Las comparaciones con Rise of the Tomb Raider me parecen absolutamente inevitables, y aunque se podrían aplazar – el juego de Lara aún no está disponible en PS4 – merecían un post aparte.
Nota: esta opinión está sustentada en el marco de las consolas, comparando ROTTR en Xbox One y Uncharted 4 en PS4.
Lara vs Nathan, una rivalidad en la élite
Me gustaría empezar resaltando algo que para mi era evidente y que este Uncharted 4 ha demostrado: las exclusivas temporales de varios meses afectan muchísimo a la percepción de los grandes títulos una vez salen en el resto de plataformas. Y es que el juego de Lara Croft, que en su momento me pareció grandioso a nivel gráfico, queda superado en cuanto a dimensión y producción gráfica por este blockbuster. En cuanto a mecánicas jugables, eso sí, me quedo de calle con el título de Lara, que está bastante más trabajado en este sentido: desbloqueo y potenciación de armas y herramientas, niveles más abiertos, espectacularidad de las tumbas, misiones secundarias…
En la búsqueda de tesoros también Lara se come a Nathan. Naughty Dog ha colocado diferentes objetos identificables por su brillo intermitente, en una mecánica muy similar a la vista al reciente Rise of the Tomb Raider, pero a diferencia de aquél, los objetos que encontremos no cuentan con descripciones ni historia, lo que le resta casi todo el interés a estos descubrimientos. Las tumbas opcionales son otro de los puntos ganadores del juego de Lara, sin duda, y ponen de relieve lo relativamente limitado de la propuesta jugable del juego protagonizado por Drake.
Pero en todo lo relativo a presentación, historia, diálogos y producción, en Uncharted 4 nos encontramos con un nivel de acabados más propio de las grandes cintas de la Industria del Cine que del Videojuego. El espectáculo que el título de Naughty Dog propone es absolutamente incomparable. No recuerdo a ningún otro juego que se le acerque ni remotamente.
Es jodido plantearlo así,pero yo me decanto por Uncharted 4 y no precisamente por razones jugables. El sentido del espectáculo de la obra de Naughty Dog hace que uno pierda el norte. Asumo que es una decisión de cada uno elegir uno u otro, la ponderación del factor jugable (Lara wins) y del factor showtime (Druckman y cia la han liado parda), pero realmente el juego protagonizado por Nathan ofrece una nueva dimensión que da sentido al salto que muchos dimos a ciegas pasándonos a PS4. Rise of the Tomb Raider es (mucho) más videojuego, pero Uncharted 4 es otra cosa. Y me ha matado.