Veo también en Kotaku que el asesino de Halo 3 ha sido condenado por asesinato con agravante, intento de asesinato con agravantes y otros cargos relativos al crimen. Desgraciadamente, este historia no puede tomarse a risa como las dos que hemos publicado antes y que tenían final feliz.
Daniel Petric es un joven de 17 años y residente en Ohio al que sus padres habían prohibido comprar el videojuego Halo 3. El joven compró el título de Bungie a pesar de la prohibición y cuando sus padres se lo confiscaron por no escuchar sus advertencias, el «angelito» se cargó el cajón con cerradura donde se lo habían escondido y donde también había una pistola de 9 milímetros. Se fue al salón, les dijo a sus padres que cerraran los ojos porque tenía una sorpresa para ellos y les pegó dos tiros en la cabeza. La madre falleció y el padre fue gravemente herido.
Durante el juicio, su abogado adujo que David Petric tenía una seria adicción a los videojuegos y que estaba obsesionado con la franquicia Halo, aunque el Juez no ha tenido en cuenta tales hechos y ha sido condenado, aunque sin sentencia firme aún.
Tremenda historia. Y recordemos a todos los que quieran hacer leña del árbol caído que los videojuegos no matan, lo hacen las pistolas, sobre todo si caen en manos de trastornados.
Fuente | Kotaku | Associated Press