Poncho lo tiene todo para triunfar pero se queda a medias

Desde el llamado «boom indie» que iniciaron Jonathan Blow, Edmund McMillen y otros tantos en la fantástica plataforma Xbox Live Arcade de Xbox 360 mucho ha cambiado el panorama para los desarrolladores independientes y ahora lanzar tu propio videojuego es tan fácil por los medios como difícil por la competencia, sobretodo si tu juego es Poncho.

Poncho

El debut de Delve Interactive no ha sido precisamente un camino de rosas después de que decidieran acudir a Kickstarter para financiar el juego en el que llevaban trabajando dos años sin conseguir ni el 50% de los fondos necesarios antes de que la campaña terminara en fracaso. Pero este equipo formado tan solo por un programador, un músico y un artista tenía entre manos un producto lo suficientemente atractivo como para atraer la atención de la distribuidora Rising Star Games (a quienes siempre amaremos por traernos a Europa el soberbio Deadly Premonition) quienes han sido los encargados de salvar el desarrollo y distribuir el juego en PC y PS4, siendo esta última la versión que hemos jugado. Llegará más tarde a Vita y Wii U.

En el mundo de Poncho los humanos llevan siglos desaparecidos, habitando los parajes sin vida del planeta solo quedan robots que vagan sin rumbo cuestionándose la importancia de su existencia sin una meta que cumplir. Nuestro protagonista, un pequeño y adorable robot con un poncho rojo tiene la misión de encontrar a su creador y devolver así la esperanza y la vida humana a su planeta. Una excusa tan buena y repetida como cualquier otra para ponernos ante un plataformas bidimensional en el que deberemos recorrer escenarios abiertos y totalmente explorables a través de cientos de saltos, coleccionables y planos espaciales.

Los niveles de Poncho se dividen en tres niveles de profundidad entre los que podemos saltar, una mecánica que sin ser nueva (sin ir más lejos la vimos hace poco en Xeodrifter) si que aporta un toque de originalidad, muy necesaria en un género tan bien alimentado en el desarrollo independiente. La mecánica del cambio de plano, sumado a un plataformeo bastante estándar, un mundo semi-abierto en el que podemos elegir por donde ir y que secretos vamos descubriendo mediante un diseño de niveles metroidvania simplificado al extremo, algunos coleccionables y unos pocas habilidades desbloqueables deberían hacer de Poncho uno de los lanzamientos del mes por tener ni más ni menos que todo lo necesario para ser una experiencia divertida y agradable de jugar, sin alardear pero cumpliendo.

Desgraciadamente Poncho da todo el tiempo la sensación de ser un juego a medias, tiene una cantidad de errores de diseño y bugs lo suficientemente notoria como para pasar de tocar el sobresaliente a caer de morros ante el aprobado justito. Porque sí, el debut de Delve Interactive sigue siendo jugable e incluso disfrutable si conseguimos hacer el titánico esfuerzo de convertir la frustración en desafío, porque nos encontramos muriendo infinitas veces por un tipo de plataformas que cambian de plano al mismo tiempo que nosotros sin un patrón de comportamiento predeterminado, lo que significa que no sabemos cuando es el momento de usarlas y acabaremos cayendo al vacío. En Poncho la muerte no sólo supone ninguna penalización si no que en ocasiones es hasta lo mejor que nos puede pasar. Cuando llevamos un cuarto de hora ascendiendo en vertical por plataformas de funcionamiento confuso y caemos por falta de habilidad o por culpa del juego (esto último es especialmente sangrante como comprenderéis) es mejor caer al vacío y morir para salir en la última superficie estable en la que pusimos los pies que caer al principio del terreno y tener que volver a subirlo todo.

Poncho

Los tres valientes miembros de Delve Interactive comprendieron el género, lo usaron sin muchas ambiciones pero con las justas para otorgarle a su pequeño Poncho personalidad con un mundo abierto y una mecánica de platformeo poco explotada hasta ahora, pero por desgracia algo falló en el camino y la falta de acabado técnico hace que el juego se derrumbe y quede a merced de un futuro parche que lo convierta en una experiencia disfrutable. Poncho con el control de Super Meat Boy habría sido uno de los grandes lanzamientos del año sin duda alguna. [60]

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