Empiezo a escribir este análisis con las letras de crédito corriendo en la pantalla, algo que debería hacer más a menudo antes de enfrentarme al infinito reto del folio en blanco para juzgar a un juego. En muchas ocasiones me he obligado a finalizar el título que estaba en el punto de mira, deseando que cada nueva misión en la que me embarcaba fuera la última. Me pasó con Bioshock, me pasó con Dead Space, me pasó con KillZone 2 y con tantos y tantos otros juegos.
Pero con Uncharted 2 ha sido diferente. Todo ha fluido naturalmente. La historia no tiene giros innecesarios, no hay fase que sobre, aunque, como con todo lo bueno, sí que hay unas cuantas que se echan en falta. Todo tiene un porqué, las voces son para enmarcar (Nota: La versión que analizo tiene las voces en inglés), el guión es de superproducción de Hollywood y los gráficos… Los gráficos merecen un capitulo aparte. Uncharted 2 es el juego del año. Seguro que hay otros, pero éste ya tiene su lugar reservado en lo más alto.
Mi primera toma de contacto con el título de Naughty Dog no fue lo que esperaba, aunque eso no significa que no me impresionara ya en esos primeros compases. Pero había algo demasiado cinematográfico en todo el conjunto, me parecía demasiado diferente a lo que estaba acostumbrado a jugar. Qué visuales, qué movimientos, qué scripts más bien colocados… Todo lo referente al apartado visual es intachable. Quizá el videojuego más espectacular de esta generación, o lo que es lo mismo, el título más impresionante gráficamente que he visto nunca. Y no exagero un pelo.
Sobre el guión que sustenta la nueva aventura de Nathan Drake he de decir que si la última de Indiana Jones se hubiera basado en él, la película resultante sería de las que harían historia. Y es que el libreto que hay detrás de En el Reino de los Ladrones tiene ritmo, tiene intriga, tiene traiciones, tiene sorpresas, tiene un malo malísimo, tiene un final con emoción, tiene tragedia, os personajes desprenden carisma, las interpretaciones – virtuales – son de escándalo…… Y paro de contar para que no se me escape ningún spooiler del argumento, un argumento con mucho jugo.
En cuanto a los efectos de sonido y la música, todo es de sobresaliente. Las melodías son épicas y podrían pertenecer fácilmente a cualquier (gran) película de aventuras. Los sonidos están cuidadísimos y las voces originales son perfectas. Eso sí, no puedo evaluar el doblaje en castellano debido a que no he podido probar la versión en castellano.
Nathan se controla a la perfección. El sistema de combate, basado en la cobertura, es de lo mejorcito que he visto en ningún videojuego, shooters incluidos. Acercarte a una esquina, a un saliente, a una piedra, pulsar el botón de cobertura y conseguir que el Drake se coloque en posición de cobertura es todo uno. Un sistema muy bien implementado y plenamente satisfactorio.
Sobre los saltos, decir que los vídeos engañan: No son para nada complicados en su mayoría y ni de coña hay que apurar como en los Tomb Raider, que era algo que temía: Con coger carrerilla y saltar más o menos cerca de los bordes llegaréis a todos los sitios, aunque pueda parecer que son lugares casi inaccesibles. Está claro que alguna vez os caeréis, sobre todo cuando intentéis encontrar la ruta por la que seguir y no sea demasiado evidente, pero nada que os vaya a provocar
Puestos a ser críticos, el mayor defecto de Uncharted 2 es que cuando te quieres dar cuenta se acaba. El viaje no es excesivamente largo – no me atrevería a decir una cifra, pero tengo la sensación de que no ha llegado a 8 horas – pero ha sido, junto a mi experiencia con Metal Gear Solid de PSX, el más gratificante e inmersivo que recuerdo haber disfrutado en un videojuego. Y siempre quedan los tesoros a encontrar y el modo multijugador, que explota el trabajadísimo sistema de combate.
Naughty Dog ha creado un título que pasa a convertirse en la referencia absoluta en cuanto a calidad y acabados del sector de los videojuegos. Sin el apoyo de una compañía como Sony este proyecto hubiera sido imposible, así que casi hay que dar las gracias a Microsoft y a su Xbox 360 por haberle puesto las cosas tan complicadas a PlayStation 3: Gracias a esa situación, Sony ha tirado la casa por la ventana y ha producido el mejor juego que se puede disfrutar hoy día. En todos los aspectos.