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Análisis de Helldivers para PS4

Helldivers

Helldivers

Con Magicka ya tuvimos la suerte de comprobar que los suecos de Arrowhead Game Studios tienen talento para crear originales experiencias cooperativas repletas de diversión y buenas ideas. Han sido ellos los que han lanzado este mes Helldivers, una de las grandes sorpresas en este primer trimestre de 2015 para PS3, PS4 y Vita.

Helldivers es de esos juegos que no entran por los ojos en absoluto, un lanzamiento que sólo estaba bajo la atenta mirada de aquellos que disfrutaron en su día con anteriores obras de Arrowhead como el antes mencionado Magicka, su peculiar brawler multijugador The Showdown Effect o el fantástico remake de Gauntlet, otro cooperativo que ha quedado grabado en el recuerdo de muchos jugadores de PC.

Lo que te da la bienvenida a Helldivers es uno de los rasgos distintivos del estudio sueco donde ha sido forjado, el humor. La excusa para ponernos a pegar tiros en este shooter de acción táctica cooperativa es nuestra pertenencia a un escuadrón de élite conocido como los Helldivers que deben de defender y extender unas versiones extremistas de la democracia, la libertad y la justicia por toda la galaxia. En ocasiones tanto el público como la crítica han comparado el patriotismo exaltado de Helldivers con la misma actitud que veíamos en la estupenda franquicia Starship Troopers, una saga de largometrajes a medio camino entre la comedia y la acción.

Pero las risas en Helldivers acaban con su tutorial, donde un simpático robots nos pondrá al corriente de las mecánicas básicas para hacernos con el control de nuestro Helldiver. Estamos ante un shooter totalmente multijugador que nos obliga a estar conectados para jugar (algo que ya veíamos en anteriores lanzamientos del estudio como The Showdown Effect), algo totalmente justificado si tenemos en cuenta que en cuanto avanzamos un poco en su campaña afrontar las misiones en solitario se torna una labor suicida.

Tres son las razas alienígenas que deberemos repeler en las multitudinarias misiones de Helldivers a través de diferentes mapas que se generan de forma procedural en cada partida. Los bichos nos recuerdan de nuevo a la película de Verhoeven y son la raza más fácil de eliminar debido a su carácter orgánico altamente susceptible a ser atravesado por cualquier tipo de artillería. Los cyborgs resultan algo más duros y tienen maquinaria pesada y tecnología que nos pondrá las cosas más difíciles. Por último tenemos a Los Iluminados, una raza a medio camino entre lo orgánico y lo sintético que suponen el enemigo más duro de abatir.

A pesar de que las razas enemigas a derrotar parezcan tener diferencias notables en cuanto a su dureza no debemos dejarnos engañar, lo cómodo que nos resulte completar una misión dependerá de la dificultad de la misma mucho más que del tipo de enemigos al que nos enfrentemos. Helldivers cuenta con 10 modos de dificultad que van desde Pase por el Parque hasta Infierno. Aquí es donde entra el factor cooperación tan necesario como divertido en Helldivers, si queremos salir victoriosos de las misiones más complicadas tendremos que tener en todo momento muy claro nuestro papel en la misión y centrarnos en ser de ayuda al resto del equipo. En Helldivers no hay lugar para el descanso, el vacile o la falta de respeto al trabajo de otros jugadores.

Que las partidas de Helldivers haya que tomárselas en serio no significa que no sean divertidas, pues lo son y mucho. No recuerdo experiencias cooperativas lanzadas recientemente que me ofrezcan la satisfacción extrema que me da el trabajo bien hecho en este juego. En Helldivers he encontrado la experiencia cooperativa que esperaba conseguir del fallido (en mi personal e intransferible opinión) Destiny de Bungie.

Para intentar tener siempre bajo control la situación (suponiendo que esto fuese posible, que no lo es) es imprescindible tener dominado nuestro arsenal y el sistema de mejoras para el mismo. Por un lado tenemos 15 armas entre las que no encontramos nada realmente innovador, ametralladoras, escopetas, pistolas, fusiles de precisión y algún arma láser componen nuestra principal fuerza ofensiva. Donde encontramos una novedad interesante y el motivo por el cual querremos jugar cada vez más y mejor serán las Estratagemas, unas capsulas que podremos solicitar durante las misiones y que nos proporcionan equipo y habilidades extra. Hay estratagemas que nos darán munición, vehículos blindados o mechas, armas algo más especiales como ametralladoras ligeras y potentes lanzamisiles, ataques aéreos y un buen número de ayudas extra totalmente necesarias para poder completar los distintos objetivos de cada misión. Tanto las armas como las estratagemas se pueden mejorar dos veces con puntos de investigación, los cuales conseguimos al subir de nivel y al recolectar muestras, unos coleccionables que aparecen en gran número y de forma aleatoria en todas las misiones.

Por muy controladas que creamos tener todas las mecánicas y posibles situaciones de Helldivers todo se nos puede ir de las manos en cuestión de minutos, porque si hay algo que nos ha sorprendido gratamente de este lanzamiento ha sido su dificultad y su aleatoriedad, dos elementos que sumados nos dan las situaciones más tensas a la par que hilarantes que recordemos en mucho tiempo. En Helldivers todo te mata, te mata el fuego amigo, te mata el lanzamiento de una estratagema que tu mismo hayas solicitado, te mata la lanzadera que viene a recogerte para la extracción en cada misión y por supuesto te matan las numerosas oleadas de enemigos que se generan y te emboscan de forma inesperada en el peor momento. La tensión extra en las partidas de Helldivers la proporciona el sistema de interacción con los elementos del entorno así como la solicitud de estratagemas, pues todo esto se hace con una combinación de botones con el D-Pad que siempre es la misma para las estratagemas permitiendo que la memoricemos si queremos sobrevivir en las situaciones limite, sin embargo esto no pasa cuando tenemos que hackear un terminal o activar un objetivo de misión, estas combinaciones son aleatorias en en situaciones extremas nos resultarán realmente estresantes.

Otra gran noticia para cualquier interesado en depositar una buena cantidad de horas en Helldivers es que el juego cuenta con cross-play entre PS3, PS4 y Vita lo cual tiene mucho sentido si os digo que el progreso que hagamos en cada misión se suma al de todos los demás jugadores del globo. Esta funcionalidad le permite a esta pequeña obra sacar pecho delante de, repito de nuevo, propuestas como Destiny. La campaña de Helldivers divide su galaxia en tres sectores, dominado cada uno por una de las tres razas antes citadas y mediante el progreso que cada jugador consiga hacer en cada misión se conseguirá repeler a las razas invasoras hasta poder atacarlas en su planeta natal y así ganar las batallas que duran periodos de casi un mes. Una vez acabados estos periodos de batalla veremos un final u otro del juego en función de si hemos sido capaces de ganar la guerra o no.

En definitiva Helldivers es un juego sin inspiración alguna en su apartado visual, con una banda sonora prescindible (me gustaría puntualizar que es de agradecer que un estudio así de pequeño haya doblado su juego al castellano, aunque no sea necesario en absoluto es un punto a favor) que no conseguirá llegarte si no coges el mando y te pones con él, pues es en su jugabilidad y en sus partidas extremadamente divertidas donde reside su atractivo casi adictivo. Helldivers se presenta como una de las grandes sorpresas del año que esperamos que reciba un trato digno con nuevo contenido a lo largo de su vida útil. Y sí, este es en gran motivo para empezar a salivar al pensar en Magicka 2. [85]

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