MSI Z97 Gaming 9 AC: la mejor placa base gaming del mercado

Continuamos analizando los nuevos productos de la marca MSI, esta vez toca otro modelo de placa base con chipset Z97 y no es un modelo cualquiera, hablamos del modelo que ocupa el lugar más alto en la nueva gama gaming. La MSI Z97 Gaming 9 AC no es una placa cualquiera, está pensada por y para el jugador más exigente y que quiere siempre el mejor rendimiento.

Lo primero, queremos dar las gracias a MSI Iberia y en especial a Nuria Ruano por hacernos llegar esta placa para su análisis. Todos los componentes analizados han sido devueltos a sus respectivos fabricantes.

Como siempre hacemos en AKB vamos a empezar el análisis por lo primero que siempre nos llama a la vista cuando tenemos un producto en nuestra manos: el empaquetado. Como hemos dicho en la presentación de este análisis, no estamos frente a un producto de calidad media o baja, todo lo contrario, estamos frente al top en la gama y eso mismo esperamos del resto de componentes que integren el paquete junto a la MSI Gaming 9 AC.

Como podemos ver en las fotos del exterior del empaquetado de la MSI Gaming 9 AC los colores Dragon Army rojo y negro de MSI están presentes como en toda la serie Gaming de la compañía. Ya hemos hablado de lo importante que es tener un color de marca que haga que los compradores distingan a simple vista tus productos y, si tienes distintas series para tipos diferentes de usuarios como pasa con MSI, es esencial esta diferenciación para no confundir al consumidor.

En la parte trasera de la placa tenemos la información típica que todas las compañías nos incluyen en sus empaquetados: conexiones, características de la placa base, software incluido, compañías que están asociadas al fabricante, etcétera. Como novedad, y algo que hemos visto en otros modelos de gama alta, el frontal de la caja se abre para mostrarnos una pequeña ventana de plástico que enseña la placa base rodeada de la información extendida más importante. Es una forma perfecta de sacar pecho y enseñarle al comprador todo lo que va a encontrar en la MSI Gaming 9 AC.

Una vez abrimos la caja nos encontramos con la placa base en una zona propia cubierta de un plástico rígido, pero sin funda protectora frente a estática. Todo por lo que os hemos comentado anteriormente de la ventana abierta de la caja. Cubrir la placa con funda antiestática no es algo obligatorio, ya que el cartón que protege la placa base es no conductor, pero toda protección en un producto de este tipo es poca. Junto a la placa base tenemos un pequeño paquete de cartón en el que encontramos todos los accesorios.

Desde luego los accesorios incluidos están acorde a lo que podemos pedirle a este componente básico en nuestro equipo gamer. La MSI Gaming 9 AC incluye lo siguiente: manual de usuario, manual de inicio rápido, pegatinas para clasificar cables, conector para facilitar la conexión al barebone, dos DVD con drivers, adaptador inalámbrico Wi-Fi+Bluetooth 4.0 con dos antenas externas, tornillo de instalación módulo Wi-Fi/BT, puente SLI, cables V-Check, protector de puertos trasero para el barebone, adaptador de 2 pines Molex, 6 cables SATA3, adaptador SATA-eSATA, un poster, una chapa con el logotipo del Dragón MSI Gaming y el colgador de la puerta que ya hemos visto en otros productos MSI.

El montaje de la placa base en el barebone es fácil para un usuario normal informático. Solo tenemos que tener en cuenta que estamos trabajando con una placa de tipo ATX, tamaño normal, por lo que tendremos que liberar lo que tengamos ya conectado en la caja para dejar espacio suficiente para trabajar. La única consideración que debéis tener, ya que la placa junto con un buen disipador y turbina se hace algo pesada, es introducir primero la zona de conexiones externa y casarla con suavidad. Como siempre hemos utilizado nuestro procesador Intel i5 4670K -nuestro procesador gamer de cabecera en nuestros equipos de pruebas- junto a una turbina Thermaltake, una AMD R9 270X (analizada junto a esta placa), un SSD Samsung de 120 GB y 8 GB de RAM Kingston HyperX 1600 Mhz CL9.

Antes de empezar vamos a ver las especificaciones técnicas de la MSI Z97 Gaming 9 AC:

Formato: ATX

CPU: 4ª y 5º generación de los procesadores Intel Core, Intel Pentium y Celeron

Shocket de la CPU: LGA 1150

Chipset: Intel Z97

Ranuras de expansión: 3 x PCI-E 3.0 x16 (x16/x8x8/x8x4x4); 3x PCI-E 2.0 x1

Conectividad: 12x USB 3.0 (6 en ASMedia) / 6x USB 2.0

RAM: 4 DIMM DDR3, compatible con memoria RAM dual channel de 1600 Mhz hasta 3200 Mhz (con OC)

Almacenamiento / SATA / eSATA: 8x SATA III 6 Gb/s (6 en chipset y 2 en ASMedia) / 1x M.2 (compartido con SATA 5 y 6 / 2

Gráficos: Soporte para CrossFire 3-way y SLI 2-way / compatible con procesador con gráficos integrados

LAN: Tarjeta de red Killer E2205 Gigabit LAN

Wireless: Tarjeta WiFi IEEE 802.11 a/b/g/n/ac Doble banda (2.4/5G) / soporte Wireless Display (WiDi) + Bluetooth 4.0

Audio: Realtek ALC1150 7.1 / Xtreme Audio DAC / C-Media CM6631A (Audio frontal) / Audio Boost 2 / Sound Blaster Cinema 2

 

Estas especificaciones sitúan este componente en el techo máximo actual, convirtiendo la MSI Gaming 9 AC en el buque insignia de las placas bases dedicadas al gaming. Vamos a darnos un paseo por las diversas zonas de la placa antes de entrar en la BIOS y el software incluido en el equipo.

En un primer vistazo general a la MSI Z97 Gaming 9 AC vemos que los colores que ya indicamos en la caja se mantienen en el PCB con un color negro mate y los detalles rojos de las zonas metálicas en la placa. Es un diseño precioso, sobrio, pero que al mismo tiempo invita a enseñar con un barebone que tenga ventana lateral.

Lo primero que nos llama la atención cuando examinamos detenidamente esta placa son unas protecciones en dos zonas: zona de conexiones externas y zona chipset de audio. Vamos a centrarnos en el chip de audio, esta vez vemos que MSI ha luchado por conseguir el mejor sonido posible integrado. Podemos afirmar que estamos frente al mejor chip de audio de todas las placas de la compañía que hemos analizado, que junto a las conexiones USB específicas para dispositivos de sonido nos da una calidad y limpieza (libre de ruido rosa y estática) impresionante. El sonido en los juegos cada vez es más importante y vemos que las empresas empiezan a tenerlo muy en cuenta. Para hacer las pruebas hemos conectados diversos auriculares y nos hemos librado milagrosamente de ruidos de fondo, que por ejemplo si sufro cuando los conecto al portátil.

Seguimos nuestro paseo y vamos a centrarnos ahora en las tres zonas principales de toda placa base: chipset, RAM y PCI-E. Como vemos en las fotos inferiores la zona del socket LGA1150 incluye un disipador pasivo para el VRM (módulo regulador de voltaje) conectado entre sí por un heatpipe de cobre para mejorar la transmisión de calor. A la izquierda del disipador tenemos el primer conector de 8 pines ATX. Quizá esté un poco cerca y nos sea algo complicado conectar este primer cable de alimentación a la placa una vez colocada en el barebone.

A la derecha del socket tenemos las cuatro ranuras DIMM para memorias RAM DDR3 que están un poco más alejadas del disipador del procesador y eso es una alegría si, más adelante, tenemos que cambiar o poner más memoria RAM sin tener la necesidad de sacar la placa del barebone. En otras placas, incluidas las de la propia MSI, nos hemos encontrado un espacio mínimo, incluso a pocos milímetros del calor generado por el disipador.

Un poco más abajo vemos una de las mejores características de esta placa base: los tres conectores PCI-E 3.0 x16. La mayoría de los usuarios de PC tenemos una sola tarjeta gráfica de alta gama o gama media, aunque con la bajada de precio por la salida de nuevos modelos, con un poco de tiempo, podemos hacernos con otra tarjeta más o incluso con otras dos más. Con la MSI Z97 Gaming 9 AC tenemos diversas posibilidades de expansión muy interesantes. Nos da la posibilidad de conectar tres tarjetas gráficas AMD en CrossFire que se modificarán a estas velocidades 8x4x4, o un SLI de dos gráficas NVIDIA que quedarán con la siguiente velocidad 8×8 haciendo. Esta bajada de velocidad explica que, aun teniendo dos tarjetas gráficas no consigamos un resultado del doble de potencia o, si somos unos afortunados, conectar tres tarjetas iguales AMD puede no darnos el resultado que buscamos por esta perdida de velocidad entre la placa y la tarjeta.

Entre las dos conexiones vemos un M.2 serigrafiado en la placa base, estamos hablando de una de las nuevas características de los chipset Z97: la posibilidad de usar SSD en formato tarjeta con velocidades de hasta 10 Gbit/s. Como hemos dicho en las especificaciones de la tarjeta, comparte conexiones con los SATA 5 y 6 por lo que tendremos interferencias si los conectamos nuestros HD/DVD/BluRay en estas conexiones.

Vamos a ver ahora las dos zonas de conexión que tenemos en la placa, la inferior y la zona de conexiones externas de la MSI Gaming 9 AC. Gracias al adaptador que incluye la placa base en sus accesorios, simplemente tendremos que conectar los cables del barebone a este adaptador para enlazar los botones del barebone. Junto a esta zona tenemos dos conexiones para añadir USB 2.0 al equipo y para conectar ventiladores a la placa base y tener el control desde la BIOS del sistema.

En la zona de conexión externa de la placa encontramos los siguientes conectores:

Conector PS/2

2x USB 2.0 especiales para dispositivos gamer

Boton reset de la BIOS

8x USB 3.0 / dos de ellos especiales para dispositivos de audio

Conector Killer E2205 Gigabit LAN

S/PDIF óptico

Salida HDMI y DisplayPort

6x Conexiones de audio

 

Lo único que he echado en falta es una conexión coaxial de audio. En las fotos vemos un hueco, ahí es donde conectamos la tarjeta WiFi/BT. Me parece correcto que MSI incluya la tarjeta de forma accesoria en sus equipos incluyéndola en el paquete, es la mejor forma de elegir nuestra propia conexión, pero si adquirimos esta placa creo que estamos buscando la mejor tarjeta de red para jugar y lo haremos por cable.

Tras ver las diversas conexiones y aprender un poco lo que tenemos entre manos vamos a centraros en el funcionamiento y configuración de la placa base. Empezamos con la BIOS:

Seguimos viendo interface gráficas de BIOS que ya se han hecho comunes e imprescindibles para la gente que no tiene formación o directamente no quiere complicarse la vida trasteando el equipo cada vez que conecta un dispositivo nuevo. La BIOS se compone de seis apartados: Settings, OC, M-Flash, OC Profile, Hardware Monitor y Board Explorer. En todo momento tenemos el control sobre los dispositivos conectados y si tenemos algún problema, podemos hacer clic en Board Explorer y descubrir si tenemos problemas de conexión, por ejemplo: RAM mal conectada, incluso y hemos conectado los dispositivos de audio a lugares que no le corresponden.

En todo momento vemos la temperatura de los componentes y podemos hacer OC de forma automática, aunque no tendremos un OC extremo sino algo moderado, roza los 4.0 Ghz de un procesador base a 3.4 Ghz y sube la temperatura a los 79 grados centígrados más o menos. Tengo que añadir que la turbina que hemos usado tiene un tiempo y no es la mejor a la hora de lograr temperaturas bajas con un OC extremo, si queréis mantener un procesador como el que hemos montado a una velocidad mantenida de 4.2 o incluso 4.5 Ghz tendréis que montar un gran sistema de refrigeración líquida. Como siempre desde AKB indicamos que el OC es algo para expertos, si no sois usuarios avanzados o no tenéis experiencia, es mejor que os quedéis con el OC que hace de fábrica la MSI Gaming 9 AC y que es más que suficiente para la mayoría de usuarios.

El software que acompaña a esta placa base está a la altura de las circunstancias, con el MSI Command Center podemos hacer gran parte de las acciones que podíamos hacer en la BIOS y tener un control exhaustivo del sistema. Ventiladores, control de temperaturas, velocidades de los cores del procesador, OC, todo lo que un usuario amante del gaming más extremo quiere en su vida.

Con las utilidades Intel Extreme podemos monitorizar nuestro micro Intel serie K y subirle los voltajes o bajarlos, hacerle un bechmark para comparar nuestro equipo con otros o simplemente y lo que es más útil, hacer test de rendimiento y estabilidad si hemos modificado algún valor.

Terminamos viendo algunos de los programas incluidos en los DVD de la MSI Gaming 9 AC, en el que destacamos sobre todo el gestor de red Killer y la aplicación MSI Gaming App. Con el primero tendremos el mejor gestor de paquetes en una red que hay en una placa base, pero tenemos que tener cuidado ya que siempre va a dar preferencia a los datos de salgan o entren de un videojuego, por lo que no tenemos que asustarnos si no podemos navegar si tenemos un juego en segundo plano. La MSI Gaming App junto a una tarjeta gráfica MSI nos da la posibilidad de subir los valores de la gráfica a cuatro específicos: Oc mode, Gaming mode que es el que viene de serie, Silent mode y Cool down para bajar de golpe la temperatura de la tarjeta gráfica.

Terminamos este análisis de la MSI Gaming 9 AC con unas pequeñas conclusiones. Estamos frente a la mejor placa base enfocada al gaming que este redactor ha tenido sobre sus manos. Es excelente en todos los sentidos, conectividad, posibilidades de expansión futuras, en conjunto es una placa base que te durará años en tu equipo y que se convertirá en el centro del cual poco a poco irás haciendo modificaciones. Solo tiene un pero, el precio, es bastante alto, sobre 250 euros, en comparación con otras placas base. Si tenemos problemas en este sentido la propia serie Gaming de MSI tiene otras placa base como la Gaming 5 o Gaming 7 que pueden ajustarse a tu presupuesto con rendimientos algo inferiores.

En definitiva, esta MSI Gaming 9 AC es la mejor placa base que todo gamer amante del OC, las configuraciones más exigentes y el mejor sonido puede conseguir, por lo tanto se lleva nuestro sello de calidad AKB, dedicado solo a los mejores productos del mercado. [97]