Cuando aparece un título con poca publicidad y que se sale de la senda de lo habitual en este mundo de los videojuegos, no en pocas ocasiones se le deja un tanto de lado desde el gran público. Sólo las buenas críticas y el consiguiente boca a boca hace que cada vez más gente se anime a probar obras tan diferentes como este The Talos Principle. Tras casi un año a sus espaldas en PC (cuyo análisis ya tuvimos por AKB), debuta ahora de forma inmejorable en PS4 incluyendo además todo el contenido de su primer y hasta ahora único DLC, El Camino a Gehenna, contando incluso con una versión física disponible en las tiendas. Pero, ¿el juego es para tanto? Ya os adelanto que sí, lo es.
Croteam son los responsables del desarrollo de esta pequeña proeza lúdica. Tras mucho experimentar con nuevas mecánicas de juego y numerosos puzles para una posible entrega de Serious Sam, el estudio afincado en Zagreb pronto decidió recopilarlos y darles entidad propia en forma de título independiente. Pero, llegado el momento, no tuvieron tan claro cuál era el camino que la narrativa debía seguir para acompañar y cohesionar el juego, puzle tras puzle. Tom Jubert y Jonas Kyratzes fueron los hombres a los que recurrir para tal fin, escritores ya experimentados en estas lides. En especial en el caso de Jubert, con obras tan icónicas como FTL: Faster Than Light (Subset Games, 2012) y The Swapper (Facepalm Games, 2013) en su haber.
No es fácil argumentar de qué trata The Talos Principle. Seremos en cierta medida la conciencia de un androide en un mundo que nos resultará tan familiar como lejano pero del que poco sabremos sobre su origen. Este nos hará reflexionar sobre los condicionantes que nos permiten considerarnos como personas y como ello no lo hacemos extensivo más allá de nuestra propia especie. Una historia de ciencia ficción repleta de tintes de filosóficos y mitológicos sin escatimar detalles de otras disciplinas tan diversas como pueden ser la psicología o la teología y que reto tras reto nos irá atrapando.
Una vez tengamos el control pronto vendrá a nuestra cabeza otro título, el fantástico Portal que Valve nos brindó en 2007. Como en este, manejaremos a nuestro alter ego virtual en primera persona por los tres mundos, con sus 7 áreas y sus respectivos puzles cada uno, más varias zonas extra, algunas que nos serán prohibidas de forma específica, otras secretas. Estarán ambientadas en tres etapas de importancia en nuestra historia como son la Antigua Roma, con unos despampanantes jardines en ruinas, sus columnas, esculturas sin cabeza, mosaicos y frescos, el Egipto de los faraones, sin que falte la arena, las palmeras, el sol indómito, las noches estrelladas, las pirámides, obeliscos, esfinges, murales y bajorrelieves, o la Edad Media europea, con sus características construcciones en piedra: fortalezas, castillos, puentes y catedrales. Sin duda se percibe un gran trabajo de documentación para inspirar todo el trabajo artístico del juego.
La primera media hora puede hacerse un tanto extraña hasta que logras sumergirte en las mecánicas y entender la dinámica del juego. Entonces se convierte en un autentico placer desentrañar los entresijos y misterios de cada puzle. De forma muy medida iremos desbloqueando nuevos utensilios con los que afrontar los sucesivos retos, con una primera toma de contacto que nos permite descubrir sus posibilidades para poder luego desarrollar estrategias más complejas para superar nivel tras nivel. El control termina haciéndose del todo intuitivo y las mecánicas tan simples como efectivas.
Entre todos esos objetos con los que podremos interactuar no faltará desde el típico cubo para activar interruptores o acceder a zonas a distintas alturas, rayos laser que deberemos dirigir jugando con los ángulos para activar algunos engranajes, bloqueadores que nos permitirán evitar barreras o detener minas e incluso una grabadora de movimiento que nos facilitará cooperar con nosotros mismos para superar algunas zonas. Cada vez nos hará falta actuar de manera más precisa, tener en cuenta distancias y obstáculos o encontrar ese pequeño resquicio necesario para solventar un problema y así superar el nivel.
Y es que mientras algunos puzles saldrán casi en el instante, otros se nos resistirán y nos harán darle a la cabeza durante un buen rato. Incluso me he sorprendido llegando a la cama a descansar y estar aún buscando mentalmente la vuelta de tuerca o la forma en la que hacer interactuar los objetos para poder dar carpetazo al último reto de los muchos que este The Talos Principle nos presenta. El diseño de muchos de estos niveles por parte de los desarrolladores solo se puede calificar como brillante.
Con la resolución del puzle se nos premiará con la obtención de un sigilo. Estos serán los ítems que nos permitirán avanzar en el juego y desbloquear nuevas áreas y herramientas. Una vez recolectados los suficientes, tendremos que agruparlos como si de una partida de Tetris se tratara. De hecho, del juego de Alekséi Pázhitnov obtienen su forma y sólo cuando logremos unirlos de forma correcta se abrirá el cerrojo para así continuar nuestra particular odisea. El otro ítem importante a recolectar y que estará disponible en algunos escenarios serán las estrellas, necesarias para desvelar todos los secretos que encierra la obra del Croteam.
La amplitud de algunas de las áreas podría hacer que en ocasiones nos perdamos por el escenario. Por fortuna, habrá unas señales a imitación de las nuestras de tráfico que nos permitirán ver el camino hacia los diferentes puzles, indicando la forma del sigilo que encierran y tachándolo si ya lo hemos conseguido con anterioridad, facilitando en buena medida nuestra orientación. También podremos pedir ayuda en algunos niveles, que se nos mostrará mediante unos códigos QR un tanto crípticos incluso una vez descifrados, sobre todo si no hemos logrado despertar aún a cierto personaje que aparecerá ya muy avanzado el juego.
Fundamental para conocer algo más de todo lo que nos rodea serán los terminales con los que nos toparemos, repletos de información de todo tipo, desde textos mitológicos, documentos de empresa e incluso antiguos mails. Podremos entrar en contacto a través de este sistema con una suerte de inteligencia artificial que nos hará replantearnos infinidad de cuestiones del todo trascendentales, no como jugadores sino de nuestra propia condición humana con preguntas acerca de tu conciencia y tu moralidad, debatiendo tus respuestas de entre todas las predefinidas que podremos elegir. Es sin duda una de las facetas que dotan a The Talos Principle de mayor personalidad porque termina por englobar todo lo que rodea a los mundos del juego.
Esta versión de Playstation 4 incluye además, como señalábamos al inicio, El Camino de Gehenna. Este contenido adicional dista mucho de ser anecdótico y dota de un mayor valor añadido al conjunto. La premisa es a priori similar a la del juego principal pero con un nuevo enfoque en el que no obtendremos sigilos sino que liberaremos a otros androides atrapados en una celda de la que no podrían escapar sin nuestra ayuda. Los escenarios son más amplios y los puzles más enrevesados y complejos, ofreciendo todo un reto extra si ya disfrutamos de la aventura original. En este caso cuatro serán las zonas e incluirán entre 4 y 5 puzles cada una. También será importante aquí curiosear en todos los terminales para conocer mejor el contexto de la narrativa. En ellos encontraremos incluso alguna pequeña aventura conversacional que nos transportará a varias décadas atrás, donde eran un género más habitual de encontrar para los ordenadores de entonces.
En total, sólo la trama principal nos podrá ofrecer entre 15 y 17 horas de juego, dependiendo de nuestra habilidad y del final al que accedamos de los tres posibles. A eso habrá que sumar casi otra decena gracias a El Camino a Gehenna, por lo que serán muchas las horas de entretenimiento que pasaremos pegados al Dualshock 4, devanándonos los sesos en la búsqueda de la solución adecuada a cada puzle.
The Talos Principle da muestra de las virtudes del Serious Engine 4, propio también del estudio croata. Se busca una recreación realista en lo posible de todos esos elementos tomados de las culturas antes mencionadas, consiguiendo unos escenarios y paisajes del todo preciosistas, con un toque bucólico y un destacable uso de la luz ambiental. La banda sonora a cargo de Damjan Mravunac termina por redondear la experiencia con melodías relajantes, sin muchas estridencias y con cierto toque místico que facilitan la concentración ante los retos pertinentes y además encajan bien con la época recreada, entre las que destacan de manera especial algunos de los cantos gregorianos incluidos. A todo ello se suma el que llegue localizado al español con un buen doblaje pero sin demasiados alardes.
La maestría en el diseño de los niveles y la capacidad de atracción de las mecánicas así como su complejo trasfondo cultural y la cantidad de contenido, incluyendo El Camino de Gehenna, hacen que sea imposible no recomendar de forma encarecida The Talos Principle, una experiencia tan inusual como inmensamente gratificante que por fin pueden disfrutar los usuarios de PS4. Croteam se encumbra con una joya jugable que nos entretendrá y desafiará durante muchísimas horas pero que es también un título íntimo y reflexivo, con retazos de diferentes ciencias y especialidades que lo dotan de entidad propia y un contexto que va más allá del propio formato lúdico. Una obra que sin duda trascenderá a pesar de permanecer aún, y de forma inmerecida, un tanto oculta para muchos jugadores. [95]