La saga Resident Evil ha cambiado mucho con el paso de los años, quizás demasiado para algunos (lo justo y necesario para otros). Capcom dio un giro radical a la licencia hace ya más de una década con el lanzamiento de Resident Evil 4, una apuesta por la acción que resultó ser un éxito comercial y un soplo de aire fresco para la licencia en muchos sentidos, otra forma de ver la supervivencia contra los muertos vivientes, que pasaban a ser infectados renegando de casi todo lo pasado y hasta traicionándolo. Shinji Mikami, que de aquellas seguía siendo el director de la franquicia —tras este proyecto dijo adiós a Capcom— supo transformar su universo y servir como inspiración en la acción en tercera persona.
Review de Resident Evil 4 para PS4
Como dice la sentencia popular, «de aquellas aguas vienen estos lodos», y de Resident Evil 4 partieron varias entregas que han configurado hasta ahora el presente de la saga. Hoy recordamos la aventura española de León S. Kennedy por su enésimo relanzamiento en forma de remasterización teórica. Tras pasar por PS2 (recordemos: fue exclusivo de GameCube), este shooter llegó a PC, Wii, PS3 y Xbox 360; ahora viaja hasta Playstation 4 y Xbox One en un intento de Capcom por conseguir el acceso universal a las tres últimas entregas de la saga principal con los consabidos ‘remasters’. Eso sí, a 19,95 euros cada juegos.
En esta reedición, Resident Evil 4 sigue siendo Resident Evil 4. Estamos ante el juego original con los añadidos extra de contenido vistos en la edición de PS2 (trajes adicionales, modo Separate Ways controlando a Ada Wong) y los ajustes técnicos sumados a las revisiones anteriores en HD (1080p, 60 imágenes por segundo). En PS4, versión a la que hemos tenido acceso, ésta es la carta de presentación de la remasterización. Ni más ni menos. Incluso han mantenido (detalle feo), algún vídeo con resolución pre-HD. Capcom no se ha comido la cabeza en realizar ajustes que hubieran venido excelentes a la remasterización.
Y no, no me refiero a permitir caminar y disparar a la vez, añadido que implicaría cambios de diseño radicales, sino a ajustes básicos en el menú. Es simple. Algo tan sencillo como añadir un acceso rápido a armas y objetos usando la cruceta tradicional como han hecho otros juegos del género en años posteriores hubiera eliminado la engorrosa necesidad de estar entrando en el menú decenas de veces. Un simple cambio como éste habría despertado mucho más interés en esta revisión de Resident Evil 4. Ajustes de riesgo, pero tremendamente agradecidos que se quedarán para siempre en el deseo de los seguidores.
Por lo demás, Resident Evil 4 en Playstation 4 y Xbox One es un juego digno, con una historia principal que fácilmente rebasa las 12-14 horas y una rejugabilidad palpable en su campaña, además de los modos extra. Lástima que en Europa nos tengamos que quedar en exclusiva con la versión descargable, porque si algo tienen las remasterizaciones HD es que corremos a las tiendas como bellacos cuando existe una versión física con algún extra. Yo lo haría de cabeza, Capcom, a pesar de que en mi estantería Resident Evil 4 aparece ya por triplicado. Somos así de consumistas cuando la nostalgia pone las normas de la cartera.
Resident Evil 4: Conclusión
Puede que a estas alturas de la película ya hayas jugado a Resident Evil 4. En ese caso, es probable que, como a mí, te apetezca darle una nueva vuelta a aquel juego de disparos que inspiró a otros muchos porque le tienen un cariño especial. Y de paso te llevas unos trofeos para el perfil (lástima que no tenga “Platino”). A la cuarta entrega numerada de la saga de Capcom hay que quererla por como es, con sus fallos y sus defectos, y en esta ocasión se nos brinda una oportunidad correcta para revivir aquella experiencia íntegra, sin cambios. ¿Lo debes comprar? Depende de tu nivel de morriña y de si te sobran veinte euros en la cuenta del banco. Con un precio más competitivo, que terminará llegando en periodo de rebajas, esta remasterización es carne de nostalgia.[75]