[Microanálisis] Jackass The Game (PS2)

Uno se puede encontrar con un juego como Jackass, patrocinado por un gran emporio musical, basado en una licencia famosísima y de fácil venta entre el público juvenil, y normalmente piensa, bueno, otro bodrio. Nada más lejos de la realidad. Puede que no sea un título original en su mecánica, que tenga menos argumento que la serie (aunque tampoco importe demasiado) y que sale para una máquina que da sus últimos coletazos de vida, pero que aún así consigue entretener.

Probablemente, si hubiera salido para Wii y controlásemos los movimientos con el nunchuk, agitando brazos y haciendo aspavientos, las críticas habrían sido bastante mejores, pero es un título de PS2 y le han puesto las cosas un poquito más complicadas. Jackass The Game es, sorprendentemente, un juego entretenido, aunque por poco tiempo, con sentido del humor, música cañera y que hace honor a la serie de televisión, a la película y a los desvaríos de una generación californiana que han convertido el hacerse daño en una suerte de «arte».

Jackass The Game es básicamente una colección de minijuegos alocados, que se pueden jugar solo o con uno de tus homies (opción que le hace ganar muchos enteros) y que propone sobrevivir a tareas absurdas en las que debemos conseguir cierto número de objetivos. La primera misión consiste en lanzarse por un barranco para conseguir chocar contra el mayor número de cactus, conseguir determinado dinero del seguro médico por las fracturas, llegar a la parte final en menos de x segundos.

Cada vez que concluimos un minijuego se hace balance y vamos desbloqueando nuevas peripecias, además de que pasa a estar disponible en la modalidad desafío donde los objetivos cambian. Hay minijuegos realmente simples que consisten en machacar botones o seguir una secuencia de comandos como en los DDR, y algunos ligeramente más elaborados, aunque la duración no suele ser superior a un par de minutos.

El problema mayor que presenta es que es un título corto y en el que bastantes pruebas son flojas en su diseño y ejecución. Eso sí, puedo asegurar que es difícil parar hasta ver en que consisten todas y cada una de ellas y contemplar como hacen el burro estos colegas que se han acaudalado a base de fracturas de peroné. Si hubiera tenido online, mayor variedad en los minijuegos y mayor longevidad habría sido un gran juego. Tal como ha llegado, es un título con el que te puedes echar unas risas dos-tres horas y que enseñarás a las visitas que vayan a casa para que se parten un rato el ohio.

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