reflexionar sobre cómo debemos usar nuestra baraja y cómo debemos evolucionarla.
En el transcurso de búsqueda de apoyos, deberemos ver cúan mezquines queremos ser para con nuestras hermanas, nos caigan más o menos bien pues, un abuso de poder es un abuso de poder. Si el inocente te cae mal, ajo y agua. Esto, claro está, desde la perspectiva de mi partida. Cada historia de Fortuna, en cada ordenador, es distinta y en la mía elegí una vía conciliadora y poner mis poderes en favor del aquelarre todo lo que pude.
Por cosas que no quiero destripar, al final los poderes nos fueron lo más poderoso, sino el cariño y el amor de todas las personas que nos encontramos por el camino. Suena ñoño, pero es la verdadera fuerza.
Conflicto
Por desgracia, al final todo tiene un precio y es necesario pensar en nuestras acciones en cada momento. No hay decisiones buenas o malas, y hay decisiones buenas y malas. Es un principio de las novelas gráficas o juegos basados en diálogo que, como jugador me cuesta, y por eso la última parte me costó de engancharme. Este conflicto con lo que me gustan los numeritos y el tedio surgido de un consumo voraz del videojuego es lo que me hizo dormir y no poder las demás novelas interactivas que quedaban. En una segunda run me las fumo por 2 o, si bien traen el equipo de Deconstructeam, sacan un librojuego físico (ojalá pls) del que pueda disfrutar mediante el tacto, el olor y, la música de Fingerspit.
Mi otro conflicto biene relacionado con lo que comentaba antes de que Fortuna escribe realidades, así que ya sabréis qué le pasa al aquelarre y el lío en el que nos hemos metido. Nuestras realidades, construidas a través de nuestras decisiones, desembocarán en un único punto en el que el destino tanto de Fortuna, como de sus seres queridos penden de un hilo. No hay decisión buena y mala. Solo hay decisión, ser y estar, y ayudar a cuanta más gente mejor si es posible.
Entender esto transmite tanta tranquilidad que al final, pase lo que pase, el precio que pagas por el pacto es lo correcto. Lo justo. O si decides no cumplirlo seguirá siendolo porque, una máquina no podrá sacrificar algo positivo en pos de algo negativo pero que reconocemos como bueno o sabemos ver sus partes buenas.
Epílogo
Hay cosas que me he saltado, no por poco importantes, sino porque es mejor que descubráis vosotres, si no lo habéis hecho, la historia de Fortuna y su aquelarre. Lo que el estudio de Deconstructeam ha hecho, en escritura, arte, animaciones y, sobre todo, en música, es una mezcla perfecta de ingredientes que nos preparan, cocinan y sirven una de las preguntas más importantes de la historia.
¿Cuál es el sentido de la vida? Somos nosotres quienes deciden el sentido. Decidimos, al igual que Fortuna, el pasado tal y como lo vivimos, y elegimos el futuro que queremos, todo ello a través de un presente mayestático, que nos abraza y nos lleva en en esta rueca de experiencias que llamamos vida. [95]