Sword Art Online: Last Recollection, la nueva entrega de la serie de juegos basados en las novelas de Reki Kawahara, marca el colofón a una década de títulos a cargo de Bandai Namco que han explorado tramas alternativas a una serie original con más de una década de historia.
Veremos si este nuevo intento logra cumplir con las expectativas y dar finalmente el paso necesario en cuanto a acabados para ser considerado, por fin, un referente en su género.
Una saga con historia
Para aquellos que no estén familiarizados con Sword Art Online, la trama sigue las peripecias de Kirito, un chaval que inicialmente se ve atrapado en un mundo virtual llamado Aincrad al poco de ponerse a jugar a un nuevo MMORPG de moda (sí, el que da nombre a la serie) y que permitía al jugador una inmersión total en el mundo del juego gracias a la utilización de un dispositivo VR. El problema surge cuando, tras la venta del juego, el creador anuncia que los jugadores no podrán salir a menos que cumplan objetivos específicos además de informar de que si mueren en el juego, lo harán también en la vida real.
En esta entrega, que aborda el arco War of Underworld, Kirito se encuentra en un conflicto en uno de esos mundos virtuales entre el Reino Humano y el Territorio Oscuro. Y resulta que esta última, la que sería la facción belicista, aparentemente busca un acuerdo de paz donde se terminarán implicando nuestros protagonistas. Hay que señalar que al ser la vertiente «videojueguil» de la saga, Last Recollection no sigue de una manera fiel la línea original de la serie; se basa en el ‘Gameverse’, una línea temporal alternativa desarrollada en los diferentes juegos de la franquicia. Esto hace que, aunque Sword Art Online: Last Recollection cubra el arco de la serie mencionado, no quiere decir que lo haga de manera fiel como ya iréis comprobando si seguís el anime.
Un MMORPG “de pega”
Realmente que sea «pasillero» no me ha parecido malo en realidad, ya que muchos juegos que apostaron por esto no es que saliesen mal precisamente. De hecho a muchos jugadores, como a mí, por esto quizá tengan la sensación de que todo está quizá más aprovechado, ya que siempre tenemos la sensación de que al explorar podremos encontrar algo útil aunque no siempre sea el caso. Eso sí, la estructura del mapeado a pesar de lo dicho, es bastante limitada. Pero vaya, por lo menos incita a explorarlo.
Combate bastante decente…
Por si fuera poco hasta podemos crear a uno desde cero a partir de cierto punto y que no solo nos servirá para utilizarlo en la historia principal, también para un pequeño modo multijugador online cooperativo con el que cuenta esta entrega.
…y con buenas ideas algo desaprovechadas
Eso sí, un poco de cal y arena en el aspecto jugable. Básicamente porque cuando estemos inmersos en las batallas, a pesar de que veamos árboles con habilidades varias a conseguir y además poder gestionar a nuestra party, la verdad es que va a dar un poco igual en qué centrarse viendo que en dificultad normal los combates no dejan de ser fijar al rival y machacar el botón de ataque hasta que rompamos la guardia del enemigo.
A partir de este momento ya es cuando podemos ejecutar las “artes”, habilidades que previamente habremos asignado y el contar con ataques conjuntos con nuestros compañeros. De hecho a estos últimos les podemos asignar acciones para que las gestione la IA, aunque no siempre responda del todo bien. Realmente son combates divertidos e intensos, sobretodo cuando hay que enfrentarse al jefe de turno, pero en su mayor parte estaremos dándole al botón de ataque sin más preocupación. Y todo sabiendo que hay una decena de estilos de combate disponibles, se siente todo un poco desaprovechado.
Un acabado algo limitado
Quizá la mayor queja que puedo tener (y que quizá suele pasar a menudo en las producciones de Bandai Namco) es que se nota que hay cierta falta de presupuesto, sobretodo en el apartado técnico en general, ya sea en la presentación de los escenarios y en las animaciones de los personajes. Quizá donde más se nota esto es en las conversaciones entre personajes ya que se hacen mediante diálogos donde vemos unos quizá demasiado simples modelados en 3d que cuentan con una serie de animaciones algo justas. Y como esta forma de abordar la narrativa es la principal, lo cierto es que esto podría haber estado algo más cuidado.
Curiosamente hay una serie de episodios secundarios de la historia donde estos diálogos son en formato Visual Novel, con los diseños de los personajes en 2D. Una forma de contar parte de la historia que a mucha gente no le hubiese importado que fuese la forma principal. Por cierto, el juego cuenta con doblaje al inglés y al japonés, este último (muy superior) cuenta con los seiyuu originales de la serie, lo cual siempre es algo a destacar.
En definitiva
Sabiendo que el combate es quizá lo más destacable del juego (sin llegar a sorprender), que el apartado técnico es simplemente correcto y que está hecho para a los fans de la saga, quizá el regusto es que sabe a poco y todo se queda un poco a medias. Sobre todo porque te presentan muchas posibilidades jugables que al final se quedan en nada. Además si apenas conoces la serie (o simplemente la desconoces) es posible que no termines de conectar con los personajes y te perderás muchas referencias de manera inevitable. Y lo malo es que el juego tampoco hace ningún esfuerzo en ponerte en contexto.
La estructura de la aventura presentada en Sword Art Online: Last Recollection entretiene, a pesar de los infinitos tutoriales que rompen bastante el ritmo, y a lo largo de sus 30 horas lo cierto es que no vas a pasar un mal rato precisamente. Además está traducido al español, aunque he visto por ahí algún fallo al respecto. Eso sí, si te gusta el manganime y los RPG japoneses de acción con un transfondo bélico, lo cierto es que no hace mal papel y podrá gustar al jugador medio, pero se hace difícil recomendarlo si no conoces la serie. [70]