Gears of War Ultimate Edition merece ser tenido en cuenta

Corría el año 2006 cuando Microsoft se disponía a pegar uno de los puñetazos encima de la mesa más sonados de la industria en los últimos años, lanzando, el que a posteriori, sería considerado como uno de los juegos más emblemáticos de su generación.

Gears of War marcó un antes y un después en el género de los shooters en tercera persona y sentando las bases de una revolución. Este título no era otro que el de Gears of War, una de las sagas más exitosas de los últimos diez años que sentó precedente tanto a nivel de mecánicas como a nivel técnico, con unos gráficos inimaginables hasta entonces para una Xbox 360 y que se codeaba con los mejores en el territorio del PC.

Hace tan solo unas semanas que llegó a Xbox One (y que saldrá posteriormente en PC), la nueva consola de Microsoft, una versión remasterizada o en HD de esas que tan de moda están ahora mismo en la industria y que, pese a quien le pese, consiguen recaudar siempre un buen puñado de dólares de los antiguos aficionados que quieren ver por si mismos las mejoras a nivel gráfico o de nuevos seguidores atraídos por el nombre y la fama de la franquicia.

Esto supone el regreso de Marcus Fenix y de una de las campañas offline con más gancho de Xbox 360, aunque no me voy a centrar en ella, lejos de hacer un análisis de esos de un millón de palabras, sino que enfocaré en contaros, en resumidas cuentas y de forma breve, si le ha sentado bien o no el salto a la nueva generación al gran Marcus y si merece la pena pillarse de nuevo el juego a todos aquellos que ya lo hayan jugado.

En general, a nivel técnico, nos encontramos con unas cuantas mejoras, sobre todo en lo que a la iluminación y otros efectos se refiere, como las explosiones y otros detalles a nivel de texturas, bastante mejoradas tanto en los escenarios como en los personajes y armas con, por supuesto, una subida a los 1080p con respecto a los 720 con los que contaba la versión original para Xbox 360 y, por supuesto, a unos deliciosos 60 frames por segundo que apenas sufren, ni siquiera en las situaciones más estresantes para nuestra consola.

Por lo tanto, a nivel visual el juego gana, y también mejora en el control, que se ha suavizado con respecto al título original, aunque este Gears of War siga conservando algunas de las carencias del mismo. Pero sin duda, el factor determinante para querer pasar por caja para el juego no será otro que el de su modo multijugador, que vuelve para deleitar a todos los aficionados de los modos online y que van a proporcionar horas y horas de diversión en los servidores dedicados del juego que cuenta en esta ocasión con 19 mapas online (se incluyen todos los que salieron en su momento mediante descargables), además de un netcode bastante bien trabajado gracias al cual tendremos un ping muy bueno si jugamos en servidores cercanos a nuestra zona y otras novedades en cuanto a los modos de juego.

Por lo tanto, y dejándonos la paja a un lado, Gears of War Ultimate Edition merece ser tenido en cuenta, tanto para los aficionados del título original, que podrán volver a disfrutar de toda la acción del juego a 1080p, 60 FPS – aunque solo en multijugador – y con varias mejoras técnicas, como a todos aquellos que deseen adentrarse por primera vez en la saga. El factor determinante lo encontramos sobre todo en su modo online, con novedades, servidores dedicados y un netcode a la altura ausente de lagazos y con un ping estable, gracias al cual los usuarios podrán disfrutar de una experiencia online como pocas pueden verse en Xbox One. [85]