Aparecido hace ahora siete años, UnEpic fue un pequeño pero ambicioso desarrollo indie para PC. Poco a poco, se fue abriendo camino en nuevos sistemas hasta llegar a Nintendo Switch, una plataforma que se puede ajustar bien a su propuesta.
Francisco Téllez de Meneses es la figura tras la que gira todo el proyecto. Un desarrollo que empezó a llevar a cabo en su tiempo libre inspirado por The Maze of Galious, un juego de plataformas de Konami del año 1987 para MSX. Sin duda, de primeras es llamativo algunas de las coincidencias estéticas con el título del microordenador al que en parte homenajea pero UnEpic va mucho más allá. Ya en su día nuestro compañero Jentrena analizó su versión original en PC.
¿Quién ha apagado la luz?
El planteamiento de partida no podría ser más ocurrente. Nuestro prota está jugando una partida de rol con tablero junto a unos amigos cuando deciden hacer una pausa para el baño. Nada más quedarse solo, ve como se apaga la luz de toda la casa quedando en la más absoluta oscuridad. Ante la incertidumbre de saber lo que ocurre, decide encender el mechero para comprobar que a su alrededor en vez de un aseo se extiende una tétrica mazmorra, llena de columnas, telarañas e incluso algún esqueleto. ¿Qué está pasando?
Avanzamos un poco más y, tras toparnos con algunas trampas, volvemos a plantearnos cuál es la realidad de la situación. ¿Estamos acaso alucinando? ¿Cómo hemos llegado hasta ahí y dónde están los demás? No tardaremos en toparnos con un ser fantasmagórico y bravucón que, ante nuestra presencia, toma la decisión de poseernos. Sólo que, para su sorpresa, queda encerrado dentro de nuestro cuerpo sin lograr hacerse con el control de este.
Con el buen rollo por bandera
A partir de aquí comienza la aventura de este UnEpic. Deberemos recorrer un enorme número de pantallas a lo largo de mazmorras de todo tipo en la que nos toparemos con personajes y criaturas de lo más dispar. Ello envuelto en un juego de plataformas de acción de estilo clásico, más propio de mediados de los 80. Lo que no impide a la vez que el elemento rolero sea fundamental y deberemos cuidarnos de tener el mejor equipo posible y potenciar nuestras habilidades. Y siempre envuelto en cierto tono jocoso y burlón gracias a la personalidad de nuestro antihéroe particular.
No parece que se tome su destino en ese castillo como una desdicha sino como una oportunidad de alucinar con lo que se topa delante de sus narices. El buen humor es un elemento clave y siempre habrá un instante que nos saque una pequeña sonrisa. Ya sea por una de las muchas referencias a elementos de la cultura popular (aunque parece que la versión original en PC estaba bastante más cargadita de estas y aquí se han eliminado o suavizado algunas, por temor a un posible problema de copyright con otras licencias), los diálogos en ocasiones desternillantes o las situaciones a veces absurdas.
Una propuesta a la antigua usanza
Hay que dejar claro que UnEpic no es un juego fácil, sobre todo para los estándares actuales, e ir a lo loco puede ser garantía de fracaso. En cambio, paciencia y cautela resultan una formula mucho más exitosa. Por lo pronto, los escenarios suelen estar a oscuras y los peligros no siempre están a simple vista. Deberemos ir prendiendo cada candelero o antorcha que localicemos, derrotar o huir de los enemigos que nos salgan al paso y recolectar ya que estamos todo lo que podamos.
Gracias a esto último, nuestro personaje obtendrá multitud de ítems y útiles que nos servirán de gran ayuda. También podremos, si la evolución que hemos dado a nuestro personaje lo permite, aprender magia o desarrollar nuestras propias pociones para nuestro consumo particular. Eso sí, si no hacemos limpieza cada cierto tiempo de nuestro inventario y nos deshacemos o vendemos lo que ya no nos sirva, existirá el riesgo de quedarse pronto sin espacio para otros objetos nuevos.
Dentro de las misiones de UnEpic hay algunos detalles que no me han terminado de gustar. Por ejemplo, si vas explorando a veces te topas con libros o cofres que de repente, no puedes abrir. No porque te falte una llave o algún elemento que lo desbloquee sino el simple temor repentino de “a ver si va a estar embrujado y la liamos”. En ese momento es casi seguro que habrá una quest al otro lado del mapa que precisará para su finalización de ese objeto allí encerrado, al que te puede haber costado tanto llegar aunque fuera por casualidad.
UnEpic es mucho más de lo que puede parecer
El combate es muy básico, como en las aventuras de antaño. Pero eso no impide que tenga una profundidad inusitada a nivel de repertorio: mazos, hachas, espadas, lanzas, arcos, dagas o varitas serán algunas de las armas que podremos equipar. Además, con muchos modelos, cada vez más mortíferos y con algunas propiedades extra que las caractericen. Por supuesto, presente estará la opción de optar por la magia y lanzar bólidos de hielo o fuego si es lo que nos apetece. Pero tendremos que cuidarnos de centrarnos en dos o tres tipos concretos para no gastar los puntos que obtengamos al subir de nivel de forma poco certera.
A pesar de la simpleza, no por ello deja de ser estratégico. Es conveniente saber cuándo atacar y cuando no hacerlo. O localizar el punto exacto en el que nuestras artimañas puedan ser más eficaces, como una escalera o al lado de una cornisa. Lograremos que nos acompañen algunas criaturas durante el viaje, las mascotas. Tener un par de ellas, que normalmente encontraremos tras acabar algunas secundarias, nos permitirá tener un ataque extra y constante a nuestro lado, que puede ser también de hielo o fuego, drenar energía vital o librarnos de numerosos bichos u animales voladores, de lo más molesto. Pero tendremos que estar pendientes de su propia barra de salud, si no queremos perderlos para la causa.
Jefes finales de todo tipo
Por supuesto, habrá grandes jefes finales defendiendo cada área, dando lugar a los enfrentamientos más épicos y para los que nuestras mascotas pueden ser de gran ayuda. Por lo general, no suelen ser muy complicados, una vez nos percatemos de su punto débil o su patrón. Pero hay más de uno que, si no tenemos claro cómo actuar, puede darnos más de un quebradero de cabeza durante un buen rato.
Lo cierto es que las impresiones engañan. La simpleza estética quizás no deja intuir de primeras la profundidad más que notable que UnEpic esconde. Al final, se abrirá ante nosotros un enorme laberinto de pantallas y mazmorras interconectadas que deberemos recorrer una y otra vez y puertas que no sabremos cuándo podremos abrir. Por ello, los fans de los metroidvania más clásicos verán aquí un juego para su disfrute en la consola híbrida de Nintendo.
Una adaptación funcional a Switch
Los menús son también un tanto arcaicos pero no por ello menos funcionales. Aunque se nota que PC era la plataforma a la que mejor se adaptaba. Tendremos numerosos atajos a los que acceder combinando los gatillos superiores L y R con el resto de botones principales, ideales para tener a mano diversas armas o conjuros y hechizos listos para su despliegue. Por no hablar de pócimas, acceso a nuestras mascotas, etc. Estos menús podremos esconderlos o no en el modo portátil, si queremos que la pantalla se centre con más detalle en la acción. Cuestión de gustos. De igual modo, el tamaño de la fuente de la letra puede ser algo pequeño.
La duración puede pecar de excesiva. Si queremos, el título puede superar de largo la veintena de horas, lo cual puede hacer que algún tramo resulte monótono o que en algunos momentos no sepamos muy bien qué hacer. Quizás por ello pueda no ser un juego para todo el mundo, el ensayo y error son primordiales y habrá que ser muy cuidadoso al avanzar aunque el buen humor que ya hemos citado reinará allá donde vayamos.
Pantalla en 8 bits
En lo visual, UnEpic es simple pero simpático. Una obra pixelada que bien podría haber sido un desarrollo a medio camino entre las 8 y 16 bits por su estética, bonita pero sin aspavientos. Llama la atención de primeras por su parecido en algunos detalles con la obra a la que idolatra, The Maze of Galious, que ya comentábamos al inicio de este análisis. Elementos como el diseño del escenario prototípico, con sus escaleras, o de las hormigas, lombrices o murciélagos, así como sus animaciones. Sobre esto último, las de nuestro personaje pueden ser muy graciosas en algunas ocasiones, como al cambiarse de ropa o armadura.
La música cumple bien su función de acompañar a la aventura y el doblaje al castellano, por el que tanto se lucho en su día, es toda una sorpresa. Transmite a la perfección el humor y los giros que va dando el apartado narrativo del juego y se adapta como un guante al personaje principal. Un acierto, sin duda.
Una obra a tener muy en cuenta
UnEpic, esta vez en su versión para Nintendo Switch, vuelve a ser un título que destaca por su buen tono. Encierra tras de sí una profundidad y una personalidad mucho mayor de lo que pudiera parecer en una primera impresión. Pero es un juego para disfrutar con calma y cautela, no para avanzar como pollo sin cabeza sin mirar atrás. Hemos de desarrollar a nuestro personaje de forma meditada, según nuestros gustos en el combate, para dar con una buena configuración.
La duración mayúscula para un juego de este tipo es un arma de doble filo. Si te metes de lleno en lo que ofrece este UnEpic lo disfrutarás de pleno pero para muchos jugadores podría hacerse un tanto inabarcable. Aún contando con ello, es un reto que puede merecer la pena tomar. Pronto, además, tendremos por aquí otra obra de Francisco Téllez de Meneses para Switch, Ghost 1.0. Una propuesta muy diferente y a la vez muy similar a UnEpic y que en breve estará por AKB. [77]