Y tú que un día osaste reirte de Nintendogs… Te pensabas que la relación entre Miyamoto y los perros era púramente lúdica… Desengáñate. Como cuenta el amiguito de aquí abajo, a su can no le hizo mucha gracia descubrir que la Wii de su dueño no era demasiado «legal»… Que de gracias que la mascota prefirió tomarse la justicia por su cuenta en vez de denunciar a su amo a la Interpol….