¿Que diríais si os contáramos que existe un Reino, más allá de vuestra imaginación, en el que castillos flotantes protegidos por hordas de monstruos son el día a día de todo aventurero, en el que la riqueza de unos puede ser arrebatada en segundos por otros?
Pues ese Reino existe, amigos míos, y su nombre es el de Opulencia, el escenario en el que se centra el nuevo título para PC de Ubisoft, con el nombre de The Mighty Quest For Epic Loot, un título F2P que lleva en proceso de beta desde hace bastante tiempo y que se asoma, poco a poco, a todo el mundo (como ya os contamos hace una semana). La pregunta es, ¿merece la pena?. Solo hay una manera de averiguarlo: poneros la toga y el sombrero de mago y acompañarnos al Reino de la Opulencia.
Ya desde el principio, nos encontraremos una vaga excusa como argumento de todo el juego: el reino de Opulencia tiene demasiado dinero en sus arcas y esta buscando a aventureros de todo el mundo para que se hagan cargo de ese áureo excedente que llena sus arcas. Así pues, invita a todo aquel que quiera a construirse su propio castillo y hacer la vida imposible a sus vecinos, robando hasta el último céntimo de sus cofres y favorecer una economía extraída del programa electoral del senador Armstrong de Metal Gear Rising, donde el pillaje y la guerra fomenten el crecimiento del reino. Tras elegir a uno de los 4 protagonistas: bárbaro, mago, arquero o fugitivo (siendo esta la única clase a pagar en el juego y del otro sexo en la lista de personajes).
Tras hacernos con las riendas del juego en un tutorial que nos invita a destruir y arrasar castillos de bots, nos lanzaremos a la aventura en un modo que combina el PvE y el PvP, mezclando castillos de bots para que avancemos en la historia con castillos creados por los mismos usuarios, llenos de trampas, monstruos y un montón de tesoros para apropiarnos «de manera lícita», puesto que en Opulencia se permiten estas prácticas. El juego nos anima constantemente a que vayamos creándonos una fortaleza inexpugnable, que la poblemos de trampas y de monstruos y que arrasen con todo lo que se encuentren por el camino. Es una buena experiencia pero que, sin ninguna duda, hace que nos acordemos de esos juegos que moran en Facebook, de lo que quiere alejarse Mighty Quest, eliminando el ya de por sí «pay-to-win» tan polémico que profetizaban algunos cuando el juego estaba en beta cerrada. Aunque este título tenga su apartado de pagos, es totalmente opcional y se puede disfrutar del mismo contenido pagando como sin pagar.
A la hora de construir y proteger nuestra fortaleza, deberemos tener en cuenta el aforo máximo que podrá tener la misma y las habitaciones de las que dispondrá, número que variará a medida que subamos niveles con nuestros héroes y mejoremos las distintas departamentos de nuestro castillo (herrería, taller de pociones, portal de monstruos), mejores que consumirán nuestro oro y «cristales de fuerza».
Así pues, tendremos que estar constantemente, y cada pocos niveles, cambiando nuestro castillo, mejorándolo a la vez que mejoramos a nuestros personajes y proteger lo que es nuestro con nuestro ejército de monstruos, que podremos reclutar entre distintas clases: gigantes que atacan a melé, arqueros que se especialicen en disparos a la cabeza, magos que curen a nuestros monstruos o que invoquen más… hay decisiones para todos los gustos y que afectan a nuestras invasiones y defensas; el problema con las remodelaciones en nuestro feudo conlleva a que nosotros mismos nos enfrentemos al castillo para «validarlo», por lo que puede llevar algo más de tiempo en dejar a nuestros lacayos en tareas de supervisión.. Esta especie de micro-management podría poner un poco de los nervios a aquellos que solo busquen la acción como punto principal de su aventura, pero con unos pocos movimientos se pueden hacer maravillas en este título. En los primeros 10 niveles del juego, al que he podido llegar casi con los 3 personajes gratuitos hasta dicho nivel, han demostrado tratar a los novatos con cierta consideración e invitan a seguir jugando, a que sigamos saqueando y alimentemos esta disparatada economía de guerra.
Obviamente, las primeras impresiones que causa Mighty Quest y que, con el paso del tiempo, los desarrolladores añadan ciertas mejoras y nerfs para depende de qué situación. Sin embargo, no se puede negar que el mago es la clase más utilizada y la más poderosa de las 3 gratuitas: sus hechizos y habilidades son demasiado dañinas y hacen que jugar con este personaje sea un paseo al tener equipadas habilidades que se centran en grupos de enemigos o ataques que salten de uno a otro; si comparamos esta situación con el Bárbaro, encontramos que este set de movimientos le hace el más lento de los tres. El arquero es una clase intermedia, tiene ataques de rango y medidas para evitar el enfrentamiento cuerpo a cuerpo, pero aún así también es posible «romper» la experiencia teniendo un arma que atraviese enemigos o que bifurque nuestros disparos… pero bueno, hay que sobrevivir como sea en este mundo de codicia y trampas como sea. ¿O no?