Demonios con poca "chicha" en 3DS

Hace no mucho analicé para vosotros Shin Megami Tensei: Soul Hackers, un título que, lejos de llegar al esplendor del que hacía gala en Sega Saturn, no era ni mucho menos un mal juego. Cierto es que este tipo de apuestas me resultan difíciles de jugar debido a mis gustos más plataformeros y aventureros en general, pero siempre resulta conveniente probar otro tipo de géneros y no quedarse estacando en uno concreto.

Shin Megami

Ahora nos llega un nuevo capítulo de la saga, denominado Devil Survivor Overclocked, que sigue la premisa jugable del primero. Los amantes del RPG clásico agradecerán este tipo de apuestas, pero el resultado de esta nueva adaptación deja mucho que desear y es necesario contar con una gran paciencia si se quiere desfrutar como es debido. Así pues, adentrémonos en el nuevo mundo de Shin Megami y descubramos lo que este título para 3DS puede ofrecernos.

Tokio ha sido invadida por una inmensa cantidad de demonios que campan a sus anchas por la ciudad y aterrorizan a todos sus ciudadanos. El encuentro con uno de estos seres acaba casi siempre en tragedia, de modo que nuestra misión consiste en continuar con vida el máximo tiempo posible y escapar de la ciudad antes de que sea demasiado tarde.

Shin Megami

Podemos visitar varias zonas de la ciudad a las que podemos acceder desde el menú de la pantalla inferior de la consola. Cuando en uno de estos lugares sucede algún evento de interés, aparece una exclamación para avisarnos, que puede ser desde alguna misión, interactuar con otros personajes o combatir contra algún demonio. El mapa no será el único medio que nos avise de dichos eventos, sino que también recibiremos mensajes a nuestro correo electrónico. Interactuar con el mundo y los personajes que lo pueblan es de lo más sencillo. Desde que da comienzo la aventura seremos víctimas de infinitos diálogos que nos cuentan la historia del héroe y la de sus compañeros. Tantos diálogos acaban siendo de lo más cansino y llegará un momento que apretemos constantemente el botón B para saltarlos. El juego nos propone que tomemos decisiones constantemente que influirán en el desarrollo de la aventura y en el porvenir o devenir de sus protagonistas.

Shin Megami

Los momentos de acción son escasos, limitándose el juego a narrarnos constantemente la aventura por medio de los ya citados diálogos. Los personajes hablan entre sí en un escenario, volvemos al menú, visitamos una nueva zona y volvemos a dialogar, luchamos, otra vez diálogo, y así durante todo el juego. Esto conlleva a que el jugador acabe aburriéndose y llegue en el peor de los casos a abandonar el juego, que será lo más probable sobre todo si eres falto de paciencia.

Pero claro, no todo va a ser diálogo, también tendremos que enfrentarnos a los monstruos que han invadido Tokio. Los escenarios donde se desarrollan las peleas están formados por cuadrículas y podremos mover por ellas a nuestros personajes hasta un número limitado de veces. El sistema de combate es muy parecido al del anterior Shin Megami, de modo que pocas novedades vamos a encontrar en este. Nuestro equipo estará formado tanto por humanos como demonios aliados. Obviamente, los humanos cuentan con habilidades distintas a las de los demonios y viceversa, asi que resulta fundamental crear un equipo equilibrado a la hora de lanzarnos a la batalla. Como es lógico, el combate se desarrolla por turnos, con momentos para atacar, defender o curarnos. El personaje que comience la acción será quien lleve por así decirlo la voz cantante y quien ejecutará las acciones en primer lugar. Si somos lo suficientemente hábiles y dañamos a nuestro enemigo en algún punto débil, tendremos ocasión de realizar un ataque extra y así debilitar aún más al rival.

Shin Megami

Como es habitual en el género, a un enemigo le surtirá mayor efecto un tipo de ataque que otro, de modo que tendremos que estudiar muy bien al rival para saber con qué atacar. Los grupos de demonios suelen estar capitaneados por un líder y tratarán de protegerlo a toda costa aunque les lleve la vida en ello. Si queremos vencer al jefe, antes habrá que encargarse de los subordinados y debemos tener especial cuidado sobre todo con aquellos que poseen algún tipo de habilidad regenerativa o curativa, ya que si no los vencemos estarán constantemente curando a sus aliados, por lo que la batalla se complicará aún más. Al vencer al enemigo conseguimos experiencia y nuestros héroes subirán de nivel, consiguiendo nuevas habilidades y aumentando su resistencia.

Con el dinero que ganemos en los combates, podremos comprar a los monstruos que hayamos derrotado en una especie de casa de subastas. Obviamente, cuanto más poderoso sea el ser, mayor cantidad de dinero habrá que añadir a la puja para conseguirlo. Hacernos con monstruos poderosos no sólo se limitará a la casa de subastas, sino que podemos fabricarlos nosotros mismos fusionándolos. Así, si por ejemplo no tenemos suficiente dinero para comprar uno medianamente decente y sólo tenemos el suficiente como para comprar dos más débiles, estos dos podemos fusionarlos y conseguir una especie mejorada.

Shin Megami

Hay que remarcar que este nuevo capítulo de la saga nos llega otra vez completamente en inglés, por lo que habrá momentos que no nos enteremos ni lo más mínimo de lo que pasa. Al estar traducido en el idioma de Shakespeare hace muy difícil que un nuevo público se anime a probarlo, quedando en un producto que sólo lo disfrutarán quienes dominen el idioma. Flaco favor se hacen a sí mismos negándose a traducir estos títulos a nuestro idiomas, aunque entiendo que estas propuestas están centradas a un público muy concreto y reducido. 

Este nuevo Shin Megami no aprovecha las capacidades técnicas de la portátil ni mucho menos, dando la sensación de encontrarnos ante un simple port inacabado que se lanza al mercado con el único fin de hacer caja de manera fácil. Es un juego sólo recomendable para quienes sientan una especial predilección por el género, el resto no van a encontrar nada que les satisfaga. Podéis haceros con él a través de la tienda digital de Nintendo eshop, pero para ser francos existen mejores alternativas que seguro disfrutaréis mucho más. [55]

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