The Swapper es el primer proyecto de una pequeña compañía finlandesa llamada Facepalm Games. Es un juego de puzles y plataformas con una ambientación de ciencia-ficción muy bien conseguida. Ha sido para mi una de las grandes sorpresas de lo que llevamos de año, ya que, aunque ha ganado bastantes premios, yo no lo conocí hasta que se puso a la venta.
Tomamos el control de un astronauta en una nave espacial aparentemente desierta en la que investiga qué le ha podido suceder a sus tripulantes. Al principio de la aventura encuentra una herramienta, el intercambiador (que es la que da nombre al juego) que le permite crear hasta cuatro clones de sí mismo a la vez e intercambiarse con cualquiera de ellos.
Nuestros clones realizan los mismo movimientos que nosotros y mueren si caen desde una altura muy grande, al cambiar de sala o cuando el personaje que controlamos pasa por unos haces de luz creados para tal efecto. Al haber un límite de sólo cuatro clones, es importante que controlemos en todo momento cuántos tenemos activos durante la resolución de los puzles. Si nuestro personaje cae de una altura muy grande, simplemente volveremos a aparecer al comienzo de esa pantalla. No hay ninguna penalización por morir.
Podemos crear estas copias en cualquier parte de la pantalla siempre que la zona donde intentemos hacerlas aparecer esté en visión directa de nuestro astronauta y no esté iluminada por un foco de luz azul. Las reglas para intercambiarnos con uno de nuestros clones son las mismas, salvo que el color de luz que nos evita hacerlo es el rojo.
Los puzles comienzan sencillos, pero a medida que se van añadiendo nuevos componentes, como interruptores, las mencionadas luces, cambios de gravedad, etc, la cosa se complica bastante. La mayoría de ellos, pensando un poquito, no son excesivamente difíciles de resolver, pero hay algunos (no demasiados) que nos van a costar bastante. Cuando llegaba a uno de ellos y me quedaba atascado lo mejor que podía hacer era cortar el juego y volver un rato después con la mente fresca.
El otro punto importante del juego es su argumento, que se nos narra con algunas cortas conversaciones dobladas, pero en su mayoría mediante textos que podremos ir leyendo en los distintos terminales que se encuentras repartidos por toda la nave espacial. Algunos de ellos están escondidos y serán los que nos den los logros del juego si estamos utilizando la versión de Steam. La historia me ha parecido muy interesante y llena de misterios. La verdad es que, una vez terminado el juego, he quedado muy satisfecho tanto con los puzles como con el argumento.
Me ha resultado un juego bonito visualmente hablando (dentro de su temática), con un estilo muy propio. Además, una magnífica banda sonora muy tranquila ayuda muchísimo para mejorar aún más la ambientación en un escenario del espacio. Esta banda sonora puede escucharse vía streaming en Bandcamp o comprarse en esa misma página o en la web oficial del juego.
Aún habiéndolo jugado sin prisa, se me ha hecho muy corto. He echado de menos un poquito más de exploración, ya que aunque el mapa a recorrer es muy grande, me ha parecido demasiado lineal. De todas formas, darnos mucha libertad no el objetivo del juego, que está más centrado en la resolución de puzles y no en escondernos las cosas.
Como dije en las primeras líneas, es una de las mayores sorpresas que me he encontrado en lo que llevamos de año. Ahora mismo, dentro del panorama indie, es probablemente la mejor opción para comprar o regalar. [90]