Jo-Mei games es un estudio joven, que bajo el ala de EA Originals decidió probar suerte con Sea of Solitude, un juego con un potente mensaje acerca de la soledad y la depresión. El viaje de Kay se encuentra repleto de desafíos y monstruos que constantemente traen a su mente los recuerdos de un pasado doloroso.
Un mar infinito
Sea of Solitude es como suena, un mar que cubre casas, calles, señales, vehículos y que por kilómetros solo nos entrega soledad. Nuestra única compañía son monstruos que constantemente nos recuerdan la tragedia que ha vivido Kay a lo largo de su vida.
Este juego me impactó en primera instancia por su apartado visual. El manejo de los colores y el estilo gráfico fueron suficientes para llamar mi atención. Al jugarlo el impacto se mantuvo, pero me dejé arrastrar por su temática. No todos se atreven a contar una historia con tantos problemas y de esta manera.
Cada problema es un monstruo
Kay es una persona, que como todos, ha vivido momentos buenos y malos. En Sea of Solitude, cada uno de esos problemas encarna en un monstruo de color negro que representa las peleas, los problemas y las angustias, tanto suyas como de sus seres queridos.
Problemas maritales, un hermano al que le hacen bullying o la depresión de la pareja, son manejados de una manera muy interesante, pero a la vez directa. Me impactó demasiado el momento cuando llegamos a la escuela y solo se escuchan voces de “vamos a matarte”. A veces pensamos que eso no sucede, pero es más normal de lo que parece.
Lo que nos lleva al fondo
Cada quien maneja la depresión a su manera, algunos salen de ella pronto, otros no tanto. En Sea of Solitude, esta se ve representada como un enorme pez que navega constantemente ese majestuoso mar, siempre atento a nuestra caída. Cuando tocamos el agua, este se presta a atacar y si nos consume, será nuestro fin.
Entonces toda la travesía de Kay se remite a recuperar los buenos recuerdos de su familia, evitando caer al agua, además de alcanzar su propia salvación. Porque la protagonista también anda inmersa en su propia oscuridad, y solo la luz que sale de su mochila la puede guiar hacia la salida.
Siguiendo la luz
En Sea of Solitude no todo es oscuridad, nuestra barca y nuestro morral contienen algo de luz que alejan al gran pez y que también nos guían en la búsqueda de nuestra familia. Es como la representación de la esperanza entre tantas situaciones complejas.
Cuando caemos en este tipo de situaciones, siempre vamos buscando esa luz, ese punto en el horizonte que nos ayude a salir adelante, que nos permita ver que podemos estar mejor de lo que estamos ahora y que la enfermedad y los problemas se pueden superar.
Conclusión
Decidí analizar Sea of Solitude de una manera diferente, dejando de lado temas técnicos y jugables, porque al final es como lo sentí. Un viaje que muchos alguna vez hemos realizado en ese mar de soledad, huyendo de los monstruos y buscando la luz que nos permita recuperar la tranquilidad.
Seguramente el juego refleja las experiencias de muchos en Jo-Mei Games y es fantástico la manera como lo presentan, porque en mi caso, me sentí muy identificado con algunas de las situaciones allí presentadas, pero además la posibilidad de afrontarlas, así fuera en los zapatos de Kay.
No es fácil analizar este tipo de juegos, porque se salen de lo común, entran en un campo bastante emocional y personal. El que esté buscando un juego de plataformas para pasar el rato, este no va a ser su título, pero si quieren una experiencia, denle la oportunidad a Sea of Solitude. [77]