Interesante artículo de opinión el aparecido en Wired en el que analizan el devenir de una generación lo suficientemente joven para haber crecido usando videojuegos, pero lo suficientemente adulta como para tener hijos. Lo que podríamos denominar la Generación Spectrum.
En dicho artículo el autor analiza algunas claves aplicables a la educación infantil con relación a los videojuegos y nos da unas claves de autorregulación tan curiosas como el método cinematográfico por el que si el contenido de un videojuego es violento no deberías dejar que tu hijo lo viera o el denominado método lego: si las luchas o combates son ficticios (contra muñecos, contra aliens…) se les puede permitir jugar, pero no si representan situaciones «reales» (títulos ambientados en la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo).
Echadle un ojo futuros papás y mamás. Tarde o temprano tendremos que enfrentarnos a ello.
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