Y así lo recoge la petición que le ha sido enviada a Obama
por parte del Frente Judaico Popular o algún partido extremista parecido.
En el cuerpo de la propia petición se recoge la posibilidad de destruir todas las copias del juego y de hacer una base de datos con jugadores y videojuegos con tal de ser procesados por ley.
Así pues, un tal B.Stephenson ha pedido a la Casablanca que se retire el juego de las tiendas actuales a favor de la juventud Americana alegando motivos tan justificables y nobles como:
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«… la perversión sexual y la homosexualidad son una amenaza que destruye las bases cristianas con las que la nación fue creada.»
«…ha sido probado que los videojuegos crean problemas sociales, étnicos y sanitarios en jugadores de todas las edades.«
Como consuelo, hay que decir que es necesario un total de 25,000 firmas para que la Casablanca se tome el tiempo de leerla, que no de aprobarla, y solo llevan 375 firmas 3 días después de su lanzamiento. Desconozco cuanto tiempo tienen para conseguir dichas firmas, pero podríamos decir que lo tienen un poco crudo.