Es habitual en los últimos tiempos que anualmente siempre podamos disfrutar de uno o dos sandbox que intentan quitar del trono a GTA o a RdR. La saga que estuvo más cerca de conseguirlo se llamaba True Crime, la cual tuvo dos entregas teniendo la primera de ellas bastante éxito tanto por parte del público como de la prensa.
Ahora nos llega Sleeping Dogs, el heredero espiritual de esta saga que promete plantar cara a todos los sandbox que salgan de aquí en adelante hasta que llegue el esperadísimo GTA V, sin duda, su mayor rival en los tiempos que están por venir.
En Sleeping Dogs encarnaremos al agente Wei, que tiene un oscuro pasado relacionado con las Tríadas más peligrosas de Honk Kong y que lo convierte a su vez en el mejor candidato para infiltrarse en las mismas.
Esta es la idea de la cual parte el juego y que se irá desarrollando a medida que vayamos avanzando por la historia principal del mismo. Deberemos ir haciendo misiones para lograr abrirnos un hueco en una de las Tríadas más poderosas de Honk Kong pero a su vez no deberemos olvidar que somos un agente de la ley. Para ello, además de la carga argumental del juego, de la cual no desvelaremos nada más que este escueto principio (nada me jodería más que estropearos alguna parte de esta historia con algún spoiler) tendremos dos tipos de puntuaciones en cada misión, una puntuación de tríada, que iremos ganando realizando acciones violentas, encadenando diferentes combos y otra multitud de fechorías y una puntuación policial, que empezará al máximo y de la cual se nos irán restando puntos cada vez que dañemos o matemos a un inocente, robemos coches o destruyamos mobiliario urbano.
Gracias a estas puntuaciones conseguiremos ir ascendiendo de nivel en uno o en ambos sentidos. Al subirlo además se nos dará un punto de habilidad que podremos usar para mejorar a nuestro personaje con varias habilidades características de cada uno de los dos bandos. Esto, además de ser bastante novedoso le da un toque RPG a Sleeping Dogs, aunque no es el único detalle que aleja al juego de un sandbox convencional, como podréis leer más adelante.
Un punto que es también bastante importante en las misiones de la campaña principal es la variedad de las mismas. Un fallo común que suelen tener este tipo de juegos es que las diferentes tareas que nuestros “jefes” nos encomiendan acaban resultando bastante repetitivas. No es el caso en Sleeping Dogs, en gran medida gracias a los numerosos Gadgets que tendremos a nuestra disposición que aderezan bastante unas cuantas misiones en las que tendremos que piratear cámaras u ordenadores, colocar micrófonos, forzar cerraduras, abrir cajas fuertes o incluso sacar fotografías con nuestro teléfono móvil.
Aparte de todo esto Sleeping Dogs también resulta algo diferente al centrarse más en el combate cuerpo a cuerpo que en los disparos, al más puro estilo de las películas de acción de los 80 o 90, protagonizadas por Van Damme y compañía.
El sistema de combate cuerpo a cuerpo está perfectamente integrado e incluye contrataques, agarres, golpes débiles o fuertes… todos se realizan con sus respectivos botones aunque podremos combinarlos entre sí con diferentes combos que podremos ir aprendiendo a medida que avance el juego e incluso podremos usar elementos del escenario para realizar agarres especiales con los que aniquilar a nuestros enemigos. ¿Cómo los aprenderemos? La forma es bastante curiosa y es que, para mejorar nuestra pericia en las artes marciales seguiremos un sistema de leveo parecido al de las habilidades de Tríada o policiales, aunque en esta ocasión, para subir un punto deberemos recuperar unas estatuillas que han robado a un maestro de Kung Fu que nos educó en la niñez. Cada vez que le entreguemos una nueva pieza subiremos un punto, escogeremos qué queremos aprender y nuestro sensei nos lo enseñará inmediatamente.
La otra cara del combate está en los disparos. El sistema está algo menos trabajado pero resulta igualmente eficaz. Podremos cubrirnos, saltar por encima de nuestras coberturas creando una especie de tiempo bala del que podremos sacar ventaja, podremos realizar disparos normales o precisos e incluso disparar sin ser vistos desde donde estemos escondidos aunque con una precisión casi nula.
Lo único que rasca un poco del combate a distancia está en las coberturas. Quizás el sistema podría haber aportado algo más o ser un poco más preciso aunque no es algo que vaya a afectarnos demasiado a lo largo del juego.
Continuemos con el siguiente punto básico de todo sandbox que se precie: la conducción y los vehículos. En Sleeping Dogs podremos manejar motos, coches y lanchas. El sistema de conducción es muy fluido y bastante más arcade que por ejemplo, GTA IV. Quizás hubiera estado bien un sistema de colisiones más refinado, o añadir un poco más de dificultad en la conducción a medida que nuestro coche va sufriendo daños, pero sin duda cumple a la perfección para las distintas persecuciones o desplazamientos por el mapa.
Otra de las características a destacar de Sleeping Dogs es su peculiar faceta plataformera. En algunas ocasiones deberemos trepar por andamios o edificios para alcanzar un determinado punto o para perseguir a algún fugitivo. Aunque el sistema es sencillo (simplemente tendremos que pulsar la tecla de salto) deberemos apretar el botón en el momento exacto para no rezagarnos y por cierto, unas cuantas sucesiones de fallos propiciará que también perdamos puntos policiales por ser tan torpes.
Además de las armas, los vehículos, el combate cuerpo a cuerpo y nuestra agilidad a la hora de pulsar el botón en las secciones plataformeras del juego también hay algunas otras cosas que nos ayudarán a superar los retos de Sleeping Dogs. Comprando comida, bebida o pagando por un masaje conseguiremos diferentes power ups que nos permitirán entre otras cosas, aumentar nuestro daño en los combates cuerpo a cuerpo o regenerar salud más rápidamente.
Otro factor de relevancia en este aspecto es nuestra reputación, que podremos ir mejorando realizando diferentes favores a personajes secundarios y que nos permitirá, a medida que subamos de nivel, comprar nuevos atuendos que pueden mejorar alguna de nuestras estadísticas o de obtener diferentes ventajas gracias a nuestra reputación.
Evidentemente todas estas misiones, sistemas, novedades, power ups y demás características no servirían de nada sin una buena historia que nos permita engancharnos al juego y Sleeping Dogs la tiene, dura, cruda, sangrienta, negra, tanto como las Tríadas de Honk Kong. Como ya he dicho no voy a desvelar nada de la misma, pero puedo aseguraros que vais a coger bastante cariño a Wei y a algunos de los personajes con los que estará implicado y que logrará provocar sentimientos encontrados a algunos jugadores. La parte negativa es que la trama principal podremos completarla, si vamos a piñón sin distraernos con todas las posibilidades, en unas 15 horas, dependiendo de nuestra habilidad con el juego, claro está. Ahora bien Sleeping Dogs nos ofrece muchas más horas de diversión gracias a una buena cantidad de eventos y misiones secundarias de reputación, mini juegos como el póker o el karaoke, diferentes casos policiales y redadas antidroga que sin duda amplían bastante la vida del título.
Además de todo esto Sleeping Dogs también cuenta con una especie de red social en la que se guardarán nuestras puntuaciones y las de nuestros amigos en varias misiones y en el que podremos picarnos con diferentes desafíos como por ejemplo, quien es capaz de realizar el caballito o el salto más largo o quien puede conducir a alta velocidad durante mayor tiempo sin dañar su moto o coche.
Para el final he dejado en esta ocasión el apartado técnico. Las texturas de los personajes, paisajes, edificios y diferentes objetos principales son muy buenas aunque bajan el listón en los objetos de relleno. Lo que más me ha gustado, sin duda, del apartado técnico de Sleeping Dogs es su sistema de iluminación, bastante logrado para mi gusto.
El peor aspecto de todo el entorno gráfico lo encontramos en las cinemáticas, que a veces vienen acompañadas por un buen bajón de FPS aunque por fortuna no nos los encontraremos fuera de las mismas y cuando estemos jugando realmente Sleeping Dogs correrá fluido y sin interrupciones.
Los tiempos de carga además son bastante breves si tenemos el juego instalado en nuestra Xbox 360 así que es bastante recomendables que no nos saltemos este paso.
Respecto al sonido, la banda sonora nos acompañará a la perfección a lo largo del juego, con temas perfectamente escogidos en cada ocasión, sobre todo en las emisoras de radio de los vehículos que nos sumergirán más aún en la temática oriental del juego.
Por último deciros que el juego se encuentra con audio en Inglés y Cantonés en ocasiones y con subtítulos en castellano. Personalmente lo prefiero antes que un doblaje mal realizado aunque podemos tener problemas a la hora de seguir el hilo de la conversación si mientras nos están contando algún dato estamos conduciendo algún tipo de vehículo.
Conclusiones
Sleeping Dogs es quizás el mejor Sandbox que ha salido a la venta tras RdR. Con una buena cantidad de detalles que hacen que el juego tenga una salsa distinta a la de los demás (gadgets policiales, partes bastante plataformeras, el combate cuerpo a cuerpo, misiones de reputación, mini juegos, toque RPG con el sistema de leveo…) hacen de Sleeping Dogs uno de los mejores juegos para disfrutar no solo este verano, sino todo este año 2012 tan lastrado de títulos de importancia con la gran cantidad de retrasos.
Sleeping Dogs es otro de esos maravillosos tapados que estamos descubriendo a lo largo del año y es altamente recomendable para todos los amantes de los juegos de acción, las películas policiales o los sandbox. Sin duda el juego de United Front y Square Enix que llegará a nuestro país a través de Koch Media es, sin duda, el mejor sandbox que podremos encontrar en el mercado desde que saliera RdR hace más de dos años. [90]