El otro día me estaba preguntando: ¿Cómo podría ser un F-Zero para Switch? La saga lleva olvidada desde 2004. Diecisiete años, que se dice pronto. Desde entonces, sólo ha sido representada en Mario Kart 8 y en Super Smash Bros., en las que Captain Falcon, hace acto de presencia y saca a relucir su Falcon Punch y todo su repertorio de técnicas de combate.
¿Malas ventas?
Así pues, si tan querido es, ¿a qué se debe tal olvido? No son pocas las voces que reclaman una nueva entrega del juego de carreras espaciales. Así que lo normal hubiera sido ir sacando nuevos juegos con el paso del tiempo. No obstante, hay algunas razones para no haberlo hecho hasta el día de hoy.
Uno podría decir que es debido a las ventas. Pero aquí los datos son confusos. Según algunas fuentes consultadas, F-Zero GX llegó a vender apenas 0.64 millones, mientras que Toshihiro Nagoshi, productor del juego, comentó recientemente que alcanzó el millón y medio de unidades vendidas, llegando a estar entre los 20 juegos más vendidos de Nintendo Gamecube. En todo caso, sea o no por las ventas, creo que hay más factores que influyen en ello.
F-Zero es exigente con el jugador
F-Zero es una serie que, al contrario que Mario Kart, es muy exigente con el jugador. Son juegos con una dificultad muy elevada y que requieren que el jugador domine todas las técnicas de conducción a su alcance. Por ello, pese a que F-Zero GX sea considerado un juego sólido y bien hecho, su carácter de nicho es innegable. No es un juego “fácil de aprender, difícil de dominar”, que sería lo suyo. Si bien es cierto que las mecánicas se pillan enseguida, se hace bastante imprescindible tener un control preciso sobre la nave y aprenderse los circuitos a la perfección, y eso es un muro muy alto que pocos están dispuestos a escalar. ¿Es malo? Para nada. Hay juegos que están diseñados para que supongan un reto, y F-Zero GX es uno de ellos.
Shigeru Miyamoto, hace ya hace un cierto tiempo, declaró lo siguiente cuando le preguntaron sobre una nueva entrega de F-Zero: “Realmente comprendo a la gente que quiere un nuevo ‘F-Zero‘. Pero creo que el problema es que no tengo una buena idea para darle a ‘F-Zero‘ algo nuevo, un nuevo aire, que lo convierta en un gran juego otra vez. Puedo ver que la gente que mira a ‘Mario Kart 8’ sienta una conexión con ‘F-Zero‘ por el tema de la anti gravedad… pero llegados a este punto, no tengo ni idea de qué dirección deberíamos seguir con un nuevo ‘F-Zero”.
Falta de ideas rompedoras
Estas declaraciones, junto al hecho de que Nintendo es una empresa que no se contenta con lanzar secuelas de sus juegos sin alguna vuelta de tuerca en sus mecánicas, hacen que ver una nueva entrega sea difícil, por lo menos hasta que se solucione este problema. Y es cierto. F-Zero GX es un juego pulidísimo, con unas mecánicas que funcionan a la perfección. Cuesta imaginar posibles mejoras que se le podrían añadir. ¿Modo historia? Ya lo tienes. ¿Personalización de naves? También. ¿Meter objetos? Podría ser, pero haría falta algo más, y eso ya lo hace Wipeout.
Teniendo en cuenta esto, podríamos conformarnos y aceptar que no haya más entregas nuevas de la saga que puedan ofrecer más. Una remasterización del título original para Switch y con modos online debería ser suficiente. A fin de cuentas, muchísima más gente podría, por fin, saber de dónde viene “ese personaje de Super Smash Bros. tan molón” y disfrutar de un título de una calidad envidiable que, a día de hoy, ha caído en el olvido.
Primera aproximación: Cazarrecompensas en acción
Pero, ¿y si pensamos un poco más allá? ¿Acaso F-Zero debería ser únicamente un juego de carreras? Muchos pensarán que sí. Al fin de cuentas, si algo funciona no lo toques. No obstante, me gustaría ver algo más ambicioso que un juego de carreras que tiene ya poco margen de mejora.
Si pensamos en Captain Falcon como personaje, nos viene a la mente un cazarrecompensas que compite en carreras de naves hiperveloces. Y también, gracias a la saga Smash Bros. y al anime de F-Zero, sabemos que es un gran luchador cuerpo a cuerpo. Teniendo en cuenta todo esto, creo que no sería descabellado introducir mecánicas de combate en la saga.
La primera opción que me vino a la mente en un primer momento fue mezclar las carreras con el hack and slash de juegos como Devil May Cry o Bayonetta. Y, si hablamos de Bayonetta, es obligatorio mencionar a Platinum Games. ¿Un F-Zero desarrollado por ellos? Lo veo bastante posible, y más teniendo en cuenta que se llevan muy bien con Nintendo. Por fin podríamos ponernos en la piel de Captain Falcon para perseguir a los malhechores de toda la galaxia y derrotarlos en frenéticos combates. Esta opción suena bastante bien. Pero, ¿y si le damos otro enfoque aún mejor?
F-Zero: Like a Falcon
Toshihiro Nagoshi, quien fue productor de F-Zero GX, ha mencionado recientemente que, si le surgiera la oportunidad, no le importaría trabajar en una nueva entrega de F-Zero. En concreto, que le encantaría hacer una entrega desafiante. Esto indicaría que Nagoshi estaría pensando en hacer una iteración mejor de F-Zero GX, sin mayores ambiciones como las planteadas en este artículo, y si sumamos el hecho de que Nintendo suele ser muy rígida con los cambios en sus IPs, aún tenemos más motivos para pensar en ello. Definitivamente, es lo más probable que pase.
O quizá, pese a todo, sale algo muy diferente. Recordemos que Nagoshi es, actualmente, el responsable del Ryu Ga Gotoku Studio de Sega, los creadores de la saga Yakuza. Y si atamos cabos, ¿qué obtenemos? Pues os lo voy a decir: un F-Zero basado en la franquicia estrella de Nagoshi. F-Zero: Like a Falcon.
Un potencial a la espera de ser aprovechado
Llamadme loco, pero creo que hay bastantes razones por las cuales un título así podría funcionar. No hablo de llevar a Captain Falcon a Kamurocho y que se enfrente a la Yakuza. Como comentaba, a la saga F-Zero le faltan ideas, y su protagonista es muy conocido por su carisma y su repertorio de golpes. Un reboot de la franquicia que cambie por completo el planteamiento de la misma puede ser bastante interesante y un soplo de aire fresco. Además, todo el universo de los juegos está ahí, esperando a ser aprovechado.
En F-Zero hay diferentes ciudades y pilotos, y todos tienen sus trasfondos. Al igual que Kamurocho y Sotenbori de Yakuza, Mute City y Port Town tienen muchísimo que contar y no sabemos casi nada salvo lo que nos dicen los perfiles de los pilotos. El modo historia de GX los aprovecha muy poco a través de una narrativa muy genérica, y es evidente que se nos hace muy corto.
Una buena narrativa, pero que a la vez no se tome en serio
Aprovechando la experiencia del RGG Studio, creo que este punto podría subsanarse de una forma magistral, a la vez que se distancia de las narrativas más crudas de la saga Yakuza y nos da un enfoque más, digamos, para todos los públicos. Una buena trama en la que podamos explorar más a fondo las vidas de pilotos como Jody Summer, Samurai Goroh o Pico. Aprovechar sus trasfondos para contar historias más ricas y complejas, pero que tampoco se tome a si misma muy en serio. Algo en la línea de GX, pero más largo y desarrollado.
En la saga Yakuza, las ciudades en las que transcurren las diferentes entregas tienen mucho protagonismo, no sólo por la trama principal, sino por todo lo que se puede hacer en ellas. Ir de compras, comer en restaurantes, aprovechar todas las opciones de ocio, etc. Lo suyo sería poder hacer lo mismo en Port Town, adaptándolo todo a las particularidades del entorno. Por ejemplo, debería haber un taller mecánico en el que poder comprar piezas nuevas y reparar la nave en caso de averías.
Show me your moves! ¿Alguien ha dicho minijuegos?
Naturalmente, si hablamos de ocio, hablamos de minijuegos, y eso es algo que tiene que estar sí o sí. Tampoco pueden faltar las substories, gran parte de la esencia de los títulos del RGG Studio. Estos elementos corresponden a la vertiente más desenfadada de la saga. Esa que nos hace reír y es carne de memes. Dada la personalidad de Captain Falcon y su papel como cazarrecompensas, le queda como un guante. En ese aspecto, Nagoshi y su equipo no decepcionan, y podrían traernos substories disparatadas y divertidas que nos hagan reír a carcajadas. Y que, naturalmente, todas acaben con un combate contra un grupo de matones. Trabajos a la altura de un cazarrecompensas de la talla de Captain Falcon.
Todo esto está muy bien, pero tampoco hay que olvidar que, ante todo, F-Zero es un juego de carreras. Por ello, deben ser una parte fundamental del título, integradas en la propia narrativa. Tampoco hay mucho donde mejorar respecto a F-Zero GX. Quizá poner algunos elementos de quality of life, como por ejemplo que si te sales de la pista no mueras serían un buen añadido para jugadores no tan experimentados. Y para los más expertos, un modo online sería más que necesario.
Un sueño que tal vez nunca se haga realidad
Una reimaginación de la saga F-Zero desarrollada por los mismos que crearon su mejor entrega, GX. Y qué mejor momento para que el Ryu Ga Gotoku Studio la haga realidad que ahora, habiendo creado una de las mejores sagas de los videojuegos. Se trata de juntar uno de los videojuegos de carreras más brillantes que se han hecho jamás y una franquicia con narrativas sobresalientes. Muchas piezas del puzle – por no decir todas – encajan. Todos tenemos sueños imposibles, y este es el mío.