The Artful Escape, mucho mensaje pero poco juego

Beethoven and Dinosaur nos presentan en The Artful Escape un juego con un interesante mensaje, pero que no aprovecha su entorno para llegar a dicho destino. Visualmente hermoso, con un interesante acompañamiento musical, el título se queda lejos de enganchar en temas importantes como jugabilidad o historia.

The Artful Escape

El nombre de la familia en alto

Francis Vendetti tiene el peso del mundo sobre sus hombros. Su tío, John, era un prodigio del Folk y todo el pueblo de Calypso espera que nuestro protagonista esté a la altura. Todo comienza con un concierto y termina por un viaje psicodélico de descubrimiento y definición de la personalidad.

Para mi The Artful Escape es eso. El reconocer que debemos ser felices nosotros y no intentar satisfacer las expectativas de los demás. En este colorido viaje Francis descubre que lo suyo es otro género musical y que para quitarse esa presión de encima debe ser como él es, no intentar agradar.

Para esto recorremos una gran variedad de mundos, conociendo personajes, escenarios, historias y sonidos que dan forma a esa nueva personalidad del protagonista y que le ayudan a descubrir su propósito.

The Artful Escape

Le falta fuerza

Hay un término culinario que me gusta mucho “Le falta fuerza”. Cuando un alimento no tiene fuerza es porque visualmente es atractivo o sus ingredientes generan sensaciones al escucharlos, pero cuando los pruebas sientes el sabor por un instante y luego se va, no permanece esa sensación por mucho tiempo.

Con The Artful Escape sucede lo mismo. El título visualmente es genial. Escenarios coloridos, personajes psicodélicos, situaciones extrañas. Tiene todo para ser un cóctel que en cuando se mezclen sus ingredientes, va a ser genial, pero no lo es.

Aquí sucede nuevamente el caso de poner muchas mecánicas al tiempo y no explotarlas. Decisiones que no llevan a nada, giros en la trama que no llevan a nada, situaciones entre personajes que no llevan a nada, opciones de personalización que no llevan a nada. El juego quiere ir directo al grano, a entregar el mensaje y ya.

The Artful Escape

Tibieza musical

La mecánica central de The Artful Escape es la combinación de botones para generar sonidos. Si, es un juego de corte musical. Pero la mayor parte del tiempo tocamos una tonada y con un solo botón. En algunos casos otros personajes no indican las combinaciones a tocar.

No puedo negar que esos momentos hacen sentir poderoso, pero tampoco se aprovechan. Francis es una persona insegura, pero no tenemos un recorrido para eliminar esa inseguridad, sino todo pasa de 0 a 100 en un instante. No hay errores, no hay consecuencias. Si te equivocas en una nota, espera que se muestre la combinación de nuevo y repite.

La interacción con los “jefes finales” son prácticamente los mismos en cada nivel y las plataformas no son ningún reto, son solo una excusa para saltar y tocar la guitarra en el aire con el propósito de iluminar el lugar.

The Artful Escape

Conclusiones

Que Annapurna Interactive esté detrás de un proyecto casi siempre es señal de entretenimiento e innovación, lo vimos hace poco con 12 Minutes. Sin embargo The Artful Escape se queda muy corto en ambos aspectos.

Si, el mensaje que deja el juego es poderoso, pero el título se enfoca en llegar a la moraleja pronto y no se apoya en los elementos que lo rodean para entregarlo. Las plataformas, mecánicas musicales, decisiones y/o personalización, no aportan mucho. Todo se convierte en un avanzar para terminar rápido.

Lo único que se salva es el apartado visual. Esos mundos psicodélicos y algunos de sus extraños personajes son divertidos y el apartado musical también es interesante. De ahí en más no es mucho lo que se salva.[50]

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