Me he despertado casi a la diez, y me he tomado una birra para empezar la mañana. En gayumbos miro por la ventana. Cojo el bugatti y hago unos trompos camino de la «oficina». Hoy toca descargar «cajas». Luego destruimos a la competencia, reponemos armas y descerrajamos unos cuantos tiros a todo el que se nos ponga delante. Así es un día cualquiera en Mafia II.