Sin duda, una de las razones por las que los Final Fantasy enamoran (y cuando digo Final Fantasy personalmente me refiero a los diez primeros) es por su maravillosa OST. Los grandes momentos de esta saga no serían tan grandes si les quitásemos las melodías que los acompañaban y que, estoy segura de que como a mí, a más de uno os han arrancado unas lagrimillas. Square-Enix es consciente de esto y aprovechando el 25 aniversario de la saga, ha decidido que su primera entrega de esta para 3DS sea todo un homenaje a la música.
Ya de entrada, nos topamos con un título que ha suscitado cierta polémica entre los jugadores. ¿Por qué? Muchos creen que el género musical es menos «digno» que otros y tachan el juego de carne de eShop a precio reducido. La mecánica de «dar golpecitos en la táctil» es simple, sí, pero requiere mucha habilidad. Teniendo esto en cuenta, es necesario dejar muy clara una cosa: si no te atrae nada el modo de gameplay y tu máximo acercamiento al género musical ha sido el Guitar Hero / Rock Band me atrevería a afirmar que este juego no es para ti. Te va a parecer malo, soso y aburrido (o puede que seas un apasionado y también te lo parezca, por supuesto) Este análisis parte del punto de vista de que no le haces ascos a este tipo de títulos.
Música con un toque de RPG
Theathrythm Final Fantasy parte de un planteamiento sencillo: recuperando la batalla que vimos en Dissidia entre Cosmos y Caos, debemos devolverle la estabilidad al Cristal Musical a base de ryhtmia, unos puntos en forma de notas que conseguiremos al ir superando los diferentes retos. Para ello debemos elegir un grupo de 4 héroes que podemos cambiar en cualquier momento y formar un equipo. Hay disponible un personaje de cada entrega numérica del I al XIII, y podremos desbloquear otro de cada una mediante unos cristales de colores.
De tocar va la cosa
Theatrhythm Final Fantasy plantea varios tipos de notas y de modos de juego. Quizá explicado pueda parecer lioso, pero una vez probamos el juego nos damos cuenta de que es bastante intuitivo. Hay 3 tipos de movimientos a realizar en la pantalla: toque (nota roja) corte en una dirección (nota amarilla) y deslizamiento (nota verde) Realizaremos combinaciones con estos movimientos (la precisión con la que lo hagamos determinará la puntuación final) en 3 tipos diferentes de canción:
–FMS o canción de mundo: nuestro personaje irá corriendo en scroll lateral y las marcas para pulsar la táctil aparecen en una sola línea. Para las notas deslizantes, debemos describir la trayectoria de estas con el stylus en la táctil. Si lo hacemos bien, parte de la trayectoria la haremos en un simpático Chocobo.
Varios modos de juego y muchos secretos por descubrir
Tras un sencillo tutorial en el que nos introducen en la mecánica del juego, nos encontraremos con 3 modos jugables (aunque no todos estarán disponibles desde el principio)
-El modo series es el primero al que podemos acceder. Debemos elegir una de las entregas y jugar los tres tipos de eventos musicales disponibles (EMS, BMS y FMS) junto al opening y al ending (que podemos saltarnos si queremos, y que plantean una mecánica muy sencilla: dar un toque cuando una nota golpea el cristal del centro). La dificultad por defecto es la más baja y eso hará que los más experimientados en este tipo de juegos se desesperen un poco.
-El modo chalenge nos permite jugar canciones sueltas de la entrega que queramos, y podremos desbloquear además las dificultades «expert» y «ultimate». Los 3 tipos de canción de cada título se desbloquean en este modo una vez que lo superamos en el modo series, algo que fastidia bastante.
-El modo Chaos Shrine nos permite jugar con las Dark Notes que encontremos (packs de una canción BMS y una FMS que se generan aleatoriamente) solos o con hasta 3 jugadores más en modo local. Además podremos seleccionar Dark Notes para intercambiarlas mediante Street Pass y aumentar nuestra colección. Es el modo al que más me he picado, ya que no sabes qué canciones te han tocado hasta que juegas la Dark Note, y salen algunas que no están disponibles en los otros modos (como J.E.N.O.V.A. de FFVII o Protecting my Devotion de FFIX)
La cantidad de secretos por descubrir es muy grande: solo las Dark Notes nos proponen 3 jefes diferentes a los que vencer, que a su vez pueden tirar 3 ítems distintos, lo cual nos obliga a superar cada una 9 veces si queremos conseguirlo todo. Además, cada personaje extra requiere que reunamos 10 fragmentos diferentes de cristal para desbloquearlo. Por si fuera poco, cada vez que superamos una canción o que ganamos rythmia, podemos conseguir tarjetas coleccionables, música y vídeos que podremos ver en el museo, además de desbloquear canciones extra.
Que no falte la polémica
Si a Theatrhythm Final Fantasy le han llovido piedras, ha sido por tres principales razones: La primera, su estética chibi. Muchos creen que este tipo de gráficos son simplones y cutres. Yo opino que casan perfectamente con el tono desenfadado del juego y que son bastante simpáticos.
¿La segunda? El idioma. Viene íntegramente en inglés. Si os hacéis con la versión PAL España, Koch Media se ha limitado a traducir el manual tras todo el revuelo que causaron al decir primero que estaría traducido y después recular. Yo personalmente, al enterarme, cancelé mi reserva en Amazon España y la trasladé a su filial inglesa. El hecho de que un juego tenga poco texto no debería ser una excusa para olvidar su localización y traerlo al mismo precio.
Y por último, pero no por ello menos importante, los DLC’s. Unas 50 canciones por las que pagar si queremos añadir contenido extra al juego (1€ cada una) La verdad es que a priori parece un cachondeo, pero si lo valoramos fríamente, nos encontramos con que el juego tiene unas 70 melodías de serie (un número más que suficiente a mi parecer) y dudo mucho que alguien quiera comprarlas todas, así que partiendo de la base de que el juego de por sí está completo y de que quizá nos interesen 3 ó 4 sueltas, no está tan mal la cosa. ¿Que podrían haber incluído más de serie? ¿Que podrían ser más baratas? Pues seguro, para qué vamos a engañarnos.
En resumen: Theatrhythm Final Fantasy es un juego muy «especial» que puede que no guste a todos, pero que seguramente enamorará a los jugones que ya experimentaron Osu Tatakae Ouendan, Taiko no Tatsujin o Elite Beat Agents. Además cuenta con el respaldo de tener como lista jugable un compendio de ¿las mejores OST? de toda la historia del videojuego. A pesar de sus pequeños altibajos en jugabilidad y su simplicidad a priori, la cantidad de extras por desbloquear y los piques que tendremos por alcanzar las máximas puntuaciones seguro que nos hacen echar un buen número de horas.
Lo mejor:
-Más de 70 canciones de una de las mejores OST del videojuego.
-La dificultad ultimate nos hará tirarnos de los pelos en algunas canciones.
-Muchos extras por desbloquear que alargan la vida del juego.
-El modo RPG es un añadido bastante curioso y que le da algo más de profundidad.
-Picará a los amantes del género a más no poder.
Lo peor:
-Viene sin traducir.
-Los spoilers gordísimos que nos tocará comernos sí o sí si queremos completar todas las canciones de cada entrega.
-La gran cantidad de DLC’s cabreará a más de uno.
-La dificultad baja resulta desesperante si tenemos algo de experiencia con este tipo de juegos, y hay que pasar por ella obligatoriamente.
-El desequilibrio de diversión entre los 3 modos de canción. El BMS es desafiante y divertido, mientras que el EMS puede llegar a aburrir.
-No es un género para todos. A más de uno puede parecerle un juego soso y aburrido.
Nota: [80]