Uno de los primeros proyectos de Kickstarter que me llamó la atención fue The Banner Saga. Ha pasado más de año y medio desde que la campaña de financiación termino y el juego está a punto de salir. En menos de un mes, el 14 de Enero, estará disponible para todos los jugadores que quieran darle una oportunidad.
Para hacer un poco más corta la espera y probar el sistema de combate con jugadores reales, hace algo menos de un año que Stoic Studio sacó The Banner Saga: Factions. Se trata de un Free to Play en el que podemos jugar combates de estrategia por turnos con otros jugadores y del que ya os hablé un poco hace tiempo.
Estos último cinco días he tenido ocasión de jugar a la versión preview de The Banner Saga. Cuando me enviaron esta versión me indicaron que contenía unas 3 o 4 horas de juego (y que estimaban que la campaña dura entre 10 y 13 horas). No puedo confirmar la duración total del juego, pero sí me gustaría comentar que he tardado unas 5 horas y media o 6 en completarla, lo cual es muy positivo teniendo en cuenta que aunque no he ido muy rápido, tampoco me he entretenido demasiado.
Teniendo esto en cuenta, me gustaría destacar que estas impresiones se basan en una versión del juego que sólo incluye las primeras horas de la campaña. Si Factions era multijugador y se centraba única y exclusivamente en los combates, en The Banner Saga lo que prima es la historia. La campaña para un jugador (el único modo de juego que se incluye en la versión que he jugado) está totalmente dirigida por la narrativa.
Lo primero que llama la atención es su línea artística, que entra por los ojos. A mi es lo que me atrajo del juego cuando vi algunas de sus imágenes por primera vez en internet. El apartado gráfico está muy cuidado, con enormes ilustraciones para personajes y escenarios y un genial uso del parallax scrolling (para los que no sepan lo que es, se trata de una técnica muy utilizada en la que los fondos se realizan con varios planos que se mueven a distinta velocidad para dar sensación de profundidad).
Las conversaciones suelen hacerse mostrando un primer plano del personaje que está hablando y el que escucha aparece de espaldas. Estas escenas están animadas, con ligeros movimientos de pelo, ropa y poco más. Salvo los dos vídeos de introducción (que si no recuerdo mal son los mismos que los del Factions), el juego no está doblado. Prácticamente todo se explica con textos. La simpleza de estas secuencias de conversación está orientada a no distraernos de lo que de verdad importa.
Éste es un juego bastante atípico. Si ahora está de moda mostrar mil secuencias de vídeo (ya sean CGI o con el motor del juego), en este caso los desarrolladores han decidido narrarnos los acontecimientos como si de una aventura conversacional se tratara. A mi, que me gusta mucho leer, es un detalle que me ha encantado. Ya hay muchos juegos que ofrecen una acción inmediata y coger de vez en cuanto uno más reposado se agradece.
El juego va a salir únicamente en inglés y he de decir que de un nivel bastante más alto de lo que estamos acostumbrados en otros videojuegos. Probablemente esto suponga una barrera para mucha gente, pero merece la pena hacer un esfuerzo por la historia, que no es la típica del malo malísimo que quiere conquistar el mundo. Con una ambientación nórdica pero en un lugar ficticio, conviven humanos y varl (similares a los humanos, pero el doble de grandes y con cuernos). Y frente a ellos está una amenaza común, los dredge (que recuerdan a golems de piedra). En lugar de una aventura de héroes y villanos, se centra en los personajes y las relaciones entre ellos.
Durante la aventura viviremos el viaje que realizan los protagonistas por unas tierras en las que el mayor enemigo son el frío y la falta de alimentos. Con mucha frecuencia, durante las conversaciones, tendremos que elegir una respuesta de entre varias disponibles. Algunas veces simplemente se abrirán nuevas ramas de conversación. En otras muchas ocasiones, sin embargo, afectarán directamente a los acontecimientos. Tendremos decisiones sencillas y otras mucho más complicadas. A veces querremos elegir la opción más heroica pero normalmente será la menos aconsejable.
Nuestros protagonistas no viajan solos, sino que van en una caravana de gente, con multitud de aldeanos, guerreros humanos y varl. Durante el viaje, a medida que pasan los días, las provisiones irán disminuyendo, y con ellas, nuestros acompañantes y su estado de ánimo. En función de nuestras decisiones se unirá gente a nuestro grupo y se marcharán otros. Del mismo modo obtendremos más o menos renombre, que se podría considerar la moneda del juego y que se utiliza tanto para mejorar a los personajes jugables como para comprar equipo para ellos o provisiones.
Podremos establecer un campamento en cualquier momento. Esto es útil para gestionar a nuestros guerreros y descansar si alguno de ellos está herido, pero a costa de gastar más provisiones al alargar el tiempo de la travesía hasta el siguiente pueblo. Otras decisiones pueden hacer que alguno de los protagonistas abandone el grupo o incluso pueda morir. Y en algunas ocasiones se nos dará la opción de resolver los acontecimientos de distinta manera, unas veces por la fuerza, mediante una batalla y otras utilizando el ingenio.
Todos estos pequeños detalles junto con lo bien definido que está el carácter y trasfondo de los protagonistas te sumerge de lleno en la historia y hace que medites cada respuesta que das. A mi me ha enganchado muchísimo. Y para completar todo esto, durante los trayectos podremos acceder a un mapa enorme, que nos indicará dónde estamos y nos mostrará un pequeño párrafo de los 370 puntos de información que contiene. La atención al detalle del juego es enorme, y cosas como esta lo demuestran.
En la versión del juego que he probado no podemos elegir nuestro destino en el mapa, sino que el viaje está definido por la historia. No se si más adelante se nos permitirá escoger a dónde ir directamente en el mapa, pero supongo que seguirá como en lo que he probado y será en las opciones que nos de la narración donde podremos escoger ruta.
Pero no todo es leer y elegir opciones en conversaciones o menús. Una parte importante del juego siguen siendo las batallas. Se realizan en un tablero situado sobre bonitos escenarios. Podremos controlar a un máximo de 6 personajes que iremos moviendo por turnos, alternándonos con el enemigo. El juego utiliza un sistema aparentemente sencillo. En su turno, un personaje puede moverse primero y después atacar o utilizar una habilidad especial (cada personaje tiene la suya propia).
La vida de un personaje también es su fuerza, así que si su vida baja, también lo hace su ataque. Como después de cada turno de un personaje siempre le toca mover al rival, a lo mejor interesa dejar a los contrarios vivos pero con poca vida, para que no controle siempre a personajes fuertes. Pero eliminar a un contrincante también tiene sus beneficios. El sistema de combate es muy sencillo de aprender, pero nos da muchas posibilidades estratégicas.
No se incluye muerte permanente. Si uno de nuestros protagonistas muere en una batalla no lo perderemos, pero sí quedará herido y tardará uno o varios días (de tiempo de juego) en recuperarse. Si jugamos alguna batalla con un personaje herido, éste empezará con su vida y defensa más bajos de lo normal.
No he encontrado los combates excesivamente complicados, aunque a medida que avanzamos la dificultad va subiendo de una forma bastante equilibrada. Antes de empezar a jugar, me temía tener que reintentarlos muchas veces, pero al final ha resultado ser bastante asequible (en el nivel de dificultad normal, aunque también hay otro más sencillo y uno más difícil). Al principio, al ver a los enemigos, la cosa impone un poco, pero con una buena estrategia los resolveremos sin demasiados problemas. Eso sí, las luchas suelen resolverse de forma bastante ajustada, no vamos a ganar con todos nuestros personajes en pie y la mayoría acabarán bastante tocados.
Casi todas las luchas se realizan por motivos argumentales (algunas podremos incluso evitarlas, como he comentado con anterioridad) y al ganarlas darán paso a nuevos acontecimientos. Pero hay un tipo de batallas llamadas guerra (war en el juego) un poco distintas. Nuestra caravana de personas van cientos de personas y estas guerras se producen entre la caravana completa y los enemigos. El juego no nos va a mostrar una batalla multitudinaria. Simplemente tendremos que elegir de entre una serie de opciones estratégicas.
Una de ellas nos permite enviar a nuestros protagonistas a la batalla, de modo que jugaremos como si de otra lucha se tratara, aunque en esta ocasión son un poco más sencillas que el resto. El truco está en que al terminar podremos elegir retirarnos o continuar luchando contra otro grupo de enemigos, pero con los personajes que nos queden en pie y con su estado. La recompensa será mayor, obviamente, cuantos más enemigos eliminemos, pero si continuamos luchando hay bastantes probabilidades de perder la lucha.
La música corre a cargo de Austin Wintory, el compositor de la banda sonora de Journey. Redondea de maravilla el producto. Estoy deseando que se publique en Bandcamp (si es que lo hace) para comprarla.
The Banner Saga es un juego bastante completo. Lo estaba esperando con muchas ganas y no me ha defraudado. Ha sido uno de los juegos que más he disfrutado este año, aunque sólo haya podido jugar una parte. Tanto, que tras terminar la versión de preview he vuelto a empezarlo inmediatamente. No es un juego para impacientes, invita a jugarlo con calma. La historia está muy trabajada y parece más adulta de lo habitual (al menos lo que he podido ver), los combates son entretenidos y todo el conjunto se hace muy ameno. A mi me ha encantado, ya estoy contando los días que falta para que se ponga a la venta.