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TLoZ: Twilight Princess – Clásico atemporal, atmosfera sin igual

TLoZ: Twilight Princess - Destacada

A veces es bueno echar la vista atrás y redescubrir juegos que, en tiempos anteriores, nos han hecho pasar muy buenos ratos. Los remasters y remakes que tanto proliferan hoy en día ayudan muchísimo a ello y me hubiera gustado que The Legend of Zelda: Twilight Princess estuviera Switch, pero no es el caso.

Twilight Princess sigue siendo tan bueno como lo recordaba

Cansado de esperar, decidí desempolvar la GameCube y ponerme a ello. Siendo justos, el juego ya salió hace apenas 4 años para Wii U y, muy probablemente, el año que viene llegue a Switch junto con otros títulos de la serie. Razones hay de sobras: es de los pocos títulos que faltan por portear de la anterior consola de Nintendo, el año que viene es el 35 aniversario de Zelda y Super Mario ha recibido más o menos el mismo trato. Y llegado el momento volveré a disfrutar de la maravilla de juego que es Twilight Princess.

Porque sí, es un Zelda sensacional, de inicio a fin. Mi yo de 12 años y mi yo presente coincidimos en ello. Temía que, con el paso de los años, mi opinión empeorara, pero tras haber jugado a Breath of the Wildque me encantó también – y volver, he encontrado en Twilight Princess aquello que echaba tanto de menos. Una experiencia más condensada sin perder aquello que hace especial a la saga: la sensación de aventura y exploración constante.

Un inicio lento pero agradable

Desde el primer momento en el que empieza el juego se nota que el juego va a esforzarse al máximo para crear una ambientación inigualable. En esta ocasión, Link es un habitante de un tranquilo poblado al sur de Hyrule llamado Ordon. Rodeado de naturaleza y de bienestar, goza de abundante naturaleza y se respira mucha paz. Ahí conocemos a los personajes con los que nos encariñaremos desde el primer momento.

Algunos de ellos no tienen más protagonismo que el que muestran en este segmento del juego, pero otros irán apareciendo más adelante a medida que la historia progrese. Toda esta atmosfera hace que esta primera fase del juego – que no deja de ser un tutorial – sea muy llevadera para algunos y un comprensible coñazo para otros. Es cierto que mientras el juego te enseña a manejar a Epona – nuestra yegua -, a pescar, usar la espada, el tirachinas y otras tantas mecánicas útiles te va introduciendo a la vez de lleno en el mundo pasa un buen rato hasta que empieza a arrancar la historia de verdad. A mí, a título personal, es algo que me encanta, pero comprendo que a otros tantos no les parezca tan buena idea.

Los problemas no tardan en llegar

Al completar este episodio nos veremos ya envueltos en lo que es la trama principal del juego. Unos enemigos misteriosos secuestran a los niños de la aldea y, en medio de todo esto, Link acaba encerrado en el castillo de Hyrule transformado en lobo. Allí conoce a Midna, un ser que le pone al corriente de la situación: Hyrule se halla sumida en las sombras por obra de Zant, el rey del Reino Crepuscular y será nuestro cometido restablecer la normalidad.

Precisamente este es el rasgo distintivo de Twilight Princess, el mundo crepuscular y el poder convertirse en lobo en ciertas ocasiones del juego. Eso nos permite acabar con los enemigos de formas distintas, poder sortear determinados obstáculos y resolver puzles de forma que no sería posible de otra forma con la ayuda de Midna, que funciona como acompañante permanente en el juego. Será quien nos de consejos, ayude a derrotar enemigos y, en general, nuestra compañera de aventuras.

La importancia de los personajes

En muchas entregas de la saga Zelda viajamos junto a un compañero cuya función es la misma. Navi en Ocarina of Time, Ezero en Minish Cap o el Mascarón Rojo por nombrar algunos cuantos. Pero Midna tiene algo especial. Aparte de ser más relevante para la trama general, su personalidad, sarcástica e irónica, y sus conflictos hacen que nos encariñemos especialmente con ella.

También pasa lo mismo con diferentes personajes que irán apareciendo en todo el juego. Los niños de Ordon, el sacerdote de Kakariko, la propietaria de la tasca de la ciudadela… La narrativa cobra especial importancia en Twilight Princess, con momentazos especialmente memorables. El uso de todos estos personajes que, sin desarrollarse muy extensamente, consiguen ganarse un hueco en nuestros corazones son uno de los motivos por los que nos mantendremos enganchados horas y horas.

El mejor Hyrule hasta la fecha

Si nos sentimos muy cómodos en algún lugar es bastante probable que nos queramos quedar más rato. La narrativa es una gran aliada para cumplir con ese cometido, al igual que lo es el Hyrule de Twilight Princess. La aldea de Ordon que guarda ciertas similitudes con Hobbiton, el pueblo de Kakariko austero pero acogedor, la ciudadela llena de vida y actividad… Todo luce estupendamente, sobre todo si lo comparamos con sus contemporáneos. Pocos juegos había entonces que lucieran tan bien como Twilight Princess. Era visualmente lo que todo el mundo esperaba tras Ocarina of Time y Majora’s Mask, pero mejor. Sólo hay que ver – u oír – las reacciones al primer teaser en el E3 de 2004. Piel de gallina.

Por si fuera poco, el juego está lleno de detalles que denotan mucho mimo. A pesar de su tono más serio frente a otras entregas, no falta aquí el humor Zelda característico. Dependientes de tiendas estrafalarios que nos harán soltar la sonrisilla, guiños a entregas anteriores de la saga y diálogos interesantes que sólo es posible escuchar si hablamos con determinados personajes después de avanzar por la historia. Por todo ello Hyrule se siente más natural e interesante que nunca.

40 horas de pura épica

Sin duda, se trata de un mundo más pequeño que el de Breath of the Wild, pero también es mucho más denso. En esta entrega también hay cuevas ocultas que descubrir, coleccionables que conseguir, misiones que cumplir y minijuegos que completar. Sí que es cierto que hay menos objetivos a cumplir, pero todo lo que hay es, igualmente, satisfactorio. Por decirlo de algún modo, se siente todo más abarcable y, a la vez, la sensación de que falte contenido es escasa. Sobre todo, teniendo en cuenta que es un juego que requiere más de 40 horas para completarlo al 100%.

Ese es el tiempo que hará falta para completar las 9 mazmorras de Twilight Princess y todo lo demás que hay entre ellas. Como en otras entregas de la saga, las mazmorras son temáticas, y en esta ocasión están bastante bien integradas en lo que es el mundo, no son simples mazmorras porque sí. Por ejemplo, están las minas Goron que usan los Goron para abastecerse, el Patíbulo del Desierto en el que se realizaban ejecuciones a criminales y una mansión abandonada que unos yetis usan como hogar. Resolver los acertijos de todas las mazmorras no será muy complicado, pero el diseño de niveles en (casi) todas ellas es interesante. Los ítems a conseguir en las mazmorras son también muy curiosos y divertidos de usar. Sobre todo, contra los jefes, algunos de ellos muy memorables. Lástima que, fuera de sus respectivas mazmorras, los objetos no sirvan de mucho más.

Diferentes maneras de combatir

Hablando de combates. Me atrevería a decir que es el mejor de la saga. Naturalmente, hay enemigos que son un cuerpoescombro y serán abatidos con un espadazo. Pero hay otros que requieren de más habilidad. Y ahí entran en juego las técnicas especiales. A lo largo del juego podremos aprender dichas técnicas de un maestro espadachín. Nos enseña a romper la guardia, situarse detrás de un enemigo rápidamente y saltar encima de un enemigo entre otras. Hay enemigos que son muy difíciles de derrotar (por no decir imposible) de otro modo, así que estas técnicas son vitales en estas situaciones. Los Zelda no han destacado nunca por ser juegos de acción propiamente dichos (para ello recomendaría más un Devil May Cry, un Kingdom Hearts o un Dark Souls dependiendo de lo que se busque) pero se agradece bastante tener opciones que den más juego al combate. También se puede luchar siendo lobo, pero la verdad es que sus movimientos son más básicos. Hay ocasiones en las que es más útil combatir así, especialmente cuando hay varios enemigos juntos, pero casi siempre será mejor contar con una espada.

Y cómo olvidar el combate con Epona. Poder recorrer la pradera de Hyrule a lomos de nuestro caballo es una sensación muy agradable, pero lo es más el luchar junto a ella. Aparte del arco y flechas también se puede usar la espada para acabar con los enemigos que nos ataquen por la pradera, ya sean enemigos voladores o monstruos con sus propias monturas. Le da al conjunto un toque muy épico.

Every game has a story, only one is a legend

En su momento, Twilight Princess se propuso ser superior a Ocarina of Time, elogiado en su momento por su propuesta sin igual. Que lo consiguiera o no depende de cada uno. Cada persona tiene su Zelda favorito. Para algunos será A Link to the Past y para otros quizá Breath of the Wild. No obstante, no hay duda de que Twilight Princess llenó de felicidad muchísimos hogares en las navidades de 2006, ya fuera con la versión de GameCube o con la versión de Wii, acompañada de la misma consola.

En mi caso lo tengo claro. Twilight Princess es de los mejores Zelda que ha habido jamás. El última que apostó por un aspecto más realista, que tiene la ambientación más absorbente e interesante de todas, lleno de vida y con un componente de exploración adictivo. Hay muchísimas razones por las cuales me encanta esta entrega. Por ello, aunque me gusta la estructura de Breath of the Wild, a veces me gustaría que volviera la base de los Zelda anteriores. Experiencias más condensadas, con más mazmorras, con un aspecto más realista. ¿Volveremos a ello algún día? Si no es así, al menos siempre tendremos los clásicos a nuestro alcance de todos modos.

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