Hace ya unos meses que salió a la venta la expansión independiente de Total War Shogun 2 llamada La Caída de los Samurái que nos ofrece una asombrosa cantidad de nuevo contenido que se traduce en una alucinante cantidad de horas de juego extra por un módico precio.
La Caída de los Samurái nos sitúa en el comienzo de la Guerra Boshin, 300 años después de los acontecimientos que se desarrollaron en Total War Shogun 2. Evidentemente esta evolución en el tiempo supone cambios en la jugabilidad, pero vayamos por partes.
El trabajo a nivel audiovisual de esta expansión vuelve a ser, como ya es costumbre en la serie de juegos Total War, alucinante. El único pero que podemos ponerle en este aspecto es que el juego pide unos requisitos mínimos que están por encima de la media en cuanto a juegos de estrategia se refiere, aunque quedan totalmente justificados en cuanto entramos por primera vez al campo de batalla y vemos el nivel técnico del título y lo fielmente que están recreadas todas las unidades en el juego.
Los efectos de sonido, las voces y la música también son uno de los platos fuertes de la expansión, sobre todo esta última que va cambiando y evolucionando a medida que avanzan los años en la campaña, sin lugar a dudas todo un detallazo.
Entrando ya en la chicha, en lo que podemos llamar la parte jugable, La Caída de los Samurái reúne todas las características típicas de la serie Total War. La parte de gestión sigue siendo muy completa y la principal novedad que encontraremos en ella es la posibilidad de construir estaciones y ferrocarriles para transportar de una manera más rápida nuestras tropas y recursos.
Como ya dije al principio el salto de 300 años respecto al capítulo principal se nota bastante haciendo que La Caída de los Samurái nos permita controlar la tecnología más avanzada que hemos visto nunca en un Total War y se nota principalmente en el campo de batalla.
El combate a distancia ahora cobra un mayor protagonismo y será mucho más importante a la hora de decidir el transcurso de cada combate. Los cañones sobre todo pueden ser decisivos y escoger con mucho cuidado como evolucionar nuestro ejército nos puede suponer tener una pequeña o gran ventaja durante la guerra.
Aparte de todas las nuevas unidades que podemos manejar en el juego cabe destacar la importancia que adquiere el control y el combate naval, algo que hasta ahora pasaba bastante desapercibido en toda la saga. Desarrollar nuestra flota hasta el punto de poder tener bombarderos terrestres de gran alcance para castigar a nuestro enemigo desde el mar puede ser un paso crucial para alzarnos con la victoria.
En definitiva, Total War: Shogun 2 – La Caída de los Samurái es una de las mejores expansiones independientes que han salido nunca para un juego de estrategia. La ingente cantidad de horas de juego, de cambios y de nuevas unidades hacen de este título un juego indispensable sobre todo si eres amante del género.
Los únicos peros, por ponerle algunos, es que se trata de un juego que puede resultar bastante difícil de dominar para los usuarios más novatos en el género y que para tratarse de un juego de estrategia quizás pida unos requisitos mínimos bastante altos.
Así pues, si eres un amante de la estrategia y aún no tenías juego para este verano, La Caída de los Samurái por horas y por diversión es tu título. Si eres un jugador más novel quizás deberías buscarte otra cosa, aunque nunca es tarde si la dicha es buena, amigo Samurái. [90]
Que Total War sea de Sega es una prueba más de lo injusto que a veces se trata a una compañía que tiene en su portfolio grandísimos juegos que pasan desapercibidos solo por el lastre que supone ser conocida como la compañía de Sonic.
Sega tiene mucha más variedad y se atreve con muchas más cosas que Nintendo. XDDD