Misma mecánica, mismos ingredientes, idéntico protagonismo de la música pero algo falla: Uno no tiene la sensación de estar tocando la música. Eso es lo que siente uno al jugar a Samba de Amigo, un título que, aunque en principio parece presentar la misma fórmula que la exitosa franquicia Guitar Hero, en la práctica uno no se engancha. Es más, es casi inevitable sentirse ridículo jugando al último título de Sega para Wii.
Os hablo, claro, de mi experiencia. Seguro que los hay a los que no les importa dar la nota en la fiesta de turno. Es innegable que Samba de Amigo es muy fácil de controlar, tiene un sistema de juego con muchas variaciones y la jugabilidad está muy ajustada. La lista de canciones presentes acompañan a la perfección al espíritu salsero del juego, y la creciente dificultad constituirá todo un aliciente para los jugadores más competitivos.
Por desgracia, en la actualidad se está viviendo una sobredosis de juegos musicales, y yo he sido incapaz de encontrar algo que me hiciera olvidar ni por un segundo a los Guitar Hero, Rockband y compañía. Samba de Amigo es un título curioso, pero a mi entender no pasará de anécdota para un público que se ha malascostumbrado a ponerse en la piel de los más grandes guitarristas del planeta. Y s que, pudiendo ser Slash o Santana, ¿Quién quiere tocar las maracas?