Oceanhorn: Monster of Uncharted Seas, tu cara me suena

Mil y una veces se ha comparado el éxito de iOS, Oceanhorn, con la franquicia The Legend of Zelda. Que las primeras palabras que todo el mundo dedica a tu obra sean una comparativa con otra obra solamente puede ser bueno si a tus influencias les insuflas una buena ración de personalidad y originalidad propia.

Oceanhorn: Monster of Uncharted Seas

«Normal» es un gran adjetivo para definir cada elemento de Oceanhorn.

Durante gran parte de los párrafos venideros intentaré llevar a cabo un titánico ejercicio de abstracción e imaginaré que nuestro mundo es un lugar peor en el que Link nunca nació, para intentar de esa manera comprobar si Oceanhorn: Monster of Uncharted Seas ofrece una experiencia satisfactoria a aquellos que nunca han puesto las manos sobre las aventuras imaginadas por Miyamoto, al fin y al cabo ni en PC ni en iOS ha pisado nunca un habitante de Hyrule.

En Oceanhorn: Monster of Uncharted Seas somos un pequeño héroe hijo de un padre héroe que tuvo que abandonar a nuestro protagonista para emprender una batalla contra el Oceanhorn, una criatura de leyenda que amenaza la seguridad de nuestro mundo. Tras la desaparición de nuestro padre nos hacemos con su escudo y su espada y emprendemos un largo camino en su busca que acabará previsiblemente enfrentándonos al destino que nos ha dejado en herencia.

El éxito que Oceanhorn ha cosechado en dispositivos Apple antes de terminar siendo lanzado en Steam para PC y Mac es del todo comprensible, no existe una aventura de acción con tintes de RPG tan elaborada en el catálogo de la APP Store, que sepa yo al menos. En PC justificar su compra puede resultarnos más complicado a pesar de que la «aventura ligera» no es un género demasiado explotado en compatibles.

Oceanhorn: Monster of Uncharted Seas

Y volviendo al mundo real, el mundo donde The Legend of Zelda tiene más juegos de los que puedes contar con ambas manos, nos damos cuenta al instante de que cada comparación tiene su razón de ser, de que no hay ni una sola idea original en el trabajo de Cornfox & Bros. Y tan solo un mínimo de personalidad, de cuidado de su propio mundo habría bastado para salvar a Oceanhorn de la mediocridad creativa en la que se hunde a cada minuto de juego.

Espada y arco como primeras adquisiciones, mazmorras, caña de pescar, navegación entre islas en un pequeño barco, bombas, lanzar jarrones para conseguir monedas y un larguísimo etcétera de cosas que no parecen en ningún momento un homenaje a la marca de Nintendo, si no un producto fruto de un brainstorming titulado «tenemos que petarlo en móviles, qué idea millonaria copiamos y explotamos». Quizás llamarlo el «Zelda para móviles» tuviera algún tipo de gracia en su día, pero en cualquier PC actual podemos emular un gran porcentaje de juegos de Zelda y disfrutar así de productos que pasarán a la historia de la industria por ofrecer algo que va más allá de unas mecánicas jugables divertidas.

Oceanhorn: Monster of Uncharted Seas

Pero, y aquí viene la nota positiva, si somos capaces de perdonar algo tan poco perdonable como lo es la falta de creatividad y anteponer la diversión por encima de todo, Oceanhorn: Monster of Uncharted Seas es una aventura muy divertida y sí, el único Zelda que podrás jugar legalmente en PC. Hay un buen puñado de islas distintas que explorar, cada una con sus enemigos, mazmorras, NPCs y diseños distintos. Hay unos cuantos jefes finales que destacan sobre la jugabilidad plana que acompaña a nuestras hora de exploración en busca de nuevos objetos y habilidades, a pesar de que estos jefes pueden ser abatidos sin demasiado esfuerzo si llegamos a ellos con una buena cantidad de bombas. Incluso encontramos un añadido que nunca ha aparecido en las historias de Link, la posibilidad de subir de nivel, algo que nos abrirá el acceso a ciertos tesoros en ciertos puntos del mapa, además de venir acompañada cada subida de nivel con una nueva habilidad que puede ir desde mejoras en la cantidad de objetos que podemos llevar hasta movimientos y alguna magia nueva.

A Oceanhorn nos cuesta perdonarle su falta de originalidad y el haber copiado un buen número de mecánicas que le han convertido en un Zelda sin alma. Solo siendo capaces de permitirle sus deficiencias podremos disfrutar de la docena larga de horas que tiene si lo que queremos es una aventura como las de Nintendo y no tenemos al alcance uno de sus sistemas, ya sabeis, a falta de pan. [70]

  1. Excelente análisis del «sucedaneo de Zelda» que lo está petando en móviles y ahora, en PC. Viendo el copy&paste del que toda la vida ha hecho gala la historia de este hobby, agradezco bastante que al menos sea muy resultón visualmente y jugablemente entretenido. Yo al menos, no le voy a hacer ascos.

  2. Tché, yo le voy a dar una oportunidad en cuanto pueda pese a la aparente falta de originalidad. Ojalá hubieran más juegos tipo Zelda.

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