A mediados de Marzo se puso a la venta en Europa y en exclusiva para PS3 el juego de Los Caballeros del Zodiaco. Saint Seiya: Batalla por el Santuario ha sido desarrollado por Dimps y distribuido, como no podía ser de otra forma tratándose de una licencia de anime, por Namco Bandai.
Allá por 1991, TVE estrenó en España la serie de Los Caballeros del Zodiaco, de la cual emitió sólo los 24 primeros capítulos (el resto pudieron verse en Telecinco un tiempo después). Tuve la suerte de verla desde el primer día, se convirtió inmediatamente en mi serie de animación favorita y, a día de hoy, lo sigue siendo.
Que saquen un videojuego de la serie preferida de uno tiene dos posibles efectos importantes. Si el juego es tirando a malo, lo vamos a poner a parir por destrozarnos un bonito recuerdo de la infancia. Si el juego es decente lo vamos a poner por las nubes y lo vamos a disfrutar como enanos, aunque si fuera el mismo juego pero de una IP distinta lo dejáramos a los 10 minutos. Con este juego yo me encuentro en el segundo caso.
El juego está ambientado en la saga de las 12 casas del Santuario, que los protagonistas debían recorrer hasta llegar al templo de Atena para salvarla, enfrentándose en su camino a los caballeros de oro, que representaban a cada uno de los 12 signos de nuestro horóscopo. La decisión de situar el juego en este punto de la historia tiene una serie de ventajas e inconvenientes. Argumentalmente, es probablemente la parte más interesante de toda la serie, en la que aparecen los que son para mi los enemigos más carismáticos, con lo que el plantel de personajes que aparecen es óptimo.
Por otro lado, toda la saga se centra en una única localización en Grecia y, por tanto, los escenarios no son todo lo variados que me gustaría, aunque sí más de lo que esperaba antes de empezar a jugar. El juego tiene, si no he contado mal, 28 escenarios, que pueden ser de dos tipos.
Hay 12 que son los caminos que comunican las 12 casas de los caballeros de oro. Todos ellos situados en una montaña, con ruinas por todos lados y un camino siempre ascendente (algunos se pueden recorrer en ambos sentidos, pero no todos), son largos, algunos más verdes, otros más marrones y con plataformas sencillas en algunos de ellos. El resto son templos con arquitectura de la antigua Grecia, cuadrados y con obstáculos en medio (columnas y escaleras), para no hacerlo tan evidente.
En los escenarios del primer tipo tendremos que enfrentarnos a hordas de soldados, al más puro estilo Dynasty Warriors y al final suele haber algún jefe sencillo. Los que les gusten los Beat’em up y la serie creo que van a disfrutar bastante estos escenarios. Al resto, me temo, que se les habrán repetitivos bastante rápido.
En el resto de escenarios nos enfrentaremos a un único enemigo, normalmente un caballero de oro. En esta parte toca pensar más y aporrear los botones menos. Son combates bastante estratégicos en los que es imprescindible aprender los patrones de ataque de los enemigos para saber cómo encararlos. Aunque se use el mismo sistema de combate en ambos tipos de escenarios, la forma de jugar cambia enormemente de unos a otros.
El sistema de combate no es excesivamente complejo. Los personajes cuentan con su barra de vida y una barra de cosmos que se utiliza para realizar los ataques especiales y usar el 7º sentido, que nos permite ralentizar el tiempo para nuestros enemigos y realizar ataques más poderosos. Al salto, ataque débil y rápido y lento y fuerte se suman de uno a tres ataques especiales, dependiendo del personaje y un botón más para aumentar el poder de nuestras habilidades de forma momentánea.
Destruyendo elementos del entorno (vasijas y columnas en su mayoría) y derrotando a enemigos aparecerán unas bolitas de energia que al cogerlas, y dependiendo de su color, nos rellenarán la vida, aumentarán la velocidad de regeneración de cosmos, nuestra fuerza o nuestra defensa durante un tiempo limitado. Otra forma de modificar las características del personaje es, en aquellos que lo permiten, quitándonos la armadura, de forma que baje nuestra defensa, pero suba la velocidad de recuperación del cosmos.
El modo historia está dividido en capítulos, que van desde el comienzo de la aventura en la casa de Aries de los cinco protagonistas (los caballeros de Pegaso, Dragón, Cisne, Andrómeda y Fénix) hasta el Templo de Atenea. Cada capítulo tiene uno de los caballeros de los antes mencionados como protagonista y está predefinido, no podremos elegir a cuál queremos usar. Creo que la historia se entiende bastante bien, aunque la mayoría de las cosas están contadas por encima y para enterarse de todo, es conveniente haber visto la serie antes.
Una vez terminado este modo Historia, se pueden ir desbloqueando hasta 5 historias más, con otros personajes como protagonistas, que completan el argumento de la principal y son mucho más cortas. Hay varios niveles de dificultad para elegir, 4 al principio y 3 más después, una vez terminado en difícil. Yo no recomiendo empezar a jugar con uno de los dos niveles más sencillos. Para empezar creo que el mejor nivelado es el tercero (el modo normal). Los otros son demasiado fáciles y le quitan la gracia a los combates más tácticos contra los caballeros de oro.
En el modo Misiones se puede elegir el personaje que se quiera. Inicialmente sólo unos pocos, pero a medida que se progresa en el modo Historia se van desbloqueando más para elegir. Hay unos 30 desafíos de distinta dificultad para un jugador, que consisten en una serie de pantallas a superar (en las que los enemigos no tienen porqué ser los mismos que en el modo historia), que se hacen en formato contrarreloj y se da una clasificación final en función del tiempo que se tarde. El tiempo a batir suele ir desde los 10 minutos hasta los 40 o 50, dependiendo del desafío. No son cortos y pueden dar muchas horas de juego.
El modo Supervivencia se puede jugar en tres niveles de dificultad distinto (cada uno, con su propio escenario). Hay que aguantar hordas de soldados mientras se va rellenando una barra en la parte inferior de la pantalla. Una vez llena, desaparecen los rivales y su lugar lo ocupa un jefe. Una vez muerto, vuelven los soldados y hay que repetir el proceso hasta que perdamos toda nuestra vida.
El juego cuenta con un modo cooperativo para dos jugadores. Si no tenemos amigos o hermanos, el segundo personaje será controlado por la máquina. Funcionan igual que los desafíos para un jugador, en la que hay que completar una serie de pantallas en cada uno, pero aquí sólo son las pantallas pequeñas en las que nos enfrentaremos a un caballero de oro acompañado de un montón de soldados. En caso de que uno de los dos personajes controlados por los jugadores muera, el otro puede revivirlo dándole parte de su propia barra de vida. Es una pena que no haya un modo Versus, pero algo es algo.
Tras completar cada capítulo del modo historia, desafío o supervivencia el personaje que controlemos recibe experiencia para ir subiendo de nivel y mejorar así sus estadísticas. Hay que subir cada personaje de forma independiente. Además, se reciben puntos para gastar en cualquiera de los personajes (no tiene que ser en el que hemos manejado), para mejorar sus estadísticas, sus ataques especiales y comprar objetos que se pueden equipar y les dan algunos beneficios.
Este tipo de evolución de personajes es un buen sistema para alargar la vida del título, aunque las mejoras son caras y es necesario gastar muchos puntos en ellas. Por tanto, hay que invertir muchas horas para conseguir esos puntos. El caballero del Fénix se vuelve demasiado fuerte al subir de nivel y tiene un ataque de área muy potente y que realiza muy rápido, sin carga. Ésto que le puede quitar la gracia al juego, resulta muy útil para poder conseguir esos puntos rápidamente con la combinación correcta de objetos equipada. Como el juego no tiene un modo competitivo, que haya un personaje excesivamente fuerte no supone un problema.
En la Galería incluida se pueden ver una enorme cantidad de fotografías de las figuras de la serie que se han puesto a la venta, escuchar la música del juego, ver las secuencias del modo historia y de los ataques y ver los modelos de todos los caballeros y soldados del juego, que son un montón. Todos estos elementos se van desbloqueando poco a poco a medida que se progresa en el juego.
El apartado que menos me ha gustado del juego es el sonoro. Todos los textos están traducidos al castellano, pero el audio viene sólo en japonés. Para las secuencias del modo historia no importa, pero durante el juego no da tiempo a jugar y leer a la vez lo que te van diciendo los personajes. Habría estado bien que al menos hubieran incluido audio en inglés, para enterarme de lo que dicen mientras juego. Si hubieran puesto doblaje en castellano ya habría sido perfecto, sobre todo si hubiera sido el mismo de la serie clásica (bastante difícil, teniendo en cuenta los años transcurridos).
Pero el tema del doblaje no es lo que menos me ha gustado del sonido. La mayor decepción ha sido la banda sonora. El juego sólo tiene dos temas de la serie. Todo el resto de la banda sonora es nueva para el juego. No es mala, de hecho, acompaña bastante bien al juego, pero no es lo mismo.
La gente se ha quejado bastante del apartado gráfico. A mi me ha parecido más que correcto. No es una maravilla, pero los escenarios y, sobre todo, los personajes están muy bien hechos y, a pesar del enorme número de enemigos en pantalla en algunas ocasiones, el motor gráfico apenas se resiente, sólo hay ralentizaciones en alguna ocasión cuando rompemos muchas columnas a la vez y el sistema de físicas se come todos los recursos de la máquina, aunque pasa de forma muy esporádica.
Si a alguien le parecen pocos los más de 20 personajes seleccionables incluidos con el juego, existen unos cuantos contenidos descargables. No son baratos, cada uno cuesta 5€ e incluye un personaje y algunas misiones de desafío nuevas (algunas de ellas, exclusivas para ese personaje y que cuentan algo de historia). También están disponibles la segunda versión de las armaduras de los cinco protagonistas. En total hay unos 35€ en contenidos descargables que en realidad son desbloqueables de 100 KBs, vienen incluidos en el disco. Normalmente algo así me enfadaría, pero el contenido del juego sin esos extras ya es muy alto. De todas formas, creo que deberían haber ajustado un poco más el precio.
En definitiva, se trata de un juego muy entretenido, sobre todo para los aficionados a la serie. Al resto creo que les gustará la primera partida completa al modo historia y después, probablemente, lo dejarán aparcado. Yo ya le he dedicado unas 25 horas. He completado la historia completa dos veces y me he pasado un buen montón de desafíos, aunque aún me faltan unos cuantos. Espero dedicarle bastantes horas más. Aún me quedan cosas por hacer, pero ya estoy deseando que saquen una segunda entrega.