Tras la buena (aunque bajo mi punto de vista incomprensible) aceptación que ha tenido Infinity Blade entre los poseedores de un dispositivo iOS, los juegos que harán uso del Unreal Engine se irán multiplicando durante el 2011. El primero en anunciarse es Warm Gun, un shooter post-apocalíptico con toques de rol y ambientación en el salvaje oeste en el que se ha convertido el mundo tras su destrucción (en serio). En movimiento no pinta nada, pero que nada mal.