A solo una semana del lanzamiento de la nueva entrega de la saga Resident Evil. Su director, Masachika Kawata, y productor, Koshi Nakanishi, viajaron hasta Madrid para compartir nuevos detalles en un evento organizado por Playstation España y Koch Media.
Todo listo en el espacio Mood de Malasaña.
En una sala ambientada para la ocasión. Llena de muebles antiguos, viejos televisores, cuadros tenebrosos y la loca de Marguerite pegando gritos. Las dos mentes detrás del terror de Resident Evil 7, abrieron el evento hablando acerca del desarrollo del título.
Masachika Kawata (Director) y Koshi Nakanishi (Productor)
Un vistazo al pasado desde otro punto de vista
Resident Evil 7 nació con un objetivo claro, devolver la saga a sus orígenes. Por ello, según el propio Kawata, el primer paso que tomaron fue indagar en la naturaleza del primer Resident Evil. Para el director japonés, el mayor atractivo del título era su misterio: «¿Por qué están ahí los personajes» «¿Por qué hay monstruos?». De ahí provenía su diversión. De la resolución de enigmas y los encontronazos con las criaturas.
¿Recordáis recorrer los angostos pasillos de la mansión, resolviendo puzles mientras sentíais el incesante acoso de los zombis en vuestra nuca?
Esa es la experiencia que buscan rememorar con este nuevo Resident Evil 7, pero esta vez desde una nueva perspectiva.
Capcom mira atrás para traer de vuelta el horror clásico y aderezarlo con elementos actuales que nos sumerjan en él. Así es como la vista en primera persona y la realidad virtual fueron una idea constante durante el desarrollo del proyecto.
Por si fuera poco vernos cara a cara con los peligros que encierra la mansión de la familia Baker. Capcom estrena el RE Engine. Un nuevo motor gráfico, diseñado específicamente para Resident Evil 7, capaz de mostrar texturas hiperrealistas. Es aquí donde se esconde el horror. Donde Resident Evil 7 nos tiende la mano, la aprieta y nos arrastra a su pesadilla. Y es que el nivel de detalle de los escenarios juega un papel muy importante en la inmersión. La suciedad, las vísceras, la madera carcomida, son ejemplos de elementos que en conjunto dan como resultado una atmósfera inmersiva. Terrorífica y desagradable por su nivel de realismo.
Espíritu propio
Conscientes de las comparaciones con otros títulos como PT, Outlast o Amnesia; Kawata y Nakanishi prestaron gran atención en resaltar la personalidad de Resident Evil 7. Según Kawata: «Resident Evil 7 se diferencia de otros juegos de terror en que es a su vez un survival. No vas a limitarte a ser asustado, sino que vas a tener que defenderte para sobrevivir». Además, añade que empezaron a trabajar en la idea de adaptar Resident Evil al punto de vista en primera persona, mucho antes del éxito de títulos como PT. Con estas declaraciones Kawata busca desmentir influencias. Advirtiéndonos que, a diferencia de los juegos mencionados, el terror no proviene únicamente de la indefensión y los sustos, sino de la tensión de tener que defendernos de nuestros perseguidores.
Puesta en marcha
Por supuesto, no podía marcharme del evento sin probar Resident Evil 7 con las gafas Playstation VR. Así que tras resolver una serie de acertijos y pasear a la loca de Marguerite Baker en su silla de ruedas (no pude evitarlo), tome asiento, respiré hondo y me concentré en no quedar como un gallina delante de todos. Resultado: Objetivo conseguido, bueno, casi. Pero dejando de lado miedos y traumas, tuve la ocasión de poner a prueba a Resident Evil 7, y saqué varias conclusiones: En el aspecto jugable, recuerda mucho más a Alien Isolation que a PT u Outlast.
La demo comenzaba justo después del final de la primera prueba “Beginning hour”. Estás sentado, amordazado, y asistes a una “encantadora” velada con los Baker. Escapas y debes investigar la casa encontrando recursos para poder avanzar y defenderte, como llaves, palancas para arrancar maderas o armas de fuego. En mi partida encontré balas, pero ninguna pistola. Así es como empezó el tenso juego del gato y el ratón con el bueno de Jack Baker, que quería hacerme ver su pala un poco más de cerca.
En cuanto a la VR, la inmersión es total. Si tienes unas gafas de realidad virtual, Resident Evil 7 es la experiencia que estás buscando. Los detalles se hacen reales. Sientes la presión de tener a alguien al lado, de estar en un sitio desconocido. Te encontrarás asomándote con temor a un pasillo antes de avanzar. Y lo más importante, no estas atento a todo. Al jugar en realidad virtual, la visión se centra más en lo que hay delante, quedando lo que hay alrededor en un segundo plano. Esto suma al juego un nuevo grado de tensión. Quizá estés demasiado concentrado buscando algo en los cajones, que ni te des cuenta de que el asesino ha entrado en la habitación.
Sin embargo, también tiene algunos fallos. Si es vuestra primera vez con esta tecnología. Puede ser normal que experimentéis un leve mareo. Al cerebro le cuesta entender eso de moverse estando sentado en una silla, pero no dura mucho. Solo es cuestión de acostumbrarse, unos pocos segundos, y a partir de ahí no experimentaréis más problemas. Por otro lado, en ocasiones la cámara no es del todo intuitiva. Necesitareis hacer uso del stick derecho para reorientar la visión del personaje al realizar acciones como dar la vuelta y continuar mirando al frente, si no queréis acabar con el cuello como el de la niña del exorcista.
Todo muy acogedor.
En definitiva. Resident Evil 7 es un juego del que no esperaba mucho tras probar su primera demo, pero con solo probar un capítulo del juego ya terminado, la experiencia ha sido totalmente distinta. Si la demo era un juego de pasear y ser asustado, el título completo demuestra ser un juego más profundo que te exige mucho más. No bastará con esconderte y evitar el peligro. También nos obliga a sobrevivir, buscar recursos con los que pelear y resolver puzles para poder continuar. Todo ello en una ambientación muy trabajada y detallada que hará que desees volver una vez más a la mansión de los Baker.
Resident Evil vuelve a sus orígenes, con nuevas propuestas pero sin perder su esencia el 24 de enero.
Welcome to the family, son.