System Shock es un nombre que siempre genera nostalgia. Un juego de culto que tendrá una nueva versión en 2023 y que gracias a Steam Next Fest es posible jugar a la demo y conocer ese aterrador mundo.
De otra época
El first person shooter fue el género que en su momento dominó las listas de popularidad en cuanto a títulos de PC respecta. DOOM, Quake, Duke Nukem. Juegos que en su momento pusieron unas bases y que han evolucionado para ser un género que aún domina, pero que además se reinventa.
Con el nuevo System Shock no sentí nada de eso. Los minutos que lo jugué me sentí en presencia de un título de otra época. Muy lento, con mecánicas que ya no se usan, con un apartado visual que ni siquiera se si llamar retro.
La ambientación se mantiene
Lo que si le abono a System Shock es que la ambientación sigue siendo muy bien lograda. Es como estar en el mundo de Blade Runner, con el peligro constante de SHODAN. Una inteligencia artificial que puede ser tan maligna como se pueda uno imaginar.
Todo el lugar genera esa sensación de zozobra, con la incertidumbre de qué encontrar en cada esquina, pero también la constante de no saber qué hacer, porque hay tantas entradas y elementos que es abrumador. A pesar de ser una demo, se puede recorrer una buena parte del lugar y descubrir sus secretos.
Pero sigo sintiendo que la experiencia se ve lastrada por una mecánicas de otra época y un apartado visual que deja mucho que desear.