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The Wonderful 101

The Wonderful 101

Platinum Games lo ha vuelto a hacer. Si Bayonetta o Vanquish robaron tu corazón, prepárate a sentir sensaciones similares con The Wonderful 101, la exclusiva de la desarrolladora nipona para la maltratada consola de sobremesa de Nintendo, la Wii U.

La cosa consiste, básicamente, en controlar a una estrafalaria banda de superhéroes que están intentando repeler el ataque de unas fuerzas alienígenas tremendamente poderosas. Para poder contrarestrar la invasión podremos invocar, ya sea mediante la pantalla táctil o con un stick del mando, las habilidades de los protagonistas, que les permiten transformarse en diferentes armas y herramientas, como puños, alas delta, espadas, pistolas, etc… con las que poder reaccionar en cada situacion. Estas invocaciones se usarán para resolver puzzles, para superar QTE o para acabar con los enemigos que pueblen las pantallas.

La Familia (de héroes) y 1 más

Otra de las mecánicas clave es la de fichar a los NPCs que encontremos por los escenarios. La mayoría serán refuerzos temporales, pero entre los personajes que pululan por las pantallas hay esperpénticos ¿héroes? miembros del equipo The Wonderful 101 que podremos sumar permanentemente a nuestras filas, incluyendo sus poderes, que pasarán a sumarse a nuestro catálogo de habilidades. Para recoger a los NPCs tendrás que rodearlos con un gesto estilo lazo del oeste, ya sea con el stick o con la pantalla táctil, como si fuera una habilidad más. Destacar que cuantos más personajes conformen tu equipo más poderosos en potencia serán las habilidades que uses.

Tengo que decir que la primera toma de contacto con The Wonderful 101 no es fácil. Las sensaciones que proporciona al principio es que es un caos incontrolable, que hay demasiados personajes en pantalla y que la invocación de los movimientos especiales y las maniobras funciona de manera casi aleatoria. Pero, de manera casi imperceptible, a medida que vayas jugando a The Wonderful 101 todo lo que te parece malo irá mejorando, hasta que caigas rendido a sus encantos.

Es muy cierto, por otra parte, que The Wonderful 101 no es un juego para todos los públicos. A pesar de que parte de su apuesta jugable viene de un clásico como Pikmin – reclutar civiles y usarlos para atacar a los alienígenas – lo cierto es que su control es exigente y la variedad de acción – más allá del humor, entre Pop y Absurdo – es limitada.

No estoy justificando las bajísimas ventas del juego, al contrario, a mi The Wonderful 101 me parece un título interesante que destila el espíritu de Platinum Games por los cuatro costados, conjugado con una personalidad muy noventeray nintendera, de esos juegos de NES 8 bits, incluso de SNES, que te sorprendían por sus mecánicas y que realmente tenían un hueco en tu biblioteca, no eran meros refritos.

Yo soy muy fan de los juegos de Platinum Games. Me encanta su atención al detalle, su cuidada producción y el hecho de que parecen crear los juegos que les da la gana, sin rendir cuentas a fórmulas de juego establecidas o a convenciones de diversión que se dan por sentadas. El resultado nunca deja indiferente a nadie, aunque complica la aceptación en masa de sus productos. The Wonderful 101 quizá no sea el mejor título al que he jugado del estudio nipón, pero me está gustando mucho, precisamente por ese espíritu rebelde que tanto cuesta encontrar en un mercado repleto de productos que, cada vez, se mueve por terrenos cada vez más confortables, sin arriesgar.

Aunque también es cierto que, viendo las ventas de The Wonderful 101, quizá hagan bien. Pero yo doy gracias por que exista una compañía como Platinum Games que me recuerde puntualmente, con cada nuevo lanzamiento, que en los videojuegos todavía uno puede sorprenderse. Qué grandísimo fichaje el de Nintendo

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