Impresiones: Moss, una maravilla exclusiva para PSVR

PlayStation VR es una plataforma maravillosa, tanto por sus posibilidades, muchas de ellas por explorar, como por su carácter de «caja de sorpresas». Y es que cada nuevo juego tiene el potencial de explorar un área virgen hasta la fecha.

Moss (Polyarc, 2018), aunque no revoluciona, sí que consigue dos cosas muy importantes. Primero, el crear uno de los juegos más bonitos vistos hasta la fecha en PSVR (qué diablos, en cualquier plataforma). Y segundo, ofrecer una jugabilidad en plan Cuento de Hadas que resulta tan maravillosa como perfecta para el ritmo de juego de las partidas en PlayStation VR.

Encarnando a Quill, una intrépida rata inmersa en una épica aventura en un mundo inhóspito, Moss puede ser perfectamente el primer título capaz de rivalizar en calidad con los grandes juegos de PS4 en formato sobremesa estándar. Personalmente, por acabados y magia me recuerda enormemente a Ori and the Blind Forest, ese juego exclusivo de plataformas Microsoft que nos hizo soñar hace unos años y que regresará en breve.

Otra referencia ineludible es Monument Valley (ustwo games, 2014), con la que comparte, además de una belleza incuestionable, un sistema de puzles integrados en los escenarios a partir del cuál el personaje protagonista puede ir avanzando.

Controlando a Quill en tercera persona, una fórmula que, como Edge of Nowhere (Insomniac, 2016) demostró, funciona a las mil maravillas, en Moss la jugabilidad se reparte entre plataformeo puro y duro, combates contra bichos con mala baba y puzles en los que participaremos saltando a Quill.

Y es que, mientras que con los sticks manejaremos a la valiente rata, desplazar el Dualshock en el aire servirá para controlar objetos del escenario, con el objetivo de encajarlos para activar mecanismos o habilitar plataformas que permitan avanzar a Quill en su aventura. Conceptualmente sencillo, cuando se agrupan en pantalla varios enemigos y para superarlos debemos activar plataformas a la vez que esquivamos sus ataques, la cosa se complica.

Las primeras horas que llevo con Moss han sido espectaculares y sin duda seguiré jugándolo algunas más, quién sabe si las suficientes como para superarlo. Lo consiga o no, dificilmente podré obviar al juego de Polyarc cuando elabore mentalmente una lista de lo más destacado que he jugado hasta la fecha en PSVR. Una maravilla que demuestra que, hoy por hoy, la plataforma VR de Sony es capaz de producir juegos indispensables. Moss es lo mejor en la Realidad Virtual de Sony junto al prodigioso Superhot. Imprescindible.

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