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Shadow of the Tomb Raider es muy emotivo pero poco cuidado

Shadow of the Tomb Raider, juego que cierra la nueva trilogía de Lara Croft, centra su experiencia de juego en entregar muchas emociones al jugador, cosa que logra, ya que su historia es bastante emotiva. Sin embargo, elementos como el combate y el aspecto gráfico no lo dejan sobresalir de la manera esperada.

Enfrentando a la trinidad

En Shadow of the Tomb Raider, Lara tiene bastante claro quien es su enemigo. La trinidad amenaza con cambiar las reglas de nuestro mundo y nuestra protagonista sabe que está en sus manos evitarlo. De allí que vemos como ella tiene una actitud más aguerrida, con nuevas habilidades en combate que la convierten en una enemiga letal.

Desde un comienzo tenemos sabemos nuestro objetivo. Una caja y una daga son los elementos que la trinidad busca para completar su cometido y a pesar de que siempre vamos un paso delante de ellos, logran arrebatarnos lo que hemos conseguido. Con el pasar de los encuentros Lara va perdiendo ese temor de enfrentarlos y llega un punto de la historia donde muestra su lado más salvaje.

Los diferentes encuentros con el líder de la trinidad, los peligros que enfrentan Lara, Jonah y los habitantes de Paititi, nos llevan a experimentar bastantes emociones, convirtiendo esto en uno de los puntos más fuertes del título.

Los enfrentamientos, lo menos llamativo

Todas esas nuevas habilidades que tiene Lara, esconderse en los arbustos, tanto del suelo como los de la pared, el uso de fango para camuflarse o la posibilidad de atacar con sigilo desde los árboles, no se explotan demasiado. Son pocos los enfrentamientos y a veces hasta muy desiguales.

En varias ocasiones he escuchado una frase que dice “no llevas una navaja a una pelea con pistolas”. Precisamente es eso lo que vemos en Shadow of the Tomb Raider, ya que varios enemigos solo tienen arcos y flechas para defenderse, mientras que nosotros contamos con pistolas y fusiles de asalto, una gran ventaja para nosotros. Desde allí comienza a verse algo común en el juego, que no está muy pulido.

Un fusil necesita de aproximadamente diez disparos para matar a un enemigo, mientras que ese mismo enemigo puede ser eliminado con dos flechazos, no importa la parte del cuerpo donde impacten. De igual manera las mecánicas de combate de estos presentan muchos problemas, siendo uno de ellos el que parecen tenerle temor al agua. Una vez un enemigo te descubre y tu te tiras al agua, este simplemente se devuelve a su posición inicial, solo que sin perder su estado de alerta, así que si sales del agua, entonces se devuelve a buscarte.

Igualmente la variedad de los enemigos no es mucha, siempre estaremos enfrentando soldados o contratistas de la trinidad con fusiles de asalto o miembros de una tribu cuyas únicas armas son arcos, espadas y bombas de humo. No se requiere ningún tipo de táctica especial para acabar con ellos.

Mejor opción en el sigilo

Donde verdaderamente destacan las nuevas habilidades de Lara es cuando trabajamos de forma sigilosa. Es bastante entretenido camuflarse con fango y luego escondernos en la maleza, para atacar por sorpresa a los enemigos. De igual manera el arco sigue siendo mi arma predilecta para este tipo de ataques..

Las opciones de mejora también están presentes y a medida que vamos actualizandolas, tenemos la posibilidad de acabar con más de un enemigo al tiempo, elaborar flechas de fuego, veneno o distractoras. En ningún momento me sentí a gusto en las situaciones donde, pistola en mano, debes enfrentar a los enemigos, no porque fuera difícil, sino porque no era divertido, así que siempre terminé optando por el sigilo.

Las nuevas dificultades abren muchas posibilidades

Una de las mayores novedades presentes en Shadow of the Tomb Raider es la posibilidad de ajustar la dificultad a diferentes aspectos del juego de forma separada. De esta manera es posible establecer niveles a los puzzles, el escenario y el combate. En lo personal, me encantó tener que explorar los terrenos identificando de qué salientes me podía colgar o de qué manera llegar a otro extremo del terreno.

Esto sucedió al establecer una dificultad alta en el escenario, ya que las típicas guías, esas que indican con color blanco donde nos podemos colgar y demás, no se muestran e incluso en los niveles más altos el instinto de supervivencia no muestra nada, a menos que vayamos adquiriendo dichas habilidades. Así pues, me sentí muy a gusto explorando y experimentando en diferentes terrenos.

Visitando criptas y tumbas

Si el explorar los escenarios fue divertido, las tumbas y criptas los fueron mucho más aún. No vas a encontrar dos iguales y sus acertijos siempre son un verdadero reto. Parece que gran parte del esfuerzo de Crystal Dynamics fue en este apartado, porque es de lo mejor que tiene el título. Es de esas excusas que te llevan a desviarte de la trama principal por un momento.

Otra novedad muy positiva son el rápel y las diferentes opciones de escalada, que otorgan un nuevo nivel de exploración y de resolución de puzzles. De verdad que me quito el sombrero frente a la creatividad mostrada por el equipo de desarrollo. Eso no significa que se encuentre exento de fallos y nuevamente que el juego no esté lo suficientemente cuidado, afecta algunas de las experiencias.

No sé de qué manera implementaron el funcionamiento de la linterna, pero era bastante curioso que se encendiera en sitios con mucha luz y que se mantuviera apagado en lugares donde la penumbra era extrema. Es más, había momentos donde dependiendo del ángulo de la cámara, la habitación donde nos encontrábamos se iluminaba por completo.

Repleto de bellos escenarios, aunque no todo el tiempo

Me voy a detener un poco en uno de los elementos que menos me ha gustado del juego. Shadow of the Tomb Raider está repleto de bellos escenarios, ya sean pueblos o tumbas. Algunos lucen de manera espectacular, especialmente por su iluminación. Esto casi siempre se presentaba con los templos, las pirámides o las estatuas.

Sin embargo, algunos elementos que componen los escenarios no tienen la calidad que uno espera. Las cascadas por ejemplo, se ven de muy baja calidad, al igual que algunos texturas de los árboles. Incluso Lara por momentos no se ve muy bien en cuanto a calidad gráfica. Esto se nota mucho cuando tenemos escenas cinemáticas. Allí el nivel de detalle es precioso, pero una vez volvemos al juego, este baja de manera considerable.

Esto también se ve reflejado en los animales, los cuales tampoco cuentan con el mejor de los modelados. El tan mencionado encuentro con el jaguar es muestra de ello. Desde ese momento se nota que faltaron detalles por mejorar en cuanto a ese apartado.

Paititi, la más grande y monótona

Desde su anuncio se hizo hincapié que Paititi sería el pueblo más grande jamás implementado en un juego de la serie Tomb Raider. Efectivamente lo es y de hecho tiene mucha importancia dentro de la trama. Aunque muchas de sus actividades, por no decir misiones secundarias, son bastantes monótonas.

En la mayoría de los casos estas misiones giran en torno a buscar gente o artefactos perdidos, los cuales, debemos encontrar, no sin antes hablar con varias personas o hacer algún tipo de favor. Durante ese proceso se puede notar que muchos de los habitantes de Paititi son prácticamente iguales y que además de esto el trabajo de doblaje, por lo menos en español latino, pudo ser mucho mejor. Ya que se ven casos donde mujeres con aspecto adulto, digamos 65 años, manejan un tono de voz como si tuvieran 25 años.

Claro que no todo es malo y en ese lugar se encuentran gran variedad de tumbas y criptas, además de personajes bastante importantes para el desarrollo de la aventura. Digamos que Paititi es un poco el reflejo general del título, con un gran tamaño, emotivo, pero por momentos repetitivo y muy poco pulido.

Conclusión

Shadow of the Tomb Raider, es un buen juego, así, a secas, que a pesar de sus novedades, principalmente en su transversalidad, narrativa y acertijos, sufre muchos problemas en sus mecánicas de combate y en su apartado gráfico, dando a entender que faltó tiempo para pulir ciertas cosas. Se disfruta, claro que sí, pero puede llegar a ser frustrante ver detalles como los NPC que desaparecen de un momento a otro ,la linterna que no enciende, los enemigos que se quedan atorados frente a un muro o incluso un mapa que te muestra activos objetos que ya recogiste.

Es una lastima que precisamente este título, encargado de dar cierre a la trilogía, no se encuentre a la altura de sus antecesores. A lo mejor el cambio de equipo de desarrollo tuvo que ver con el tema, eso no lo se. Pero si creo que es momento de darle un respiro a Lara Croft, aprender un poco de los errores cometidos en esta ocasión y volver desde cero, contando una nueva historia.[70]

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