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Revolution: ¿Wii o GameCube Advance?

Imágenes tomadas durante el pasado E3 y que desenmascaran las auténticas Wii de la feria – GameCube corriendo juegos de la Revolution – han exhasperado a los jugadores más volátiles. ¿No se estaba mostrando la nueva generación de juegos? ¿Qué pinta una consola casi defenestrada en todo ésto?

La lucha por el cetro del poderío tecnológico que van a mantener próximamente Xbox 360 y PS3 no va a ser campo de batalla de Wii. Nintendo no lo ha querido así, como en el pasado prefirió facilitar el trabajo a los creadores de juegos convirtiendo a su GameCube en la consola más fácilmente programable de su generación, quizá a costa de renunciar a un hardware sin emociones. Ahora la estrategia es otra: centrarse en los jugadores. Ofrecer una experiencia novedosa. Y en esa ecuación mágica que tiene que tener como resultado el atraer a Wii a personas que nunca antes se han acercado a una consola, los millones de polígonos tienen poco que ver. O al menos así lo ha entendido la compañía de la Gran N.


Nintendo pretende que Wii sea más que una consola. Que sea más que el revomando. Pretende que sea una filosofía que imprimir a su nueva máquina. A nivel técnico es cierto que podría haberse «reutilizado» la GameCube, y limitarse a lanzar un mando giroscópico compatible con ella, pero ésto, opino, habría sido contrapoducente, y hubiera convertido casi en estéril todo el esfuerzo creativo invertido en el proyecto «Revolution». Mis razones, las siguientes:

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