Durante los últimos años estamos asistiendo a una nueva tendencia que parece haberse vuelto bastante popular entre las compañías de videojuegos. Se trata de las Remasterizaciones. Este modelo de negocio se basa en coger juegos relativamente antiguos, añadirlos alguna mejora visual, mejorar la resolución y sacarlos de nuevo a la venta.
Normalmente este proceso se produce en sistemas donde el juego no había salido originalmente, ya sea sacando varios juegos de una misma saga bajo un mismo título o individualmente. Y así, si vamos ahora a nuestra tienda de videojuegos más cercana, podremos encontrarnos con títulos como Kingdom Hearts, Final Fantasy X, The Legend of Zelda: The Wind Waker, Metal Gear Solid 3 y más títulos los cuales, en principio, su tiempo ya ha pasado, pero que han recibido una “segunda vida” gracias a esta nueva corriente que se está desarrollando en la industria. Lo interesante es que, durante este último año, estamos viendo como esta moda está dejando de ser exclusiva de juegos antiguos, ya que se han anunciado unas cuantas remasterizaciones de juegos con pocos años de vida.
Así pues, podemos ver versiones renovadas de títulos como The Last of Us, Halo 4, Dark Souls 2 e incluso vamos a asistir a la remasterización de la remasterización con el lanzamiento de Final Fantasy X/X-2 para PS4. Si bien es cierto que habrá que esperar a ver si estas ediciones son en verdad remasterizaciones o simples ports, no deja de ser interesante este movimiento. Siempre ha habido títulos intergeneracionales, pero creo que esto es diferente, es extraño que títulos como The Last of Us o Dark Souls 2 reciban una versión para consolas de nueva generación un año después del lanzamiento original del juego.
De cualquier manera, lo que es innegable es que, independientemente de si se trata de juegos reciente o antiguos, esto ha creado cierto malestar entre la comunidad. Muchos acusan a las compañías de videojuegos de vagancia, de querer vender dos veces lo mismo, de no incluir suficientes novedades que justifiquen la compra de estas nuevas versiones, de querer tapar los enormes huecos del catálogo next-gen con lo que denominan “refritos”, etc. Lo cierto es que este tema no deja indiferente a nadie, y podríamos decir que la corriente mayoritaria es de rechazo hacia estas remasterizaciones (aunque luego las ventas no digan lo mismo). Por mi parte, yo tengo una opinión muy clara al respecto: Siempre estaré a favor de estas remasterizaciones. A continuación os explicare porque.
Si tú en 1999 querías jugar a Super Mario Bros. 3 tenías un problema muy grande. La verdad es que no había muchas opciones, el juego estaba descatalogado y la consola también. O conseguías una NES con el juego (o en su defecto, una SNES) de segunda mano o de algún familiar, o no te quedabas de otra que conformarte con una N64 y el Super Mario 64, una lástima. En cambio, si tú en 2015 quieres jugar a Kingdom Hearts II, solo necesitas tener una PS3 y 40 euros. Ya está, así de fácil. ¿Entendéis por donde voy, verdad?
Como aficionado a los videojuegos siempre he envidiado al mundo del cine por dos cosas: La primera es el no tener que poseer 200 reproductores para poder ver todas las películas del mercado. La segunda es, el poder adquirir un número bastante amplio de clásicos de todas las épocas, simplemente con ir a un centro comercial y comprarlos. Y este segundo punto, es el que creo que, en cierta medida, las remasterizaciones ayudan a mitigar. Gracias a las remasterizaciones, podemos seguir adquiriendo de manera legal, algunos de los más grandes títulos de la historia de este mundillo. Es cierto que los títulos que reciben una remasterización no dejan de ser una aguja en un pajar en comparación con todo el catalogo que queda en el olvido, pero oye, tampoco vamos a quejarnos, por algo se empieza.
Y muchos diréis “Pero es que para eso ya está la emulación”. Y sí que es verdad, pero bueno, no dejan de ser un medio no oficial, no creo que se deban de tener en cuenta en esta discusión. Son muy importantes a la hora de conservar el patrimonio que nos ha dejado este medio a lo largo de los años, pero creo que se debe de ofrecer medios oficiales para poder conseguir ciertos juegos.
Por esto estoy de acuerdo con estas remasterizaciones. Muchos diréis que Sony se aprovecha del público al sacar The Last Of Us Remastered para PS4. Bien, pues lo que yo veo es que Sony ha dado seis o siete años más de vida al juego. Al fin y al cabo aún nos podemos encontrar algunos juegos de primera hornada de PS3 bajo la gama Essentials ¿no? ¿Quién nos dice que no vaya a ocurrir lo mismo cuando PS4 esté a punto de cumplir su ciclo? Muchos diréis que no merece la pena jugar a lo mismo dos veces sin ningún añadido más allá del apartado visual.
A lo que yo digo ¿acaso los cinéfilos se quejan de que su versión de El Padrino en Blu Ray no tenga un nuevo final? No, porque ya de por si la obra es excelente y no necesita ningún añadido para mejorarla. Y aquí ocurre lo mismo, si el juego es bueno merecerá la pena volver a jugarlo aunque no traiga novedades ¿Qué estaría bien que se añadiesen novedades jugables tales como nuevas misiones? Pues sí, eso es innegable, pero si el juego sale como salió tampoco pasa nada, suficiente con que adapten la resolución, o que se mejoren problemas tales como la fluidez o el control. Además, nos dejamos un factor muy importante, que es la gente que no ha tenido la oportunidad de jugarlo, ya sea por no tener la consola correspondiente o porque el paso del tiempo ha hecho que el juego sea inaccesible. Aquí se les ofrece una nueva oportunidad de jugarlo.
Por esta razón no entiendo porque existe tanta crítica hacia las remasterizaciones. Sé que el catalogo next-gen es bastante escaso, y que a mucha gente le mosquea que la compañías saquen remasterizaciones en vez de juegos nuevos que justifiquen la compra de su consola. Esto lo entiendo y me parece normal, pero de lo que habría que quejarse es de que no inviertan en nuevos desarrollos, no de esto, que al fin y al cabo no hace más que ofrecer una alternativa más para jugar a algunos juegos. Y que nos ofrezcan más alternativas creo que siempre es positivo.
Así que, en definitiva, estoy a favor de las remasterizaciones y de cualquier forma que nos permita disponer de juegos antiguos de forma oficial y a ser posible en físico. Creo que es un aspecto que se debería de tener en cuenta a la hora de valorar estos lanzamientos y que creo que por lo general se obvia, razón por la cual escribo este artículo. No soy idiota y sé que compañías como Sony, Square-Enix y demás no hacen esto por amor al medio, sino porque les ofrece una fuente de ingresos segura y a bajo coste, además de permitirles tapar los huecos de un catálogo next-gen bastante pobre.
Pero aún así, aunque las razones no sean las que a mí me gustarían, sigo pensando que el hecho de poder disponer de estos juegos una vez su ciclo se ha cumplido es maravilloso. Y ojala siga así, ojala vea Metal Gear Solid: The Legacy Collection en PS4 por ejemplo, es más ojala dentro de treinta años, si voy a una tienda de videojuegos, pueda ver Metal Gear Solid: The Legacy Collection para la consola de turno. Aunque bueno, para ese tiempo probablemente ya ni exista el mercado físico, pero eso ya es otra historia…