Un experimento peligroso, un suceso inesperado y un viaje a un universo desconocido. Sin saber adónde ir, dónde estamos y qué hacer, toca escapar de nuestros captores y luchar por sobrevivir en un planeta en el que todo quiere matarnos. Bienvenidos a Another World.
23 años después de que el original saliese en Amiga, Atari y MS-DOS, Another World aterriza en la eShop de Wii U en su edición 20 aniversario, que incluye pequeñas novedades que, todo hay que decirlo, se antojan escasas para una revisión que pretende ser una edición definitiva.
Al igual que en el título original, nos pondremos en la piel de Lester, un científico que se ve sorprendido en mitad de un experimento por una tormenta. Un rayo alcanza su laboratorio interfiriendo con la reacción que se está llevando a cabo, y Lester se ve teletransportado a un universo desconocido. La introducción de Another World es así de sencilla, sin narrador ni textos ni CGIs, usando los gráficos in game; y esta es una de las señas de identidad del juego, ya que su narrativa (uno de los puntos que le hizo alzarse como título de culto en su día) huye de la espectacularidad técnica a la que estamos tan acostumbrados hoy en día y únicamente juega con los planos y las expresiones faciales de los personajes.
Another World también se presenta sobrio en ayudas e indicaciones, y es que nada más tomar el control de nuestro personaje, si no reaccionamos lo suficientemente rápido, moriremos ahogados a los pocos segundos de comenzar el juego. Así empieza nuestra lucha por la supervivencia en un hábitat en el que, tras unos minutos jugando, habremos aprendido como si de Dark Souls se tratase, que todo lo que se mueve y no sabemos qué es, tiene una alta probabilidad de acabar con nuestra vida. Pronto, tendremos la sensación de estar jugando en una especie de Dragon’s Lair, ya que el no ejecutar la acción que requiere cada momento, implica la muerte y empezar de nuevo desde la misma zona tras una pequeña secuencia que detalla nuestra derrota. Aún así, Another World es mucho menos frenético que este, ya que, como principal diferencia, podemos movernos libremente por los escenarios en 2D e incluso, en algunas partes, elegir diferentes caminos.
A pesar de estas bifurcaciones en momentos puntuales, nos encontramos ante un título tremendamente lineal en el que hay una única manera de resolver los problemas para poder avanzar. En nuestra huída, contaremos con la ayuda de uno de los habitantes del planeta, que en diferentes situaciones nos ayudará a escapar cuando pensábamos que estaba todo perdido. En ningún momento asumimos el control de ambos personajes para realizar puzzles combinados, sino que este se limita a aparecer y ayudarnos cuando toca.
Los controles son muy simples y no han sufrido ninguna revisión, por lo que tienen esa «tosquedad» característica de los juegos de la época. Podemos saltar, correr, pegar patadas y, cuando consigamos un arma, disparar o crear escudos protectores con ella. A la hora del «plataformeo», moriremos varias veces hasta que le pillemos el tranquillo a la respuesta del salto mientras corremos. Los momentos de acción, en los que nos enfrentamos a varios enemigos, son los más complicados. Saber cuándo disparar, cuándo agacharse y cuándo crear escudos con nuestra pistola es crucial, y habrá situaciones en las que caeremos acribillados ante las armas enemigas mientras intentamos, mediante ensayo y error, averiguar la mejor estrategia para salir airoso de los tiroteos.
En cuanto a las novedades de la edición 20 aniversario, tal y como dije en la introducción, se antojan escasas. Con el botón X, podemos cambiar en cualquier momento entre el estilo gráfico original, de estética pixel, y el nuevo, más vectorial y detallado. Tenemos también varios modos de dificultad y la posibilidad de elegir entre escuchar las melodías remasterizadas o las originales. La adaptación a Wii U carece de contenido exclusivo, y el gamepad no aporta ninguna función especial salvo servir en todo momento de segunda pantalla por si queremos hacer uso del off TV.
Another World es un juego con más de 20 años a las espaldas, y eso se nota. Muchos jugadores lo considerarán aburrido y simple, y en algunos momentos, frustrante. No obstante, os aseguro que, al igual que en Dark Souls, hay cierto placer masoquista en morir repetidas veces hasta que conseguimos dar con la solución correcta. A pesar de sus picos de dificultad y de su corta duración y nula rejugabilidad, estamos ante un clásico que merece la pena probar por su narrativa, que ya fue diferente en su día y que es el extremo opuesto a la corriente actual, su aspecto gráfico tremendamente sencillo pero a su vez, especial y esa sensación de soledad y de estar completamente perdidos en cada nueva zona. Estamos ante un juego considerado de culto, y si sois capaces de jugarlo en perspectiva para perdonar sus fallos (característicos de su tiempo y que hoy en día resultan casi imperdonables) estoy segura de que disfrutaréis de la experiencia que brinda Another World 20th Anniversary Edition. [75]