Gracias a Luismi de Desconsolados me enteré de que las Oculus Quest ya estaban disponibles. Las experiencias que iba contando por su twitter me parecieron acojonantes, y gracias a la gente de Oculus he podido probarlas.
Una toma de contacto escalonada
Antes de nada, decir que solo he jugado unas pocas horas con Oculus Quest, aunque han sido suficientes para poder hacerme una idea de cuáles son las características de estas gafas, especialmente comparadas con PSVR, que son las que uso para VR en casa.
Yo tengo las PSVR y las he gozado mucho, pero las gafas de PS4 tienen un problema: los cables. Oculus Quest se libra de ellos, aunque el precio a pagar es depender de la carga de la batería, que dura aproximadamente unas 3 horas. Eso sí, es posible jugar mientras se cargan las gafas; aunque claro, el principal aliciente de las gafas se pierde. Y es que cuando uno juega con las Oculus Quest uno se da cuenta que ese es el único camino a seguir en cuanto a experiencias de Realidad Virtual: nada de depender de cables, PCs o consolas. Los dispositivos VR tienen que ser libres, y para ello se necesita prescindir de consolas o PCs accesorios o incluso de cámaras que ayuden al posicionamiento del jugador.
Calidad técnica suficiente sin revoluciones
A nivel técnico, en cuanto a la experiencia en si, no he encontrado muchas diferencias con respecto a PSVR en cuanto a calidad gráfica. Donde sí que las Oculus Quest supera a la Realidad Virtual de PlayStation es en cosas como el poder fijar una superficie de juego de forma manual o en el no depender de una cámara para identificar la posición de las gafas.
Los mandos de Oculus, comparados con los PS Move, también son un paso adelante. Muy ligeros y precisos, es una gozada jugar a los títulos de Oculus Quest con ellos. Los botones son muy accesibles, aunque sí que es verdad que cuando utilizas el mando para coger un objeto virtual, me ha pasado que le he dado a más botones de la cuenta. Imagino que esto es complicado de gestionar siendo un mando multipropósito.
Quizá el único WTF sea el sonido, que viene por un sistema de altavoces, por lo que la gente alrededor tuyo escuchará el sonido del juego. Esto puede ser un inconveniente si compartes sala con alguien que está viendo la TV o echando una partida a otro sistema, por ejemplo.
Un catálogo nutrido
En mis primeras horas de juego he invertido el tiempo en pasarme el modo historia de Vader Immortal: Episode I, jugar unos partidos a ping pong en Racket Fury: Table Tennis VR y engancharme como un niño, por enésima vez, a Beat Saber. Ahí van mis sensaciones con ellos:
- Vader Immortal: Episode I: una aventura en la que encarnaremos a un ladrón estilo Han Solo que acaba en el castillo de Darth Vader por unas movidas bastante trascendentales. Más que un juego es una experiencia con algunos momentos interactivos. Especialmente destacable la implementación y control de los sables láser, el gran highlight del juego, además de presenciar la vuelta de Darth Vader en plan protagonista. Me sigo quedando con el modo VR de Battlefront, una maravilla inigualable, como gran referencia en Realidad Virtual para el universo Star Wars, pero es de aplaudir el esfuerzo en crear una experiencia como Vader Immortal: Episode I.
- Racket Fury: Table Tennis VR: No me he podido resistir a probar este simulador de ping pong, ya que soy aficionado a este deporte. Tenía mis dudas, porque la verdad es que me parecía muy complicado que la experiencia fuera convincente, pero así es. Es espectacular lo que han conseguido: un control muy intuitivo que, gracias a los mandos de Oculus, permite el jugar de una forma muy realista, aunque sea entre robots. Y las sensaciones son buenísimas, tanto a nivel de control como de referencia en cuanto al movimiento de la pelota. Una maravilla que no te puedes perder a poco que te guste el ping pong.
- Beat Saber: Ya lo había jugado en PSVR pero no me he podido resistir a hacerme con este Guitar Hero con espadas, como me gusta llamarle. Una auténtica gozada, un festival al que cualquiera puede unirse con pocos minutos de práctica. Uno de los mejores Rythm Games que he tenido la suerte de jugar.
Las Oculus Quest tienen un precio de más de 400€, mientras que las PSVR cuestan hoy en día menos de la mitad – aunque claro, como bien apunta Wolf en los comentarios hay que sumarle el precio de la PS4. Al final es una decisión de cada uno, pero lo cierto es que una al lado de la otra la decisión es sencilla. El tema está en el precio y en algunos grandes exclusivos que Sony ha desarrollado solo para PSVR, como Astro Robot o Blood & Truth
¿Y de mareos, qué tal? Tengo las PSVR abandonadas ya que nunca pude superarlos a pesar de que me encantan.
He jugado a Beat Saber, Darth Vader Inmortal, Ping Pong y Superhot VR y 0 mareos. También es cierto que en PSVR los juegos que mareaban eran los menos, sobre todo aquellos con traslado libre.
»Las Oculus Quest tienen un precio de más de 400€, mientras que las PSVR cuestan hoy en día menos de la mitad»
Creo que esta frase final es un poco engañosa, pues la PSVR requiere la PS4 y , para tener una experiencia similar a las Quest, los mandos MOVE, así que el precio es muy similar.
Falta mencionar la innovación del tracking, mucho más sofisticado que el de la PSVR.
Por otra parte, los juegos de PSVR siempre serán más espectaculares gráficamente, al contar con más potencia.
Por lo demás esta muy bien!
Buenas Wolf, mil gracias por pasarte y comentar.
Totalmente de acuerdo con el matiz, lo añado a la reflexión.
En cuanto al tracking, lo mismo, muy de acuerdo, lo de no necesitar cámara es un plus.
Yo no he notado esa falta de espectacularidad con respecto a PS VR. Es más, yo Vadder Immortal lo veo bastante decente. ¿Crees que PSVR tiene algún juego mucho más avanzado?