Gamescom terminó hace casi un mes, pero sigo dando poco a poco información de lo que pudimos probar en la feria. Nos plantamos delante del stand de Bethesda pidiendo nuestro sitio para probar el nuevo MMO del momento. ¿Quién no ha pensado jugando a Skyrim o Morrowind que un MMO con este mundo sería la leche?.
He dicho muchas veces que World of Warcraft, además de ser un gran MMO, ha hecho un daño enorme en el subconsciente de los jugadores. Si vienes de WoW, cualquier cosa que juegues después de él te va a parecer un desastre. Siempre es un producto menor si lo comparamos con el gigante de Blizzard. Bioware lo intentó con Star Wars: The Old Republic y los jugadores, tras la primera ilusión, le dieron la espalda y se tuvieron que pasar al F2P. Muchos otros han entrado en la batalla por un trocito del pastel: Aion, Conan, Runes of Magic, Everquest… todos tienen sus seguidores pero ninguno le ha hecho daño al «rey».
Ante este panorama tan tenebroso no pensaba que Bethesda se lanzase a la aventura con su propio MMO: The Elders Scrolls Online (desde ahora TESO). Si no has vivido en la selva o en mitad del desierto, conocerás la franquicia The Elder Scrolls. Estamos hablando del juego que potenció los mundos abiertos y el libre albedrío, que situó con Morrowind al jugador en un mundo gigantesco como nunca antes se había visto. Con Oblivion además se convirtió en uno de los mejores juegos en lo que a gráficos se refiere y, que decir de Skyrim, uno de los mejores juegos de rol de esta generación y, posiblemente de la historia. No nombro los dos primeros porque apenas los pude jugar en su tiempo.
Con estos precedentes, mis expectativas estaban bastante altas. Me senté en mi puesto y vi que los chicos de Bethesda habían cuidado todos los detalles. Frente a nosotros un PC precioso y un teclado + ratón tope de gama de la marca Mad Catz. Con semejante máquina sabía que iba a disfrutar del juego en su máximo esplendor.
Manos al teclado y creamos un primer personaje: un guerrero. Soy básico y ya lo veréis en los análisis o vídeos míos en el canal de Youtube: siempre creo un guerrero para las primeras impresiones. Me parece el personaje más básico para aprender los conceptos de un MMO y poder disfrutar, en tiempo récord, de lo que me ofrece un juego de este tipo. Me acordé de mi guerrero nórdico de Skyrim y creé algo parecido. No pude modificar ningún parámetro más allá del nombre y la apariencia, nada de signo del zodiaco como en los anteriores juegos. Estaba contento con mi personaje y tenía ganas de verlo en acción.
Aparecí en una posada de un pequeño pueblo en una isla perdida. Acostumbrado a empezar como un prisionero o salir de un barco como esclavo, esto era un comienzo totalmente nuevo para mi. Una charla rápida con el tabernero y le eché un vistazo rápido a la sala. En comparación con Skyrim, el número de objetos con el que interactuar de la habitación se ha limitado al máximo. Es normal pensando en el concepto de MMO y la carga que supondría crear algo tan grande y darle el mismo número de detalles que estamos acostumbrados a disfrutar en la saga The Elder Scrolls. Lectura de libros, algún objeto suelto y salgo de la taberna con la información necesaria para mi primera misión: preséntate en la casa principal de la aldea.
Misión tras misión vamos consiguiendo esos puntos de experiencia tan necesarios para desbloquear el árbol de experiencia de nuestro personaje. Mi elección fue potenciar el hacha a dos manos y colocar en el panel de habilidades lo que había desbloqueado. Tenemos cinco huecos de habilidad que hace el juego más simple y simplifica el proceso de elección. Tenemos que pensar que ESO está pensado para jugarse con un mando de consola, además del propio ratón más teclado. Con la tecla «Q» nos curamos con lo mejor que tengamos en el inventario, una pócima o comida.
A nivel gráfico TESO está a otro nivel respecto al resto de MMO que hay en el mercado, le da una patada en la boca a lo mejor que hayamos podido ver en el género y está casi a la par de Skyrim. Eso en un MMO es grande, muy grande. El sistema de juego es prácticamente el mismo que ya hemos disfrutado en estas últimas ediciones de la saga. TESO es el paso que necesitaba el universo creado por Bethesda para alcanzar un nivel nunca visto antes en otro multijugador masivo. TESO se puede convertir en el juego que apuntille World of Warcraft, porque a nivel técnico lo deja a la altura del betún, aunque hay que reconocer que WoW lleva en el mercado demasiados años sin actualizar su parte técnica.
Fueron dos horas de juego y disfrute, conseguimos salir de la isla principal y llegar al continente tras una refriega y un par de quests (misiones) iniciales muy épicas. En un momento coges la dinámica y te plantas en un mundo que puede convertirse en un clásico si Bethesda sabe cuidar el argumento; si sabe potenciar toda la parte de recogida y fabricación de elementos; si consigue que el juego a máximo nivel y las raids sean un verdadero desafío para los jugadores y los clanes.
Apuntad TESO como el MMO que va a dominar el género en los próximos años, si las reticencias que tienen todos los jugadores con lo que no es World of Warcraft, no lo evita.