Codemasters ha regresado a un terreno bastante conocido para ellos, los juegos de conducción arcade. En esta ocasión nos traen Onrush, un juego fuera de todo lo que actualmente nos presentan los títulos de dicha índole, agregando varios elementos ya conocidos. Una aventura donde la velocidad es lo más importante.
Olvida todo lo que sabes de un juego de conducción
En Onrush no importan los motores, los ajustes técnicos, ni las habilidades al volante. Lo que verdaderamente importa es la velocidad y el trabajo en equipo. No hay vueltas, una meta y tampoco mejores tiempos, la destrucción y la supervivencia se convierten en lo único importante de cara a la victoria.
El título nos presenta cuatro modos de juego muy diferentes: Overdrive, donde tenemos que manejar a la mayor velocidad posible para hacer puntos y superar al equipo rival. Switch, donde tenemos tres oportunidades y pierde el equipo cuyos integrantes las pierdan todas.
Countdown, donde debemos pasar a través de unos portales antes de que se termine el tiempo y por último, mi favorito, Lockdown, que al mejor estilo de los FPS, nos obliga a permanecer por un tiempo determinado en una zona, la cual permanece en constante movimiento y nos obliga a manejar a cierta velocidad si es que queremos ganar el punto.
Variedad sin muchas diferencias
Onrush nos ofrece ocho tipos diferentes de vehículos, dos motocicletas y seis automóviles, cada uno con habilidades diferentes y también con formas distintas para adquirir rush, la moneda de cambio dentro de cada carrera. Así es, como lo más importante es la velocidad, cada uno de esos vehiculos tiene su manera de conseguirla.
Lo más común para conseguir el preciado rush es chocar a unos vehículos grises que salen en la carretera y que son bastante débiles. Los saltos y las piruetas también aumentan dicho contenedor, además de destruir o hace chocar a los adversarios. Esta última es la que más rush nos otorga.
Cada transporte también cuenta con una habilidades especiales, unas pasivas, otras que se activan una vez se alcanza el 100% de su medidor. Sin embargo, aquí es donde Onrush flaquea un poco, ya que son muy pocas las habilidades que verdaderamente se pueden utilizar de forma táctica y al final simplemente se usan para alcanzar a los enemigos y estrellarlos.
Otro punto a mejorar está precisamente relacionado con las colisiones, ya que es muy poco creíble que una moto pueda destruir una camioneta con tan solo tocarla en la parte trasera y que cuando la situación es a la inversa, a la motocicleta no le pase absolutamente nada.
Entretenido en solitario, pero mucho mejor en compañía
Onrush cuenta con un modo para un jugador, en el cual nos podemos ir acostumbrando a las mecánicas y modos de juegos. De hecho las mecánicas son bastante simples, acelerar, frenar y utilizar habilidades, pero eso no significa que no sea entretenido. A medida que vamos ganando competencias, se van obteniendo estrellas que nos dan acceso a nuevas pistas, experiencia, niveles y cajas de botín, las cuales contienen elementos para modificar los vehículos, personajes, etiquetas de jugador y demás.
Lastimosamente el modo solitario cansa muy rápido, es bastante repetitivo y simple, así que ahí es cuando uno debe pasar al modo multijugador, donde si, nos vamos a encontrar lo mismo, pero las carreras son más largas y obviamente es muy diferente competir contra la IA que contra otros jugadores. En ese momento el juego me enganchó de nuevo y estuve en esa típica situación de “la última y no más”, por más de dos horas.
En este aspecto debo decir que la gente de Codemasters se inspiró mucho en Rocket League. Las posibilidades de personalización, el modo para un jugador e incluso algunos vehículos, parecen sacados del juego de Psyonix, pero por fortuna no han implementado ningún tema relacionado con micropagos, por lo que todo el dinero y accesorios se puede obtener jugando.
Una filosofía muy difícil de aplicar
Onrush se presenta como un juego de equipo, cada uno integrado por seis jugadores, sin embargo, la velocidad y frenetismo del título no permitan aplicar muchas tácticas y al final son todos por su cuenta tratando de sacar la cara por el equipo y alcanzar la victoria. En el único caso donde medio se puede lograr algo así, es en el modo Lockdown, donde la permanencia en la zona obliga a utilizar ciertos vehículos y maniobras para ganar.
Igualmente, una vez estamos muy atrás del resto, el juego automáticamente nos transporta hacia adelante, lo que dificulta, de nuevo, aplicar algún tipo de estrategia para frenar al equipo adversario o aprovechar el terreno para mejorar nuestra ventaja en la competencia.
Gran variedad de pistas
Hablando de terrenos, Onrush nos presenta una gran variedad de pistas, con diferentes terrenos y climas. Desde zonas rurales hasta industriales, permitiéndonos conducir por techos, puentes, playas y demás paisajes exóticos y surreales. Lo mejor de todo es que cada una de estas pistas tiene varios caminos a seguir, con el fin de establecer la mejor manera de alcanzar y atacar a los enemigos.
En donde si presenta problemas el juego respecto a las pistas es en el clima, ya que cuando cae nieve o llueve, la visibilidad de dificulta bastante, más aún cuando es de noche, ya que prácticamente no se ve más que una serie de puntos blancos en la pantalla.
Conclusión
Codemasters ha decidido arriesgar y eso de debe aplaudir. En una época donde los juegos de carrera quiere ser lo más real posible, nos traen un juego con unas mecánicas diferentes a los tradicional, enfocado más en la jugabilidad que en lo gráfico y lo más importante, es entretenido.
Onrush no está para competir con Forza o Gran Turismo, es más, ni siquiera lo intenta, por el contrario, trata de regresar a ese modo arcade que nos vemos desde las épocas de Burnout y Blur, tomando elementos prestados de Rocket League y tratando de imponer un estilo de juego muy interesante.
El problema es que aun no termina de cuajar. El trabajo en equipo propuesto es muy difícil de implementar y los vehículos por más habilidades que tengan terminan siendo bastante genéricos, eso, sumado a que se vuelve muy repetitivo en poco tiempo, hacen que su calificación no sea mayor. Sin embargo, considero que Onrush es de esos títulos comodín, de los cuales podemos echar mano cuando no tenemos mucho tiempo para jugar o simplemente queremos pasar el rato.[78]