Hay momentos que se quedan grabados con tinta indeleble en la memoria de un videojugador. El título con el que se estrena una consola, por ejemplo. Una secuencia determinada que por su dificultad, por sus gráficos o por su originalidad recordamos siempre. En mi caso, recuerdo con especial cariño y hablando de estos últimos años, Dead Rising y Portal en su totalidad, un par de enfrentamientos de Halo 3, varios enfrentamientos de Gears of War, el nivel de infiltración y el de francotirador del modo campaña de Call of Duty 4 entre otros.
Pues bien, en Resistance 2 he conseguido media docena de momentazos como poco. Porque tiene momentos absolutamente sublimes, algunas batallas realmente épicas y unos enfrentamientos contra jefes finales espectaculares. Para ser el shooter perfecto le falta mejorar algunos detalles, encontrar cierto equilibrio en el modo campaña y librarse de algunos clichés clarísimamente inspirados en grandes títulos de disparos como Half-Life 2 o Halo (incluso alguna inspiración Doom). Pero por lo demás, es un grandísimo juego.
El primer nivel de la campaña te deja las cosas claritas. Nada más empezar, tras la secuencia de introducción, empieza el juego de la forma que más gusta, de las que te empujan a la acción con una hostia en la cara, como diciéndote, “espabila, estás dentro de la guerra, empieza a luchar para sobrevivir”. Y a partir de ahí el juego no para de crecer. Tiene algunos altibajos, pero os puedo asegurar que los puntos altos son muy superiores en número y cantidad a los momentos más de bajona.
Podríamos decir que el éxito de este what if histórico reside en la inmersión que nos sitúa justo al finalizar los acontecimientos de Resistance. Podríamos afirmar que su éxito está en los espectaculares monstruos a los que vamos a tener que hacer frente. Podríamos dar valor al armamento, a la epicidad sonora, al multiplayer del que hablamos luego o a muchos otros factores. Pero no. El mayor acierto radica en el acertadísimo diseño de los niveles, con un acabado gráfico que, para mi gusto al menos, está entre el Top 3 de la máquina de Sony.
Los niveles, en esta ocasión ambientados en unos Estados Unidos que están siendo invadidos por las Quimeras, son simplemente espectaculares. Además ofrecen variedad suficiente como para no caer en la monotonía: naves nodrizas alienígenas (Halo), frondosos bosques (HL2), sótanos oscuros (Doom)… y escenarios abiertos. Sin duda los mejores. Llegar al puerto de San Francisco y contemplar un cielo repleto de naves del tamaño de Ohio, el cielo rojo del fuego, los biplanos volando, las explosiones, el gigantesco puente sobreviviendo a la invasión… es una visión absolutamente increíble.
Las batallas más intensas se viven en dichos escenarios abiertos. Una distancia de horizonte espectacular, tasa de frames más firme que mi… una roca, gran cantidad de enemigos en pantalla y un diseño de batallas muy interesante. Hay algunos puntos más débiles, como he comentado al inicio, básicamente por la IA de los enemigos que en demasiadas ocasiones no funciona bien y no te ven cuando estás a su lado aunque pases como un elefante en una cacharrería. Algunos jefes finales no son tan buenos como podrían haber sido y la historia en líneas generales es bastante floja, a pesar de que la inmersión está muy bien conseguida. La campaña dura unas 10-12 horas de juego, pero os apetecerá revivir ciertos momentos de especial intensidad, podéis creerme.
Otro punto donde Resistance 2 marca las diferencias es en el multijugador. En primer lugar por el cooperativo para ocho personas donde se elige entre tres clases (médico, soldado y operaciones especiales) cada una con sus habilidades diferenciadas, que además irán progresando según se avance, y en el que tendremos que ir cumpliendo los objetivos que nos propongan. Muy interesante y muy bien ejecutado.
Y si la campaña solitaria y cooperativa no fuera suficiente, tenéis el multiplayer para, ejem, ejem, 60 personas, sin lag, y con los habituales deathmatch individual y por equipos, capturar la bandera y el espectacular modo escaramuza. Si esto fuera insuficiente tenéis soporte para clanes, tablas de clasificación, trofeos y la diversión asegurada al menos hasta que se publique otro título exclusivo como Killzone 2.
La secuela del título que acompañó el lanzamiento de PlayStation 3 está a la altura de una franquicia grabada a fuego en los primeros adquisidores de una PS3 y hoy por hoy, es una compra obligada y un título en el que gastar el dinero sobre seguro. Y os lo dice alguien a quien la primera parte no le terminó de convencer.
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