Mist Valley es el último sucesor espiritual de Silent Hill en Kickstarter, estéticamente similar, con promesas de ser lo que nunca fue el Silent Hills… parece que hemos tenido un dejavú, hagamos un pequeño repaso.
Keiji Inafune reviviendo la saga Mega Man con Mighty No. 9, Yooka-Laylee de los ex RARE, Bloodstained: Ritual of the Night de Koji Igarashi usando una vez más el malogrado término metroidvania y ríos de juegos auto declarados “sucesores” de a menudo grandes sagas de antaño llegan a Kickstarter incluso de la mano del creador original.
El éxito de proyectos de este corte deja ver la situación actual de las plataformas de micromezenazgo, algo que nació como lo que tenía que ser una puerta de entrada para pequeños equipos en el desarrollo videojuegos y un lugar aislado de las imposiciones de grandes empresas se ha convertido lentamente en una factoría de nostalgia. La mayoría de proyectos que se han financiado con éxito y de los que gran parte de la prensa se ha hecho eco tienen un par de puntos en común: el primero un personaje clave, conocido en este sector o el segundo, una saga o género muy querido que ahora está desaparecido o en claro declive.
Si echamos una vista rápida a nuestro medio desde fuera y sin conocimientos previos nos encontramos con un sector que apoya las entregas anuales y el reciclaje de mecánicas hasta la saciedad y donde muy pocos se salen de lo común, pero si profundizamos nos encontramos una comunidad cansada de estas prácticas y busca desesperadamente un soplo de aire fresco.Eso es lo que empezó siendo Kickstarter, ¿pero entonces porque en los proyectos que triunfan en Kickstarter son de corte tan clásico?
Probablemente se deba a la desconfianza algo totalmente natural. Como backer lo que buscas es la seguridad de que el proyecto que apoyas te va a dar lo que esperas; pongamos un caso hipotético ¿quién habría apoyado un juego como Metal Gear Solid en su momento? casi con toda seguridad muy pocos o casi ninguno de nosotros. Los estudios tienen como poderosa arma y enorme handicap la nostalgia de los jugadores y apelan a ella para conseguir financiación con obras que te recuerden a tus juegos preferidos y a no ser que tengas un alma de mecenas y te guste “jugártela” esos serán los juegos que apoyes.
Todo esto ha transformado esta plataforma en la más conservadora de las desarrolladoras, hecho que hace que nos planteemos si estamos apoyando los proyectos correctos y si tendremos o no derecho de quejarnos cuando salga el próximo Assasin’s, FIFA o cualquier remastered. Probablemente la gran mayoría de los jugadores no estemos preparados para decidir que queremos y no jugar, evidentemente el cambio da miedo, pero no siempre podemos vivir con lo mismo, hay que aprender a cambiar, hay que escapar de la Fábrica de Chocolate.