Análisis de Sparta II: Las Conquistas de Alejandro Magno (PC)

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Cinco meses llevo para traeros este análisis. No es que sea uno de los juegos más largos de la historia, sino que un cúmulo de «casualidades» (presentaciones a porrón, exámenes, asuntos personales, y unos problemas técnicos que me han traído de cabeza) me han impedido terminarlo antes. Pero ya conocéis el dicho: más vale tarde que nunca, así que por fin lo tenéis aquí.

Sparta II: Las Conquistas de Alejandro Magno es la continuación de Sparta: La Batalla de las Termópilas, un titulo de estrategia sin demasiadas pretensiones que trató de aprovechar el tirón de la película 300 sin estar directamente relacionado (simplemente trataba la misma visión heroica de la historia). Al igual que aquel, ha sido desarrollado por los rusos World Forge, y editado en nuestro país por FX, ya sabéis, la distribuidora de los buenos juegos tirados de precio.

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Lo primero que hay que dejar claro es que el titulo sigue a rajatabla el estándar de la estrategia actual: construir edificios, crear ejércitos, y desarrollar tecnologías para eliminar a nuestros enemigos. Apenas se sale de esa tónica, lo que no es algo malo, pero significa que tampoco aporta muchas novedades al sistema. Quizá la más destacada de ellas (ya presente en la primera entrega) es el poder diseñar las unidades en función de nuestras necesidades, decidiendo el soldado base, su equipación, y su montura. Incluso podemos transformar (reequipar) a nuestros soldados una vez creados, para hacer frente a los distintos enemigos. Esta característica suple la habitual división de las tropas, y en mi opinión complica el juego, al tener que estar pendiente de adecuar el ejercito. Cierto es que aporta más dinamismo, pero personalmente prefiero tener diversos pequeños batallones para cada enfrentamiento.

Y ya que hablo de cantidades, el número de unidades que podemos manejar me parece insuficiente: a la mitad del modo campaña he podido controlar 80 soldados simultáneamente (que ya estaban ahí), incumpliendo el limite de guerreros (es mi campaña y hago con ella lo que quiero); este número se ve condicionado por la necesidad de capturar villas que aumentan en 10 el máximo de tropas, y el número de estas va en función del tamaño del mapa. Otra característica que (esta vez sí) aumenta el componente estratégico, es la pausa táctica, que nos permitirá marcar objetivos e iniciar construcciones con calma, en vez de tener que buscar esa unidad perdida en medio del fragor del combate.

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Además de las unidades a pie, disponemos de tropas montadas, maquinaria de asedio, y diversos barcos, tanto de transporte como de combate. Las leches en alta mar son uno de los reclamos de la saga, aunque en mi opinión el sistema no está tan afinado como debería: más de una vez he mandado atacar a una flotilla, y cuando me he dado cuenta una de mis naves estaba «encallada» cerca de la playa, u otra le impedía el paso. También contamos con héroes, dos por civilización, como el propio Alejandro Magno, o Jerjes, su «amigo» en la película del cómic de Frank Miller. Estos campeones disfrutan de estadísticas por las nubes, mejorables a base de experiencia (que también adquieren las unidades «normalicas»), y habilidades variadas que pueden hacer cambiar rápidamente el curso de la batalla.

Aunque el árbol de habilidades de cada civilización (más o menos similares) no es muy grande, se echa en falta una pantalla que lo muestre en profundidad, para poder analizarlo en calma (no en medio del combate) y decidir nuestro desarrollo, como se podía hacer en Age of Empires. Aparte, una carencia en cuanto a edificaciones y unidades, es la ausencia de almacén para los recursos: si encontramos minas en sitios lejanos, lo que saquemos de allí tardará un buen rato en llegar hasta nuestra estructura principal, que es la única que puede acumularlos. Y cada una de estas no es barata, por lo que su construcción en los primeros minutos de la partida es imposible.

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El citado modo campaña ofrece 19 misiones basadas en las aventuras del rey macedonio Alejandro Magno; según avanzamos podemos mejorar las características y habilidades de nuestro adalid, además de optar a una unidad de élite (aparte del héroe), y un talento para todo nuestro ejercito (caballos más rápidos, mayor distancia de visión, etc). Fuera de este, en el modo batalla, o los modos en red local o Internet, podemos controlar 4 civilizaciones (los macedonios, los griegos -espartanos en concreto-, los persas, y los egipcios), aunque en diversas fuentes se habla de 5 (ni idea de si hay una sociedad secreta en el juego, pero me extraña).

Para agilizar el tema online, el juego está integrado en la red de GameSpy, aunque en mis pruebas no he encontrado partidas. Pero siempre tenemos la posibilidad de quedar con los amigos, o de organizarlas a través de foros de jugadores.

En cuanto a la dificultad, aunque en nivel medio la campaña es asequible (es de suponer que las partidas están scriptadas), en el modo batalla la cosa cambia: cuando piensas que eres el amo de la pista con tu ejercito de 30 o 40 unidades básicas, la maquina se saca de la manga el mismo número pero de infantería media, y claro, en un momento te deja el culo como ya sabéis cuál bandera.

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El nivel técnico es el esperable en un producto relativamente actual, con multitud de pequeños modelos en pantalla moviéndose a la vez en mapas completamente tridimensionales de diversos tamaños. Podéis esperar todos los puntos habituales (nivel de detalle, sombras, calidad del agua y la iluminación, etc.), configurables para adaptarse a multitud de equipos. Porque no olvidemos que es un juego de ordenador, y como tal, sufre la maldición del hardware cambiante. Mi PC actual es un portátil de unos 3 años, y aunque cumple con los requisitos, es de suponer que su GeForce Go 7300 no rinde como las de sobremesa, pero el problema que antes mencionaba y que me ha tenido tanto tiempo sin poderlo jugar en condiciones tiene más que ver con el procesador (un Core Duo a 1,73 GH, doble núcleo): tras conseguir cerrar todos los procesos no vitales (he descubierto una app para hacerlo de un tirón, fácil y rápido para cuando vas a jugar), la velocidad se hizo mínimamente aceptable. Aunque también puede tratarse de alguna incompatibilidad de hardware concreta, o que el W7 se come demasiados recursos, vaya usted a saber.

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Otro aspecto en el que falla es en el control, pero no veo ninguna queja por Internet, y de nuevo no sé si será problema de mi hardware (ahora uso un ratón de 5 botones y 2 ruedas, nada del otro mundo), o qué. El caso es que muchas veces las unidades (o la selección de estas), no responde al primer click, y tengo que repetirlo. (Por esto, me gustaría conocer la experiencia de aquellos que lo probéis.)

Poco más tengo que añadir. Si os va la estrategia es un buen producto para incluir en vuestra colección y disfrutar una temporada, y más por el precio que tiene. Si no es vuestro género, no creo que sea el mejor titulo para iniciaros. (Este honor sigue correspondiendo a la saga Age of Empires, con sus maravillosas 2D.)
Ah: el disco incluye Navy Moves en una especie de prueba beta, que requiere acceso a Internet para funcionar. Tampoco debe estar muy optimizado, porque me dice que no tengo el DirectX necesario, cuando W7 lleva de serie la versión 11. Por motivos como este no soy de jugar en PC…

  1. como se hace para entregarles dinero a los enemigos esque en una mision me pone eso y no se donde lo puedo entregar porque intento de todo pero no me da resultado

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