Minecraft Dungeons, mazmorreo para todos los públicos

Mojang Studios aparca la construcción y supervivencia para ofrecernos un simpático ARPG minimalista. Minecraft Dungeons ya es una realidad, hemos hecho frente a miles de enemigos y contamos qué nos ha parecido nuestro viaje a través de sus mazmorras.

Nota: Análisis realizado mediante un código proporcionado por Microsoft/Minecraft.

Microsoft cambia de tercio

No deja de ser curioso que insignias del calado de Gears of War y Minecraft hayan apostado por ofrecernos una experiencia muy distinta a lo que durante tantos años nos tenían acostumbrados. Por un lado, la franquicia de Marcus Fenix nos ha llevado a librar batallas estratégicas gracias a Gears of War Tactics. Por otro, el fenómeno de Mojang Studios nos propone un viaje muy similar al de títulos como Diablo. Y es que Minecraft Dungeons nos ha sorprendido. Para bien y para mal.

El título que tenemos entre manos muestra sus cartas en apenas unos minutos y es muy fácil explicar lo que ofrece, así que vamos a centrarnos en las virtudes y defectos que trae consigo. Lo primero es lo primero: ¿Qué es exactamente Minecraft Dungeons? Podríamos definirlo como un clásico mata-mata, aunque quizá lo más correcto sea calificarlo como un action RPG. Uno muy sencillo y minimalista, eso sí. Es muy fácil aprender a jugar —e incluso dominarlo—, ya que apenas hay que saber que podemos movernos, atacar a corta y larga distancia y hacer uso de habilidades. Todo dicho.

Luces y sombras en una propuesta familiar

La principal diferencia entre Minecraft Dungeons y otros nombres propios del género es la ausencia de clases y reparto de atributos. Aquí todos los personajes pueden portar todas las armas y habilidades del juego, quedando sujetos, simplemente, al equipo que el azar decida poner en nuestro camino. Esto da lugar a una experiencia muy ligera y sencilla, minimalista tal vez, que apenas exige nada al jugador; nada de planificación a la hora de perfilar las aptitudes del personaje.

Esto no es un defecto per sé, aunque hay que decir que el cuestionable loot del título no resulta lo suficientemente gratificante como para paliar las carencias de una experiencia tan simple. Y es que no es de recibo recibir media docena de armas iguales, cuyo poder se sitúa muy por debajo de nuestro nivel actual. Como digo, esto es cosa de los caprichos del azar y no siempre tiene por qué ser así, pero cuando sucede, da lugar a una experiencia demasiado gris.

La duración es otro de los asuntos más complicados de valorar en títulos así. Porque no es cuestión de algo tan superficial como «ser corto» o «ser largo». El número de horas es muy relativo, y la clave reside en los elementos que hacen de la experiencia algo rejugable o no. Lamentablemente, la sencillez de la propuesta, unido a los problemas de loot y la escasa variedad de jefes finales y misiones llevan a Minecraft Dungeons a sufrir un problema bastante serio: tiene muy poco recorrido. Y esto es precisamente lo contrario a lo que un género así necesita.

En el otro lado de la balanza, encontramos lo mejor que podemos decir del título de Mojang: es divertido. Los controles responden a la perfección, las partidas son muy dinámicas y el sistema de artefactos, habilidades y mejoras de los mismos sí que logran aportar esa imprescindible sensación de progreso que nos invita a disfrutar de una partida más. Esto es muy importante, ya que estamos ante un título que no está precisamente exento de problemas, así que no se nos ocurre mejor virtud de la que presumir que esa, ofrecer diversión.

Otro punto a favor se encuentra, como no podía ser de otra forma, en lo atractivo que resulta disfrutar de un título así basado en el universo Minecraft: Creepers, esqueletos arqueros, Limes, Mobs o Golems de Redstone son algunos de los inconfundibles enemigos a los que nos toca hacer frente constantemente. Las mazmorras están plagadas de ellos y a menudo nos vemos obligados a resistir oleadas, derrotar a jefes finales o solventar algún que otro sencillo rompecabezas.

Ya que hablamos de mazmorras, hay que decir que su cantidad se antoja un tanto escasa, a pesar de que todas están perfectamente diferenciadas y su diseño interior se genera aleatoriamente en cada partida. La temática, enemigos y recta final es la misma, pero la disposición de los tesoros y la distribución de sus estancias varía constantemente. Se aprecia el esfuerzo por ofrecer dinamismo e incentivar la rejugabilidad, pero no habría estado de más superar, al menos, la docena de niveles disponibles.

En definitiva

Minecraft Dungeons no es un mal juego; ofrece diversión y es ideal para partidas rápidas. También es una opción interesante para esos jugadores que no terminan de atreverse con un género así, ya que se trata de una experiencia de lo más amigable y amena. El problema llega cuando cae en manos de un usuario acostumbrado a propuestas de estas características. Y es que lo nuevo de Mojang Studios sabe a poco y no está carente de problemas.

La sensación que nos deja es que deberían haberse pulido algunos aspectos antes de llegar al mercado. Por ejemplo, todavía no es posible compartir datos ni jugar entre las plataformas de Microsoft. El desequilibrio del loot obtenido no incentiva especialmente la rejugabilidad y la escasez de contenido inicial da lugar a que la experiencia se resienta demasiado pronto. En resumen, podríamos decir que Minecraft Dungeons es una propuesta interesante, pero que se sitúa lejos, muy lejos de cualquiera de las numerosas alternativas que podemos encontrar en el género. [65]

  1. No entiendo muchos de los problemas que le achacan a este Minecraft Dungeons y los intentaré explicar en un análisis ya que creo, que no se le está aplicando el suficiente tiempo ni viendo la profundidad de los niveles de dificultad+nuevo loot. Los juegos de farmeo son así, ya sea Diablo3, PoE, Torchlight, todos pecan de la repetición por el mero hecho de conseguir acabar el juego en una nueva dificultad y ahí radica lo bonito y adictivo de este género.

    Este Minecraft no tiene menos recorrido que el Diablo 3 cuando salió al mercado, que tenía 5 fases y simplemente tocada repetir. Veremos como avanza a medida que haya más contenido.

    Sobre el tema de las clases, las builds de los personajes son complejas ya que al tener solo 6 objetos más los atributos especiales de cada uno, que salen de manera aleatoria, nos deja con una difícil construcción de builds que sea rentables y que funcionen rápido. Como en Diablo3, tiene su Kadala, que nos cambia esmeraldas por objetos de más o menos nuestro nivel, pero la suerte entra en juego.

    Y para terminar, un juego como este tiene uno de los multijugadores más adictivos del mercado, al estilo de Diablo3 en consola, de lo mejorcito que hay ahora mismo.

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